El chico rosarino que conmovió a la corte de Nueva York y le habló al terrorista que mató a su padre: “Busco comprender el odio”
Martín Mendoza, de 17 años, hijo de uno de los amigos asesinados en 2017 en un atentado, leyó un texto frente al uzbeko Sayfullo Saipov, condenado a perpetua por el ataque
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ROSARIO.– Martín Mendoza, de 17 años, hijo de Hernán, quien falleció junto con otros cuatro rosarinos en 2017 en un ataque terrorista en Nueva York, se paró ayer frente al asesino de su padre, el terrorista Sayfullo Saipov, y leyó en la corte de esa ciudad norteamericana lo que había escrito unos días antes en Rosario. Recordó cuando su madre, Ana Evans, y su tío le trasmitieron al regreso de la escuela que su padre –que había viajado con un grupo de amigos a Estados Unidos a celebrar el aniversario de graduado de la secundaria– había muerto.
“Una tarde que estaba llena de alegría y emociones, volviendo de haber disfrutado un viaje escolar, se convirtió en el momento menos esperado. En la escuela me recibieron mi mamá y mi tío para darme las palabras que nunca nadie quisiera oír, convirtiéndose en la noticia más terrible que jamás recibí. Mil emociones corrieron por mi piel, nublando mi cabeza. No podía comprender lo qué acababa de escuchar, invadido por el miedo y el desamparo de la pérdida, intentaba asimilar que ya nunca nada volvería a ser igual; y de la peor manera, la muerte de mi padre, cambió mi vida para siempre”, escuchó el terrorista uzbeko de parte de este joven, que viajó para asistir a la última jornada del juicio, en la que Saipov fue condenado a diez cadenas perpetuas, más 260 años de cárcel.
Martín viajó con un amigo a Nueva York y tuvo la oportunidad, como otras víctimas, de hablar frente al jurado y al condenado. En diálogo con LA NACION, Ana Evans, su madre, contó que su hijo quiso participar de la audiencia y hablar ante el asesino. “Él decidió escribir un texto, porque creía que no le iban a poder salir las palabras frente al terrorista que mató a su padre”, relató la viuda, quien agregó que contó con la ayuda de la familia y de un profesor de filosofía para poder expresar lo que sentía.
“Esa noticia golpeó a un niño, un niño que perdió la ingenuidad e inocencia en un solo instante. Un niño inmerso en la comodidad y la certeza de mi vida cotidiana, desde la cual muchas veces no era apto para entender el mundo fuera de mi infancia. Quizás también por esa inocencia infantil, la cual muchos niños usan de coraza para protegerse de situaciones o adversidades de la vida. ¿Se imaginan la tristeza de crecer sin un padre, sin poder volver a abrazarlo o se imaginan el temor a perder esos recuerdos felices de la infancia por el trauma causado?”, señala el texto que leyó Martín Mendoza, al que tuvo acceso LA NACION.
Luego, el joven y su amigo, junto con otros familiares de víctimas de ese atentado, recorrieron el lugar donde se produjo el trágico ataque terrorista que mató a su padre y parte de sus amigos. De la caminata también participaron fiscales y agentes del FBI.
“Desde aquel día busco comprender la crueldad y el odio que mueve a los terroristas. Surgen preguntas sin respuestas, la frustración y el dolor me invaden. Me siento desconcertado e incompleto, como si me hubieran arrebatado una parte de mí y de mi historia. Mi padre era una persona muy importante para mí, que me crio con amor desde que nací. Todos los días trato de entender el porqué o cómo es que alguien pudo arrebatarle la vida”, agrega la carta escrita por Martín.
Frente al joven estaba sentado en el estrado Saipov, quien fue condenado por el juez Vernon Broderick, al aplicar el veredicto alcanzado el pasado 3 de marzo por el jurado, que por su parte rechazó aplicarle la pena de muerte tras unas deliberaciones que duraron nueve horas. Entre los que habían pedido la pena de muerte se encontraba la familia de Mendoza, que lo hizo a través del abogado Juan Félix Marteau.
En la sesión de ayer, Saipov tomó la palabra durante más de una hora, según relataron varios medios presentes, y pronunció un discurso plagado de referencias religiosas y apuntando con un dedo al cielo en numerosas ocasiones, mientras citaba a diferentes profetas del Corán e incluso a Adán y Eva y la tentación de la serpiente.
“Tu dios cree que eres un cobarde”
El juez dio la palabra a familiares de los fallecidos, como la argentina Gabriela Pereya, viuda de Ariel Erlij, que se encaró con Saipov: “Tu dios cree que eres un cobarde porque no te mataste cuando los mataste a ellos. Y si quieres que Él te acepte y te quiera, ve y mátate”, le espetó, según la cadena Fox News.
Además de Hernán Mendoza y Ariel Erlij, fallecieron en el atentado sus amigos Diego Angelini, Alejandro Pagnucco y Hernán Ferruchi, todos exalumnos del Colegio Politécnico de Rosario. La lista de víctimas la completan la belga Ann-Laure Decadt y los norteamericanos Nicholas Cleves y Darren Drake.
También tomó la palabra una sobreviviente al atentado, Rachel Pharn, quien le dijo que sus actos “no sirven a Alá”, y le preguntó: “Si dices que no lo lamentas, que lo hiciste a propósito, ¿es eso cierto? Necesito saber por qué, cómo puedo arreglarte, y cómo puedo arreglar el mundo a mi alrededor”.
Entre quienes tomaron la palabra también estaba Martín Mendoza, que cerró su intervención con esta frase: “Este trágico hecho me quitó miles de experiencias, y la posibilidad de vivir un futuro con mi papá. Cada día crecen las ganas de compartir con él una comida, un partido de fútbol, mi graduación o cualquiera de mis metas en la vida. Esperando que algún día vuelva a casa y me diga “Qué pasa, monito”, como lo hacía siempre. Soñando con lo que no fue ni será. Guardando todo lo vivido con él en el único lugar donde para mí sigue vivo, mi memoria”.
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