Se trata del plomo: según un informe realizado el año pasado por Unicef y la ONG internacional Pure Earth, uno de cada tres niños en el mundo tiene niveles de plomo en la sangre iguales o superiores a cinco microgramos por decilitro
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Esta toxina es tan potente que puede dañar de por vida el cerebro de los niños. Es tan persistente que subsiste en el aire durante décadas. Y tan omnipresente que afecta a un tercio de los niños del planeta. La intoxicación por plomo es un problema grave y global que uno de cada tres niños en el mundo, un total de hasta 800 millones de menores, tiene niveles de plomo en la sangre iguales o superiores a cinco microgramos por decilitro (µg/dL), el nivel en el que es necesaria una intervención, según un informe conjunto de 2020 de Unicef y la ONG internacional Pure Earth (“Tierra Pura”).
El plomo es tan tóxico que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que “ningún nivel de plomo en sangre es seguro”. Un estudio reciente en la ciudad de Londres constató que el plomo usado en el pasado en la gasolina persiste en el aire de la capital británica, aunque el metal fue prohibido en combustibles en Reino Unido hace más de 20 años. Y estudios en otros lugares como Shanghái y Sao Paulo hallaron resultados similares.
Otras fuentes de contaminación incluyen desde el plomo en pinturas hasta el reciclaje inseguro de baterías, e incluso especias usadas en la cocina. Unicef y Pure Earth destacan especialmente el caso de México, donde la fuente principal de intoxicación es muy diferente: el uso de esmaltes con plomo en alfarería. “Jamás voy a olvidar a un niño de 2 años que tenía niveles de más de 65 microgramos por decilitro”, señaló a BBC Mundo Daniel Estrada, director general de Pure Earth en ese país. “Es muy triste saber que una tradición tan bella sea la causante de que este niño esté intoxicado y que no pueda desarrollar sus capacidades al máximo”, agregó.
Las fuentes del plomo pueden ser muy diferentes. Lo que no varía es su impacto devastador en los niños.
El efecto del plomo en la salud
El plomo es una potente neurotoxina que puede causar daños irreparables en el cerebro de los niños, afirma el informe de Unicef y Pure Earth que se titula “La verdad tóxica: la exposición de los niños a la contaminación por plomo socava el potencial de una generación”.
Es particularmente destructiva para bebés y niños menores de 5 años, ya que daña sus cerebros antes de que hayan tenido la oportunidad de desarrollarse plenamente, causándoles un deterioro neurológico, cognitivo y físico para toda la vida, según la investigación. Diversos estudios revelan que niveles de plomo en sangre mayores a 5 mg/dL están vinculados a una pérdida irreversible de cociente intelectual de tres a cinco puntos.
Y la intoxicación por plomo en la niñez también ha sido vinculada en numerosos estudios al comportamiento delictivo de adolescentes y adultos. La OMS señala que el plomo también causa daños duraderos en los adultos, aumentando por ejemplo el riesgo de hipertensión arterial y de lesiones renales.
Cómo actúa el plomo en el organismo
El plomo puede dañar la salud fundamentalmente a través de dos mecanismos, según le explicó a BBC Mundo el Dr. Howard Mielke, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Tulane en Nueva Orleans, Estados Unidos. El especialista lleva más de 40 años investigando el impacto del plomo en la salud de los niños.
Uno de los mecanismos es que el plomo es químicamente similar al calcio y “usurpa” su lugar. “El problema fundamental es que el plomo ocupa el lugar del calcio,” afirmó Mielke. “En la transmisión de señales a nivel de los nervios, el calcio es esencial en la brecha, en las sinapsis de las células nerviosas. Si el plomo está en esa brecha en lugar del calcio, las señales no se transmiten y las células nerviosas mueren. El resultado es un encogimiento del cerebro”, señaló el experto.
Una segunda vía por la que el plomo daña la salud es que el plomo se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiempo.
Mielke habla de una “herencia multigeneracional de plomo”: “si la madre estuvo expuesta al plomo cuando niña, entonces sus huesos contienen plomo. Durante la gestación, el calcio en los huesos de la madre debe apoyar el desarrollo del feto. Y si los huesos de la madre contienen plomo ese plomo pasará al feto en lugar de calcio”.
¿Es el daño siempre irreversible?
