El COI eligió a Tokio para los Juegos 2020
La capital japonesa se impuso en forma contundente y organizará la mayor competencia deportiva dentro de siete años; desplazó a Estambul y a Madrid, que sorpresivamente quedó eliminada en la primera ronda de la votación, en Puerto Madero
Fue el triunfo de la solidez económica y técnica, de la innovación tecnológica y de la limpieza en materia de doping. Ayer, en Buenos Aires, los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) se inclinaron en forma contundente por la propuesta más segura y previsible: Tokio se convirtió en la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 y astilló las ilusiones de Estambul y Madrid, sus competidoras.
El segundo piso del Hilton Hotel, en Puerto Madero, estalló de júbilo a las 17.20, cuando el presidente del COI, Jacques Rogge, anunció a la ciudad ganadora, que ya había organizado los Juegos Olímpicos de 1964. En ese instante, el grupo nipón ataviado en tonos grises y azules, encabezado por el primer ministro Shinzo Abe, descargó los nervios y lloró de emoción frente a la decepción de turcos y españoles. Entonces, se diluyó el fantasma del desastre nuclear de Fukushima, el argumento que actuaba en contra del proyecto oriental.
"Déjenme decirles que la situación de Fukushima está bajo control. No le hizo y no le hará ningún daño a Tokio", había señalado enfáticamente Abe durante la última exposición de la capital japonesa.
La votación tuvo su matiz sorpresivo por la eliminación prematura de Madrid, que en los últimos días había ganado bastante espacio entre las preferencias. A la hora de la verdad, Tokio se impuso en la primera ronda con un total de 42 sufragios, mientras que Estambul y Madrid igualaron en 26 votos. En el desempate, los 94 electores volvieron a votar y la capital turca eliminó a la española (49-45). Y en la ronda final, en donde emitieron su voto 97 miembros del COI, la candidatura japonesa venció a Estambul por 60-36. Allí se develó el misterio.
"La encuesta más reciente revela que el 92% de la población japonesa apoya que Tokio sea sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, por eso estoy confiado de que 116 millones de japoneses estarán sonriendo ahora mismo", comentó el jefe de la candidatura, Tsunekazu Takeda, cuando el Hilton todavía era un hervidero de periodistas de todo el mundo.
En ese desfile de autoridades, diplomáticos y miembros de la realeza, la contracara fue el príncipe Felipe de Asturias, quien no disimuló la frustración de Madrid 2020: "He compartido con los reyes la ilusión inicial y la tristeza del resultado. Pero esto nos debe dar ánimos para seguir estando orgullosos de nuestros deportistas". El mal augurio para España había llegado temprano, cuando se interrumpió la transmisión internacional en plena exposición definitiva. Finalmente, la delegación ibérica se topó con una eliminación temprana, que sorprendió tanto al príncipe Alberto de Mónaco como al alemán Thomas Bach, uno de los seis candidatos a la presidencia del Comité Olímpico.
Según el canadiense Richard Pound, miembro del COI y ex presidente de la Agencia Mundial Antidoping (AMA), Madrid falló en su respuesta final sobre el doping, error que pudo costarle votos vitales en su lucha por ser sede. "Sin dudas, no respondieron bien el tema del doping. Y lo de la destrucción de las bolsas de sangre incautadas en la Operación Puerto no lo respondieron en absoluto", describió el veterano dirigente a la agencia DPA.
En el rincón turco también hubo tristeza, pero predominó la conformidad por haber llegado a la definición ante la ciudad ganadora. Una sensación totalmente diferente a la española. Hasan Arat, el rostro más visible de la candidatura de Estambul, comentó: "Muchas gracias al pueblo turco. Esta es una carrera, y llegamos al final. Estoy muy feliz por todo lo que hicimos por nuestro país".
Desafíos japoneses
Después de la experiencia de Tokio 64, Japón redoblará la apuesta con garantías sobre la seguridad, el transporte público y las obras en término -muchas de ellas, de estilo futurista-, además de un histórico "juego limpio" sin atletas dopados. Habrá 21 disciplinas con sede en el corazón de la ciudad, en un área de ocho kilómetros que ofrecerán para el deporte "algo nunca visto", según insistieron sus oradores.
Además, se destacó que el patrocinio llegará a un nivel récord y que se construirán diez establecimientos deportivos permanentes, incluido el Estadio Olímpico, cuya construcción finalizará en 2019, a tiempo para recibir el Mundial de Rugby. El gobernador Naoki Inose señaló que Tokio 2020 ya tiene a disposición un presupuesto de 4500 millones de dólares para construir diez nuevas sedes permanentes y otros 4,5 millones en caso de ser necesarios.
El gran mérito de Tokio no sólo fue haber superado a sus rivales, Estambul y Madrid, sino al fresco recuerdo del terremoto y posterior tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasó el noreste del país y generó graves daños en la planta de Fukushima. Para peor, a pocos días de la realización de esta 125° Asamblea del COI en Buenos Aires, el problema de Fukushima se intensificó, ya que las autoridades regulatorias subieron de 1 a 3 el nivel de alarma en la planta y hablaron de un "serio incidente", tras la filtración de 300 toneladas de agua radiactiva desde un tanque de almacenamiento.
El gobierno japonés anunció el martes pasado que gastará 470 millones de dólares para solucionar lo que las propias autoridades calificaron como una "crisis nacional". El sueño olímpico pareció naufragar debido a esta catástrofe a 230 kilómetros de la ciudad candidata; una coyuntura de la que los españoles y turcos intentaron sacar provecho. Sin embargo, el COI quedó seducido por la seriedad oriental. "Tokio era una candidatura que estaba dentro de las más sólidas, muy segura financieramente. Eso primó a la hora de la votación", opinó Gerardo Werthein, el único representante argentino en el COI.