El alcohol en gel ya casi no se vende
El hábito que trajo la gripe A se abandonó
Hace tres años, el virus H1N1 afectó los hábitos de todos los argentinos. La gripe A, incluso, puso fin al contacto en los saludos, los besos y el rito del mate compartido. El miedo y la psicosis ante un posible contagio se habían apoderado del país y muchos salían a la calle con la cara cubierta por un barbijo.
El alcohol en gel se transformó en un aliado cotidiano, a toda hora y en todo momento había que limpiarse las manos, y hasta los niños más pequeños aprendieron en el jardín de infantes y el colegio que, al toser o estornudar, había que taparse la boca con el ángulo interno del codo. Con la mano, jamás.
El invierno de 2009 trajo, junto con la epidemia de gripe A, un cambio en las costumbres de los ciudadanos. Pero no todos los métodos cotidianos de prevención han logrado perdurar y transformarse en nuevos hábitos.
El frasquito de alcohol en gel, por ejemplo, infaltable en la cartera de la dama y a disposición de los clientes en cualquier tipo de local, sin importar el rubro ni la zona, hoy es casi una especie en extinción. Su venta en las farmacias cayó estrepitosamente al año siguiente de la pandemia.
Emiliano, encargado de un local de una cadena farmacéutica de Belgrano, hizo un balance comparativo para graficar la situación. "Ese año [por 2009] llegamos a vender más de 500 frasquitos de alcohol en gel de una de las marcas líderes. En el mes de julio del invierno siguiente bajamos a unas cuatro o cinco botellitas diarias, y este año hemos apenas vendido algunas unidades nomás. La gente ya se olvidó de la gripe."
Recuerda el empleado que durante el invierno de 2009 "la gente compraba por cajas y se abalanzaba sobre los góndolas; ni siquiera nos daban tiempo a reponer el producto, y cuando nos quedábamos sin stock algunos se ponían furiosos hasta con nosotros, que no teníamos nada que ver".
La inusual demanda de barbijos que desbordó la producción de varias empresas también ya es cosa del pasado, pero algunas medidas de prevención han logrado imponerse. El uso de pañuelos descartables, ventilar los ambientes y cubrirse la boca y nariz con el antebrazo son conductas habituales que hasta los más pequeños ponen en práctica. "Ayer mi hija, que tiene cuatro años, me llamó la atención al estornudar porque me tapé la nariz con la mano, y me recordó con un gesto cómo debía hacerlo. Empezó el frío y en la escuela ya comenzaron con la campaña de prevención", contó María Freire.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, además de destacar la importancia de la vacunación antigripal para este invierno, la campaña de prevención 2012 insiste en algunas recomendaciones: "Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de haberlos usado, ventilar todos los ambientes y permitir la entrada de sol en lugares cerrados, mantener limpios picaportes y otros objetos de uso común y no compartir con nadie cubiertos ni vasos", sugiere la campaña oficial.