Si los niños estuvieron expuestos en forma crónica y excesiva al plomo durante largos períodos de tiempo en su infancia entonces las consecuencias son irreversibles, afirmó Mielke a BBC Mundo. En cambio, “si la exposición fue durante un período corto y no intenso, y la fuente de plomo es rápidamente reducida, entonces el daño puede ser limitado y puede haber una recuperación”.
“Los niños tienen resiliencia. Sin embargo, el tratamiento principal es la prevención primaria, es decir, impedir en primer lugar la exposición a polvos con plomo”, dijo el médico. Daniel Estrada le explicó a BBC Mundo que “el daño a los niños es permanente si no se elimina la fuente de exposición después de que los niños tengan 4 años. Si el plomo se elimina antes, entonces los daños son reversibles”.
Plomo de la gasolina en Londres
El plomo de la gasolina persiste en el aire de la capital británica más de 20 años después de que se prohibiera su uso, según un estudio de Imperial College en Londres. El plomo comenzó a ser usado como antidetonante en la gasolina en Reino Unido en la década del 30 y fue eliminado progresivamente de ese combustible hasta una prohibición total en 1999.
“Los análisis químicos que se realizaron en muestras de partículas atmosféricas tomadas en Londres indican que el contenido en plomo es muy elevado con respecto al contenido de referencia para este elemento en la corteza terrestre (o nivel de fondo)”, afirmó a BBC Mundo una de las autoras del estudio, Raquel Ochoa González, doctora en química e investigadora del Departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería del Imperial College en Londres.
“Estos datos nos permiten afirmar con exactitud que las partículas que analizamos se encuentran claramente enriquecidas en plomo en comparación con los niveles de fondo y que existen fuentes que proceden de la actividad humana”, indicó la especialista.
Los científicos del Imperial College determinaron con análisis isotópicos que hasta el 40% del plomo en el aire londinense actual proviene del legado de la gasolina con plomo. Los isótopos son átomos de un mismo elemento cuyos núcleos atómicos tienen el mismo número de protones, pero diferente número de neutrones.
“El plomo es un elemento que tiene varios isótopos de los que solo aquellos con masas 204, 206, 207 y 208 son estables. El análisis de las relaciones isotópicas de plomo nos proporciona información muy valiosa sobre el origen de este elemento, de manera que podemos obtener ‘huellas’ características para cada fuente de plomo”, explicó Ochoa González. El plomo de la gasolina que se depositó durante décadas en superficies urbanas y suelos puede ser “resuspendido” en el aire por el viento, el tráfico o durante obras de construcción. “La resuspensión de partículas contaminantes inhalables es una fuente muy importante de contaminación atmosférica en zonas urbanas”, agregó la investigadora.
El caso de Brasil
Si bien el uso del plomo en gasolina fue abandonado, su legado sigue presente especialmente en ciudades grandes. En el caso de Brasil, estudios de 2017, 2018 y 2019 constataron la presencia en el aire de plomo de la gasolina, según explicaron a BBC Mundo dos de los autores de esos estudios: Carlos Eduardo Souto de Oliveira (investigador del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Sao Paulo) y Marly Babinski (profesora e investigadora del Centro de Geocronología y Geoquímica Isotópica de la Universidad de Sao Paulo).
Brasil fue “uno de los primeros países del mundo que eliminó el plomo en la gasolina”, señalaron los investigadores y prosiguieron: “La fase de eliminación del plomo agregado a la gasolina para actuar como antidetonante se inició en Brasil en 1989 y finalizó en 1992, cuando el etanol comenzó a ser mezclado con la gasolina”.
El estudio de 2017 observó en Sao Paulo una reducción del orden de 50 veces entre 1970 y 2005 en las concentraciones de plomo en material particulado atmosférico recolectado en 24 horas en la fracción de partículas entre 2,5 micrómetros de diámetro o menores, y partículas de 10 micrómetros de diámetro o menores (un cabello humano tiene cerca de 70 micrómetros).
Las fuentes principales de plomo eran el tráfico vehicular y el cemento proveniente de construcciones o de una empresa mezcladora de cemento próxima. Una tercera fuente de plomo era la región industrial de Cubatão, ubicada a unos 50 km de la ciudad de Sao Paulo. El estudio de 2019 comparó el material particulado en Sao Paulo y en Londres y halló una mayor contribución del plomo proveniente de gasolina en la capital británica.
