El abrupto cierre del colegio Guido Spano afecta a 350 estudiantes
Los padres de alumnos y los 50 docentes que trabajaban en ese instituto privado de Palermo se enteraron ayer de la medida; las autoridades no dan explicaciones
El año lectivo en el antiguo colegio privado Guido Spano, una institución que hace 90 años ocupa una casona de la calle Billinghurst al 1355 en el barrio de Palermo, terminó sin ningún tipo de problema o alarma. Los padres de los 350 alumnos que asisten a los niveles inicial, primario y secundario ya habían pagado las matrículas correspondientes para asegurarse las vacantes para 2014; en la página web institucional del colegio se anunciaba una reunión informativa para padres programada para el 5 de marzo.
Sin embargo, ayer los padres, los alumnos, los docentes y los empleados se enteraron de que se quedaron sin vacante, sin escuela y sin trabajo, respectivamente, porque los dueños del colegio decidieron, sin dar ningún aviso previo y con tiempo, que el Guido Spano no volverá a abrir sus puertas.
Ninguna autoridad responsable de ese establecimiento le comunicó ni le explicó esta decisión a la comunidad educativa del colegio. Los padres y los profesores se enteraron de que el Guido Spano había cerrado por medio de las advertencias de unos vecinos que vieron los camiones de mudanza estacionados en la puerta del establecimiento. Ni siquiera las directoras estaban al tanto del abrupto cierre.
Unas 70 personas entre padres, alumnos, docentes y empleados se juntaron ayer por la mañana en la puerta del colegio para ver si podían averiguar algo más certero.
"Mi hijo debe materias de quinto año. ¿Cómo se va a anotar en la universidad si no recibe el título del secundario? ¿Por qué nadie da ninguna explicación?", se preguntaba Graciela Díaz, uno de los tantos padres perplejos, desorientados y enojados en la puerta de la escuela. "¿Cómo sabemos si vamos a encontrar vacantes en febrero?, agregó otra madre, Paola Irigoyen.
Un insólito secreto
La situación del Guido Spano se develó cuando el 31 por la noche varios vecinos vieron que cargaban muebles y pupitres a un camión de mudanza estacionado en la puerta del instituto.
"Cuando el miércoles primero nos volvimos a enterar que había otro camión llevándose cosas del colegio dejamos todo y fuimos. Unos cortamos la calle con un auto, mientras otros padres fueron a la comisaría a hacer la denuncia y a la fiscalía. Unas horas más tarde nos asignaron a un policía que se ubicó en el colegio y la fiscalía confiscó todo lo que se estaba llevando el camión. Uno de los que hacían la mudanza me dijo que tenía instrucciones de llevarse hasta los trofeos y las placas de bronce. Ahí nos dimos cuenta de lo que estaba pasando y avisamos al resto", relató a LA NACION Karina Raffo, madre de un estudiante.
Sólo a las 14 la gente congregada recibió la confirmación de lo que sospechaban, por parte de la directora de la Dirección General de Educación de Gestión Privada del gobierno de la ciudad (Digep), Beatriz Jáuregui. Ella fue contactada ayer por la abogada de la sociedad anónima dueña del colegio, Andrea Cruz, quien le confirmó que efectivamente el colegio no iba a volver a abrir sus puertas porque no habían podido renegociar el alquiler del inmueble que ocupa. La abogada se comprometió a devolver el pago de la matrícula.
"A mitad de año nos comunicamos con el colegio porque tuvieron algunas dificultades económicas, pero nos aseguraron que habían incorporado alumnos y que iban a continuar. Nos enteramos de este abrupto cierre por los medios", afirmó Jáuregui a LA NACION.
La Digep luego se comunicó con la fiscalía 19, donde está radicada la denuncia y toda la documentación y los legajos confiscados del camión. Cuando se coordinen las operaciones van a recibir todo en la dirección, por lo que le garantizaron a los padres que tendrían toda la documentación para reinscribir a sus hijos para este año lectivo. Los alumnos que todavía adeudan materias que deben rendir en febrero van a poder dar sus exámenes en la Digep. Además, según aseguró Jáuregui, la Digep hará un trabajo de relevamiento en los colegios de la zona que tengan un proyecto pedagógico similar al Guido Spano para luego presentar opciones a los padres.
La funcionaria afirmó que si bien el gobierno porteño subsidia el 60% de los salarios de los profesores del Guido Spano, el colegio es el responsable del pago en un 100%, por lo que el sueldo de diciembre que se les debe a los docentes tendrá que esperar unos días.
"Tendremos que demorar unos días el pago hasta que sepamos mejor lo que pasó. Sin embargo, creemos que van a poder cobrar lo que se les adeuda pronto", indicó. Con los docentes harán un trabajo de relevamiento para su reubicación.
La mayoría de los damnificados tendrá que soportar la incertidumbre hasta mediados de febrero, ya que a estas alturas del año los colegios están cerrados.
lanacionarDel editor: Cómo sigue.