El búnker-hotel de Javier Milei: un inflable de un león, vallas, militantes y hasta una canción para el líder libertario
El presidente electo y su hermana Karina están hospedados en el Hotel Libertador, en los alrededores hay más de 50 periodistas nacionales e internacionales
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El Hotel Libertador está completamente tomado por la presencia de Javier Milei, el presidente electo que sigue atrincherado en el piso 21 de este edificio en la esquina de avenida Córdoba y Maipu después del balotaje de ayer. Él, su personal de seguridad y su hermana, Karina, son los únicos del equipo de campaña que están hospedados allí, según contestaron desde La Libertad Avanza.
Afuera, se acumulan fanáticos que van y vienen con la esperanza de poder ver al libertario que durante el día aún no salió del edificio. La entrada principal está bloqueada por una camioneta y un auto negros, los dos vehículos oficiales de Milei como diputado. Los rodean un cordón de 15 efectivos de la Policía de la ciudad, que no permiten siquiera ingresar a los periodistas que llegaron luego de que se armó el vallado. Según coincidieron fuentes libertarias, es por ahora la única fuerza que está colaborando, esperaban refuerzos de la Federal, que, según dicen, aún no han llegado.
Desde el Gobierno contestaron que será uno de los aspectos a tratar en las reuniones que van a tener a partir de mañana con Aníbal Fernández, ministro de Seguridad, con los equipos de Milei como parte de la transición.
Quien sí salió fue Karina Milei, antes del mediodía, que utilizó la camioneta.
Hay más de 50 periodistas, entre los que se encuentran medios internacionales –como CNN Chile, Brasil, Canal 10 y 4 de Montevideo–, que se trasladan ante cualquier mínimo movimiento en la puerta lateral sobre la avenida Córdoba, por donde entran y salen quienes vienen a reunirse con el libertario, como la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, la economista Diana Mondino y el eventual ministro del Interior, Guillermo Francos. Poco antes de las 19, llegó el expresidente Mauricio Macri, que se retiró alrededor de las 20.30.
Es por esa puerta por donde también deben ingresar, desde hoy, los huéspedes. Para hacerlo, necesitan mostrar su tarjeta de la habitación. “Adentro está todo normal. Es solo acá esto”, dijo una las personas que está hospedándose en el edificio. El hotel, para el cual no hay reservas hasta mediados de diciembre, está cerrado “por hoy”. No se puede ingresar ni siquiera al bar.
Con un operativo especial, cinco agentes de tránsito cortaron dos carriles de la avenida y ordenaron los autos que llegaban al hotel que se convirtió en el búnker libertario.
Cerca de las 16, Fernando Cerimedo, integrante de la mesa chica del libertario definido también como el cerebro detrás de la campaña electoral y el responsable tecnológico de La Libertad Avanza, salió para reforzar el vallado y reorganizar las más de 20 cámaras de televisión que hace casi un día hacen guardia en la puerta de vidrio giratoria. Entran y salen también personas que parecen de seguridad privada vestidos de negro. Desde la campaña que Milei y su hermana se mueven con “anillos de seguridad”.
“La motosierra es así. Achicamos el Estado”, dijo Cerimedo mientras bajaba las vallas blancas recién llegadas. “¿Le avisaron al coordinador?”, le consultó una de las agentes de tránsito. “Soy yo”, contestó él. Con el correr de las horas se fueron sumando fanáticos y militantes que terminaron cortando la calle Maipu.
La cabeza del león
Enfrente inflaban la cabeza de un muñeco que replica un león. Alejandro Mañanes, quien se dedica hace 35 años a “intervenciones urbanas en espacios públicos”, dijo que pretende poner en agenda la cultura. Se acercó al Hotel Libertador porque quiere saber qué va a pasar con este área que dice ni fue mencionada durante la campaña.
Roberto, en tanto, se acercó porque quería mostrarle la canción que escribió al presidente electo. Con su guitarra se paró frente al inflable del león y repitió: “Javier Milei, Javier Milei, ahora ya llegó el león. Javier Milei, Javier Milei, también tiene su canción”.
Con una camiseta de la selección, la cara completamente pintada de celeste y blanco y dos fajas de las que se utilizan para sellar las urnas pegadas en sus brazos como muñequeras, Alejandro Méndez se acercó con sus dos hijas pequeñas para “ver al presidente electo, para cuidarlo, acompañarlo y hacer las cosas bien”.
“Desde el momento que voto a Milei soy militante. Yo empecé a seguirlo a Milei hace como un año. En mi barrio me dicen Milei, que estoy loco. Amo mi país y amo la patria y parte de todo eso somos todos los ciudadanos”, dijo el hombre de 43 años de Villa Crespo.
Un payaso con peluca multicolor y nariz roja se sumó al operativo pasadas las 18 y cortó el tránsito para que salgan los autos.
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