Otras fuentes de contaminación
Además del legado del plomo en gasolina, el reciclaje informal y deficiente de baterías de plomo es uno de los principales factores que contribuyen a la intoxicación por plomo de niños en países de ingresos bajos y medios, donde el número de vehículos se ha triplicado desde 2000, según el informe de Unicef y Pure Earth.
“Los trabajadores de pequeñas empresas de reciclado peligroso y a menudo ilegal rompen las cajas de las baterías, derraman ácido y polvo de plomo en el suelo y funden el plomo recuperado en hornos rudimentarios al aire libre que emiten humos tóxicos que envenenan a la comunidad circundante”, señala el informe.
Otras fuentes de exposición infantil son el plomo en el agua procedente del uso de tuberías fabricadas con plomo, la pintura a base de esa sustancia, las soldaduras de plomo en latas de alimentos y el plomo en especias, cosméticos, juguetes y otros productos de consumo. “Los progenitores cuyas ocupaciones implican trabajar con plomo suelen llevar a casa polvo de este material en la ropa, el pelo, las manos y los zapatos, exponiendo así inadvertidamente a sus hijos a este producto tóxico”, se explica.
En el caso de las especias, un estudio del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York analizó más de 1400 muestras de especias importadas de países como Pakistán y Bangladesh, vendidas en recipientes sin marcas ni etiquetas. Más del 30% de esas muestras tenían concentraciones de plomo mayores a dos ppm o partes por millón, el nivel considerado seguro.
Qué pasa en México
El problema de la intoxicación por plomo en la infancia mexicana “es realmente grave”, según Daniel Estrada. “En promedio, dos de cada 10 niños mexicanos tienen intoxicación por plomo. En Puebla, casi la mitad de los niños están intoxicados. Esto se traduce en una disminución de capacidades neurológicas y daño a distintos órganos”, agregó el director general de Pure Earth en México.
El informa de Unicef y Pure Earth cita una encuesta de salud realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de México, según la cual 1,4 millones de menores de 5 años en México tenían niveles de plomo en sangre superiores a 5 microgramos por decilitro de sangre (5 µg/dL).
“El plomo se usa para producir el vidriado que recubre las piezas de barro”, explicó Estrada, y agregó: “Para producirlo, primero se hace la pieza y se mete al horno para generar la primera quema que se conoce como sancocho o jahuete. Para lograr el vidriado, dicho sancocho se cubre con óxido de plomo y se mete por segunda vez al horno. Al salir, la pieza ya tiene un vidriado que ayuda a hacerla impermeable. Hoy en día, existen esmaltes libres de plomo que dan un acabado similar al que da el óxido de plomo, pero sin ser tóxicos”.
“Cuando se usa óxido de plomo, el plomo del vidriado pasa a los líquidos o alimentos cuando estos son ácidos o calientes. Es así como el plomo pasa al arroz, mole, jugo o demás comida que sea servida o preparada en alfarería vidriada con plomo”, señaló Estrada. Pure Earth promueve en México un programa para ayudar a los alfareros a hacer la transición hacia esmaltes libres de plomo. “El programa Barro Aprobado consiste en darles sellos personalizados a los alfareros cuando producen alfarería libre de plomo, así como promover que haya restaurantes y tiendas de alfarería libre de plomo. Hasta ahora tenemos más de 40 alfareros en el programa, pero cada vez hay más interés en el sector para ser libre de plomo”, se indicó.
El caso de Nueva Orleans
En Nueva Orleans, Howard Mielke realizó estudios que vinculan el plomo en el suelo o tierra de parques o plazas donde juegan niños con los niveles de plomo en sangre en esos menores. “Hay una asociación fuerte entre el plomo en el suelo y el plomo en sangre en los niños debido a varias vías”, le explicó Mielke a BBC Mundo.
