El Che Guevara tiene una cátedra propia en la UBA
Lanzan una materia en la que revisará los años de la guerrilla.
Treinta años después, el Che Guevara. No esta vez el de las banderas ni el de los discursos de barricada. Tampoco el de los miles de subproductos que puede inventar la afiebrada imaginación del merchandising.
Guevara vuelve, esta vez, para ocupar un lugar en el discurso académico, allí donde se sistematizan los nombres de la historia.
Y es justamente la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA la que asumirá, a partir de este viernes, el compromiso de iniciar el debate universitario sobre el guerrillero argentino asesinado en la selva boliviana en 1967.
Los titulares de esta llamada "Cátedra Libre Ernesto Che Guevara" son el escritor David Viñas, el teólogo Rubén Dri, el historiador Roberto Plá y el abogado Manuel Gaggero. Detrás de esos nombres están los de un grupo de alrededor de diez estudiantes avanzados de la facultad que, desde la agrupación de izquierda MATE, hicieron crecer la propuesta hasta lograr el acuerdo del decano de esa facultad, Juan Carlos Portantiero, a la sazón uno de los docentes invitados.
Sumarse a la discusión
Para sorpresa de los mismos organizadores, la materia, que es optativa, recibió la inscripción de unas 500 personas dispuestas a sumarse a la discusión sobre las luchas revolucionarias que tres décadas atrás le cambiaron la cara al continente.
Porque Guevara es acá algo así como un pretexto. De la mano de su aventura insurgente, de su proyecto político y de su producción teórica, es posible -razonan los intelectuales convocados para dictar la materia- remontar el hilo de esa época signada por las luchas antiimperialistas, los reclamos de justicia social y la violencia, como argumento excluyente en el camino hacia el poder.
"Recuperar la historia", en palabras de Diego Sztulwark, miembro del equipo de estudiantes del que nació la idea de esta cátedra. "Una parte de nuestro pasado, hasta hoy, no era tomada por el ámbito académico; esto fue lo que nos preocupó. La experiencia política de aquello que se llamó guevarismo o marxismo latinoamericano o nueva izquierda latinoamericana -y el Che es el mejor emergente de esa tradición- no tenía lugar en el discurso universitario. La derrota la expulsó de la historia, la dejó afuera del pensamiento sistematizado, y lo que nosotros propusimos fue, justamente, recuperar esa porción del pasado para someterla al mismo análisis riguroso y metódico con el que las ciencias sociales se enfrentan a cualquiera de sus objetos de estudio".
En esta revisión, aseguran, la crítica y la autocrítica -siempre dentro de los límites de una intelectualidad de izquierda- serán un compromiso de largada.
El dato no es menor si se tiene en cuenta que muchos de los docentes convocados fueron parte activa del momento que se estudia. Sacerdote para el Tercer Mundo y miembro del Peronismo de Base hasta 1974, Rubén Dri, hoy ya sin sotana y militante social sin partido, divide aguas a la hora de enfocar el análisis: "Es necesario ser firmes y rigurosos tanto para pensar la acción de Guevara como para reflexionar sobre nuestra participación. La cátedra no será una apología del Che ni de la guerrilla -hoy podemos ver que la utopía sobrepasó peligrosamente los términos de la realidad-, pero tampoco renegamos de eso. Necesitamos mirarlo nuevamente, superarlo, para crecer en un nuevo proyecto.
Dri descubre, de ese modo, una vuelta de tuerca: la cátedra sobre Guevara no será sólo el estudio de la época. Los intelectuales que participan del proyecto confiesan la necesidad de reconstruir, a partir de un profundo cuestionamiento del pasado, la vocación de justicia social que, históricamente, se identificó con las banderas del socialismo.
"La cátedra es un proyecto académico-político", admite Sztulwark. Desde lo político, revisar los errores para que la izquierda pueda recuperarse moral e intelectualmente. Desde lo académico, superar el rostro del Che, superar la fascinación, para poder ingresar así en un mundo más reflexivo, enmarcado históricamente."
Fascinación, tal vez pueda ser una palabra clave. Más de 500 inscriptos en una materia optativa, cuando una cátedra obligatoria de esta facultad no suele superar los 200, es más que significativo.
"El Che tiene una dimensión histórica que va más allá de la izquierda -avanza Viñas-. Podrán cuestionarlo desde otras orillas ideológicas, pero aún así es una figura incuestionable desde lo ético y en un momento como éste, con un panorama tan miserable de impunidad y de frivolidad, él es un conjuro, el revés de la trama del circo que nos ha impuesto el neoliberalismo."
Desnudar el pasado
El propósito de desnudar el pasado reciente pareciera estar madurando en los distintos escenarios en los que se tejen las tramas culturales. Por lo pronto, en la pantalla cinematográfica, en el teatro, en la televisión -por cierto que con distintos niveles de seriedad y de fidelidad histórica-, esa vocación tuvo ya sobradas expresiones.
En el terreno editorial, aunque hay antecedentes tempranos como Recuerdos de la muerte, de Miguel Bonasso, en este momento las librerías registran un fenómeno significativo: la coincidencia de títulos como El presidente que no fue, también de Bonasso; La voluntad, de Martín Caparrós y Eduardo Anguita; "De Isabel a Videla", de Carlos Turolo, o "La otra historia", de Roberto Perdía, en los que los protagonistas de aquellos años de ilusión y de fuego comienzan a revisar sus propios pasos.
Que la Universidad de Buenos Aires decida recoger el guante de esa época en que la realidad se partía a un lado o al otro del ideal revolucionario -¿cuál si no ése es el debate al que invita el Che Guevara?- demuestra hasta qué punto, más allá de oportunismos empresariales, el tema sigue siendo una asignatura pendiente.
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