Coronavirus: el celular, el posible gran aliado para la educación a distancia en el país
Por la falta de preparación de las escuelas, sugieren usar creativamente las herramientas disponibles
CÓRDOBA.- Lavinia Palumbo cursa su secundario en Roma. Hoy, como desde que el gobierno decretó la cuarentena para todos en Italia, tendrá su clase de Ciencias a las 9 en una videoconferencia de su profesora; después seguirá el programa de Historia y de Geografía a través de las clases subidas a una plataforma y podrá hacer las consultas usando diferentes aplicaciones. Ese es el mecanismo que sigue el país más golpeado de Europa para "garantizar la continuidad didáctica" hasta que se pueda retornar a las aulas.
En la Comunidad de Madrid no hay clases presenciales desde el miércoles pasado; antes de cortar el contacto, los docentes tuvieron un día para dar instrucciones a sus alumnos. Las escuelas que contaban con plataformas para subir notificaciones o algún material se volcaron a ellas para videoconferencias. La ciudad también cuenta con Educa Madrid, una plataforma para colegios públicos que salió al salvataje para no perder clases, cuenta a LA NACION Yolanda Redondo Martín, orientadora escolar y docente en esa ciudad.
Según datos de la Unesco, ya hay unos 400 millones de escolares en el mundo afectados por el cierre de las escuelas a causa de la expansión del Covid-19. En todos los casos se buscan soluciones para que los chicos no pierdan el cursado.
¿Cuál es la situación en la Argentina? El esquema a distancia está más desarrollado en las universidades que para los niveles primario y secundario; el Servicio de Educación a Distancia (SEAD) del Ministerio de Educación es para quienes residen temporalmente en el exterior. La disponibilidad de plataformas y procedimientos tecnológicos es muy diferente entre las escuelas argentinas: hay niveles distintos entre las propias privadas y no solo de este segmento con las públicas.
Francisco Lehmann, director de Educación Global e Innovación en el Belgrano Day School e integrante de Nueva Educación, admite que no todas las escuelas están preparadas de la misma forma, pero subraya que no necesariamente hay que hacer streaming (transmisión en directo) de una clase habitual, sino que hay distintas modalidades que se pueden aprovechar y complementar con comunicaciones sincrónicas y asincrónicas para las consultas.
"La escuela en la nube, en la virtualidad, tiene que existir más allá de esta coyuntura -explica-. No podemos quedar atrapados en el espacio y en el tiempo. Se habla mucho de plataformas como si fuera el gran salvavidas para todos y es un concepto genérico. Hay que considerarlo un instrumento que da un marco de trabajo para una comunicación en la que una de las partes tiene cierto control sobre otros".
El experto indica que en la Argentina la prioridad es crear una salida en lo inmediato, lo más rápido posible para no perder el contacto con los alumnos. En esa línea apunta la utilidad de las herramientas gratuitas que ofrecen Google o Microsoft, como son las listas de correos. Enfatiza que ese modelo permite un "control institucional" al que las escuelas no pueden renunciar porque se trata de menores.
Menciona, claro, que existen formas más avanzadas que permiten incluir calendarios y listas de tareas, pero que la prioridad es que los estudiantes y docentes tengan acceso a la plataforma que se elija: "Por eso pensemos en la media de las escuelas argentinas, donde hay teléfonos móviles y en algún momento del día podrían conectarse. Una plataforma de e-learning es más sofisticada y va un paso más adelante. No se trata de importar nada, sino de usar lo que tenemos".
Lehmann pone como ejemplo el de China, un caso que vienen estudiando desde hace tiempo. Describe que el país puso en marcha un esquema de enseñanza a distancia a partir de lo que ya tenía, el WeChat (su sistema de mensajería instantánea, análogo al WhatsApp). "Están absolutamente todos conectados y así avanzaron con las clases", grafica.
Insiste en que para la enseñanza a distancia deben cambiar las estrategias: "Nadie puede estar ocho horas siguiendo clases por una pantalla; también se pone en juego el concepto de autonomía, que no es igual para un alumno de cuarto grado que de tercer año", dice.
En España, Cataluña no instrumentó educación a distancia para primarios, al menos por ahora. En las actividades extraescolares -como idiomas o robótica- las instituciones comunicaron a los padres que "habrá formación en formato online igual que si estuvieran en el aula". Harán, en general, clases por videoconferencias en YouTube o en plataformas propias si las tienen.
Desde Roma, Lavinia cuenta que sí tiene más deberes para hacer en su hogar, los que envía en general por correo electrónico. Su mamá agrega que la plataforma solo requiere conexión a internet y casilla de mail: "Es simple, alcanza con tener eso".
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