En primer lugar, “los niños suelen ponerse en la boca las manos o juguetes que estuvieron en contacto con la tierra”, explicó el investigador. “En segundo lugar, el plomo en el suelo entra a la casa de los niños en sus zapatos (quitarse los zapatos en la puerta limita ese movimiento). En tercer lugar, el plomo en el suelo es resuspendido en el aire (como mostró el reciente estudio en Londres) durante períodos secos del año y entra por la ventana a sus casas. Y en cuarto lugar, el polvo resuspendido es inhalado y las nanopartículas entran a los pulmones y son absorbidas directamente en el torrente sanguíneo”, dijo Mielke.
El especialista supervisó proyectos de limpieza del suelo y la tierra en 30 plazas y parques para niños en Nueva Orleans, sobre los cuales se colocó una malla de fibras sintéticas llamada geotextil. “Ese material permeable de color naranja se pone sobre la tierra contaminada. Y luego se esparce una capa de seis centímetros de tierra con bajos niveles de plomo (inferiores a 10-20 ppm o partes por millón)”, explicó Mielke. De esta forma, “la superficie donde juegan los niños pasó de tener niveles de plomo de 700 ppm a niveles inferiores a 20 ppm”.
Además de los proyectos de Mielke, el investigador señaló que la ciudad de Nueva Orleans también hizo trabajos de remediación en 13 parques locales. Pero el científico aseguró que “el interior de esa ciudad continúa demasiado contaminado para los niños. Sus niveles de plomo en sangre siguen siendo excesivamente elevados”.
Justicia ambiental
La intoxicación por plomo afecta desproporcionadamente a los niños de países de ingresos bajos y medios, según Unicef y Pure Earth. Y, dentro de cada distrito, los más afectados tienden a ser los menores de comunidades más pobres.
Las acciones para reducir la exposición al plomo tienen un elemento de “justicia ambiental”, según Mielke. “Las personas de bajos ingresos viven en comunidades en las que la vivienda es más accesible. Desafortunadamente, esos alojamientos se encuentran generalmente en zonas urbanas pobres con congestión de tráfico y posiblemente con viviendas que tienen pinturas viejas en base a plomo”, señaló el científico.
Cuando se usaba el plomo en gasolina el ambiente en esas comunidades se contaminó con nanopartículas de plomo (partículas de la combustión). Esas partículas son resuspendidas en el aire y recicladas como fuente de intoxicación por plomo en los niños, que pueden acabar con graves impedimentos y secuelas de por vida. “Estas disparidades dañan a la sociedad”, dijo el especialista.
“La industria del plomo promovió un estándar de 400 ppm en suelos. Pero nosotros hemos visto que este nivel es demasiado alto. Comunidades con niveles de 40 ppm en suelos son más seguras para la mayoría de los niños”, agregó.
Prevención
Unicef y Pure Earth recomiendan a los países afectados acciones coordinadas en diferentes esferas, que incluyen el monitoreo mediante pruebas de plomo en sangre y la prevención de la exposición de los niños a productos que contienen plomom como juguetes y pinturas. Además, promueven el reciclaje seguro de baterías y desechos electrónicos.
Raquel Ochoa González cita como ejemplo la vigilancia por parte de la Agencia de Protección Ambiental, la EPA, en Estados Unidos. “Como medidas de prevención de la exposición a plomo podemos señalar la inspección de tuberías en casas construidas antes de los años 80, evitar el contacto con pinturas dañadas, lavar las manos antes de ingerir alimentos y evitar el uso de objetos metálicos y de juguetes antiguos”, indicó.
Para Daniel Estrada, en América Latina deben existir “políticas adecuadas y sobre todo mecanismos de vigilancia, tanto de la industria como de los niveles de plomo en sangre de la población infantil vulnerable”.
¿Cuál es el mensaje principal que Estrada daría al público?: “El mensaje para las madres y mujeres embarazadas es que monitoreen sus niveles de plomo en sangre ya que los de la mamá pueden ser similares a los de los hijos. Si encuentran niveles elevados, que busquen la fuente para eliminarla”.
Y el mensaje para los consumidores de alfarería vidriada “es que compren alfarería vidriada libre de plomo”. La intoxicación de niños por plomo, con su impacto devastador de por vida, es una tragedia. Pero hay medidas que pueden tomarse para reducir la exposición de los niños a esta toxina. “Los niños son extraordinariamente sensibles a su ambiente. Son los adultos quienes deben asumir la responsabilidad de que esos ambientes sean lo más seguros posible en cuanto a los niveles de plomo”, afirmó Mielke.
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