El amor es más fuerte: se casó un hombre de 77 con una joven de 23
Alfredo Moffatt es psicólogo y va por su cuarto matrimonio; Daniela Azpiazu fue su alumna; se conocen desde hace tres años; mirá las fotos
El amor es más fuerte o la edad es lo de menos, valen para introducir esta historia amorosa que ayer tuvo uno de sus episodios más intensos. Se casó un hombre de 77 años con una joven de 23 que fue su alumna en la escuela de psicología social que él dirige.
Alfredo Moffatt es un reconocido psicólogo de más de 50 años de trayectoria que va por su cuarto matrimonio. Se define como "psicólogo social, docente y terapeuta especialista en locos y pobres". Durante su carrera hizo varios aportes al ámbito comunitario y trabajó en el desarrollo de terapias populares. Entre otros libros, escribió "Psicoterapia Existencial" y "Terapia de Crisis".
Ella, Daniela Azpiazu Bitsikas, es una veinteañera que pasó por sus aulas. "Casarte con una piba más joven no le hace mal a la psiquis. Es muy lindo, creeme", le cuenta el flamante marido al diario Libre.
El casamiento se concretó ayer en el Registro Civil de Uruguay al 700, en el centro porteño. En las fotos que Alfredo comparte en su muro de Facebook se puede ver a los recién casados en la ceremonia: no faltó arroz, ni el beso que sella el acto, ni el ramo de flores para la novia. Entre los invitados, fue llamativa la presencia del ex gobernador de Buenos Aires Felipe Solá, quien fue fotografiado y hasta se le dedicó una V, de la victoria. Se lo ve al novio sonriente elevando sus dedos con el tradicional gesto peronista (Moffatt fue asesor de gabinete durante 2005).
Según cuenta Libre en su crónica, Moffatt ya había manifestado públicamente su amor hacia la joven, 54 menor que él. Por ejemplo, le dedicó su último libro, Psicoterapia Existencial. La relación se inició hace tres años cuando ella cursó en la escuela de psicología y desde entonces el contacto fue muy frecuente: Daniela pasó a ser su colaboradora personal. "Fue una clásica historia de alumna y director. Nos queremos mucho, nos acompañamos. Vos me dirás por qué tanta diferencia de edad, ¡pero acá el pendejo soy yo!", le cuenta, gracioso, al diario que lo entrevista.
Para Moffatt la experiencia de casarse no es nueva: "Es la cuarta vez que me caso", admite. Esta vez, su hija fue testigo de la boda: "Acá hay amor", sostuvo el día de la ceremonia.