Coronavirus en la Argentina. El 73% de los fallecidos de menos de 50 tenían una enfermedad previa
LA NACIONFabiola Czubaj
Mientras la edad no parecería ser suficiente para conferir protección extra en los más jóvenes si existen los mismos factores de riesgo que en los mayores de 60 años, la infección por el nuevo coronavirus Covid-19también puede ser mortal sin esas afecciones, como en dos de los 15 fallecidos de menos de 50 en el país.
El 73% tenía alguna de las condiciones previas que favorecen la aparición de una forma más grave de Covid-19, de acuerdo con el Ministerio de Salud de la Nación.
La obesidad fue la más prevalente, aunque combinada con enfermedades como la diabetes o la insuficiencia cardíaca en dos de los tres fallecidos de entre 30 y 39 años, y con la diabetes, en cinco de las 11 víctimas de entre 40 y 49 años. Estos números se duplican en los decesos de personas de entre 50 y 59 años.
En los menores de 49 hubo tres casos con afecciones respiratorias: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y tuberculosis.
Los registros oficiales del avance del Covid-19 en el país indican que 4532 personas contrajeron la infección, con 2916 que aún están cursando la enfermedad. El 7% de las muertes es en menores de 50 años (entre 27 y 49 años, de acuerdo con los 225 decesos informados).
El paciente más joven estaba internado en el Hospital San Miguel Arcángel, según informaron el 18 de abril pasado las autoridades municipales de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires. Había recibido un trasplante renal. En su caso, la revisión epidemiológica del deceso señala la insuficiencia renal como condición de riesgo diferencial.
"Cada vez que fallece un paciente joven, analizamos especialmente las comorbilidades. Vemos que varios tienen problemas de salud preexistentes, como los mayores de 60, pero hay otros que no los tenían, que estaban en buen estado de salud. Esto también lo estamos estudiando", dijo Sonia Tarragona, subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica de la cartera sanitaria nacional. "Aún no hay un patrón que nos permita sacar una conclusión porque el número de decesos (en menores de 50) es muy bajo como para hacerlo", agregó.
Sin otras afecciones
LA NACION revisó los comunicados oficiales, las declaraciones de familiares y los partes médicos sobre esos 15 fallecimientos. Los dos primeros fueron hace un mes -el 2 de abril pasado- y en centros de la provincia de Buenos Aires. Se trató de una mujer de 46 años que estaba internada en el Hospital Municipal San José, de Campana, y un operario de una empresa de logística y transporte que opera en el Mercado Central. Tenía 41 años y estaba internado en un sanatorio de Avellaneda.
En ese momento, familiares de la mujer le dijeron al diario zonal La Auténtica Defensa que el diagnóstico era neumonía por el nuevo coronavirus y que ella estaba "sana" antes de consultar por fiebre y dificultad para respirar, dos de los síntomas inespecíficos que definen clínicamente un caso sospechoso de Covid-19.
En Río Negro, compañeros de trabajo y familiares de un enfermero de la cárcel de Choele Choel mencionaron que el hombre, de 40 años, había empezado con algo parecido a una "bronquitis con fiebre", que se trataba de Covid-19. La tuberculosis diagnosticada tiempo atrás le había dejado secuelas pulmonares. Estuvo internado en el Sanatorio Juan XXIII y el 13 de abril murió.
A los cuatro días, se conoció la muerte de otro enfermero, Silvio Cufré, que tenía 47 años, era hipertenso y contrajo el virus en el Instituto Médico Brandsen, donde hubo 18 contagios relacionados con el futbolista Walter Montillo, según la investigación epidemiológica de la Secretaría de Salud de Brandsen.
El municipio atribuyó a esa clínica una sucesión de irregularidades: "La difusa información, la sospecha de haber manejado cadáveres de manera irresponsable y el no cumplimiento de las medidas de seguridad para la comunidad en general y para los pacientes y empleados del instituto, de la empresa velatoria y del cementerio municipal en particular".
Hace una semana, un hombre de 45 años murió en el Sanatorio Chaco, tras 18 días de internación. Era diabético y, según dos medios locales que siguieron su caso, había quedado internado el 6 de abril por una caída del nivel de glucosa en sangre (hipoglucemia) y deshidratación. "Por su diabetes, su salud venía muy deteriorada, perdió la vista, tenía insuficiencia renal, problemas con corazón, era un paciente de muy alto riesgo", describió la esposa a Diario Norte. "No estoy disconforme con la atención que le dieron. Pero consideramos que no ingresó con el virus, lo contrajo estando internado".
El miércoles pasado, dos hombres jóvenes, de 37 y 38 años, murieron en las provincias de Buenos Aires y Río Negro. Uno estaba internado en el Hospital de San Vicente, donde trabajaba en el área de seguridad. Pertenecía a los grupos de riesgo en esta pandemia, ya que tenía hipertensión, insuficiencia cardíaca y obesidad. El de 38 años estaba internado en coma desde hacía un año en el Hospital Ernesto Accame, de la localidad rionegrina de Allen, según detalló a los medios locales Mercedes Iberó, secretaria de Políticas Públicas de Salud.
Por Fabiola Czubaj
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