Datos, innovación e informática se afianzan en la oferta argentina; alta demanda laboral y buenos salarios, dos condimentos clave para avanzar en ese tipo de estudios superiores
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“Las personas que estamos educando hoy se van a encontrar con desafíos que todavía no existen. Hay que estimular a las personas a que desarrollen su capacidad de generar e implementar ideas, y cuanto antes se comience a trabajar en eso, mejor”, señala Leonardo Medrano, secretario general de Academia y Desarrollo de la Universidad Siglo 21, con respecto a los trabajos del futuro.
Cada paso que da la Inteligencia Artificial (IA) deja en claro que no hay escapatoria a la alfabetización informática. De hecho, un estudio del IBM Institute for Business Value (IBV), realizado en agosto de 2023, afirma que el 40% de los trabajadores del mundo deberá capacitarse y reentrenarse como resultado de la implementación de la Inteligencia Artificial y la automatización durante los próximos tres años.
“El futuro, pero también el presente, obliga a estar preparados para afrontar lo nuevo y lo inesperado. Administrar es tan necesario como crear, y ello nos empuja a sentirnos a gusto con la incertidumbre, a ver en la ambigüedad oportunidades de nuevos nacimientos, a recibir la novedad como el punto de inicio de una nueva solución para problemas que nunca antes enfrentamos”, expresó a LA NACION Juan María Segura, asesor, consultor y experto en innovación y gestión educativa.
De esta manera, ante un escenario de constantes cambios y avances tecnológicos, y un mercado laboral demandante y exigente, universidades públicas y privadas del país apuestan cada vez más por diferentes “carreras del futuro”, cuyos ejes principales son la innovación, los datos y la informática.
Una de ellas es la Universidad Siglo 21. Entre su oferta académica, se destacan las licenciaturas en Educación y Nuevas Tecnologías, Hidrocarburos y Geociencias, Inteligencia Artificial y Robótica, Administración de Infraestructura Tecnológica, Bioinformática y Gestión de la Información.
“Los desafíos y amenazas del futuro no provienen de la transformación tecnológica, sino de la falta de acceso a la educación. Debemos comprometernos en acercar a las personas en las profesiones del futuro”, remarcó Medrano sobre la importancia de difundir el valor de estas carreras.
Según explicó a este medio, el objetivo es no solo “expandir las opciones vocacionales” de aquellos que finalizan los estudios secundarios, sino también incentivar a un proceso de adaptación o “reskilling” de trabajadores que provienen de profesiones tradicionales. “Es fundamental desarrollarnos en estos aspectos si queremos ser competitivos a nivel internacional”, agregó.
Carreras innovadoras
Según los especialistas consultados por LA NACION, tanto la informática como los datos son disciplinas que ya están sentando bases en el actual mercado laboral. “Los datos son un emergente de la digitalización de nuestras vidas. Eso significa estamos frente a la enorme oportunidad de comprender, gracias a esos datos nuevos, conductas que hemos sostenido durante siglos y que siempre se habían mantenido ocultas a nuestro entendimiento. Y muchas de esas conductas han sido incorrectas o inconvenientes desde el punto de vista de la optimización del uso de la energía humana”, precisó Segura.
A nivel nacional, el empleo en el rubro informático creció un 38,3% en los últimos cinco años, lo que equivale a más de 37.700 de puestos de trabajo, según datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación. Además, profesiones como programación, ingenierías y data science se posicionan como aquellas con “alta demanda laboral” y “buenos salarios” en la Argentina, según un ranking elaborado por la empresa Randstad, en julio de 2023.
Por su parte, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) sumó la carrera de Bioingeniería, que se dicta en la sede regional de Haedo, en el conurbano bonaerense. “Como universidad pública y nacional, nuestro cliente es la sociedad, por ende debemos detectar qué necesidades podemos satisfacer para mejorar la calidad de vida. En ese marco, la bioingeniería es un área de vacancia en nuestro país”, comentó a LA NACION Carlos Salvador, decano de esa sede.
La bioingeniería propone “soluciones innovadoras”, como dispositivos médicos, sistemas de diagnóstico y terapias avanzadas, lo que contribuye al avance de la atención médica y mejora de la calidad de vida, según explicó Salvador. Un ejemplo de su aplicación es el desarrollo de nuevos nanomateriales para la reparación y sustitución de tejidos dañados por lesiones.
Además, Salvador destacó una investigación que actualmente se realiza sobre la disrupción de la conectividad neuronal del Alzheimer, en la que se espera “identificar biomarcadores útiles para el diagnóstico y la monitorización de la enfermedad”.
El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) es otra de las universidades que se presenta como “vanguardista” frente a los cambios tecnológicos y cómo estudiarlos. Durante 2023, el ITBA lanzó, por ejemplo, la Maestría en Fintech, a raíz del aumento de empresas y puestos de trabajo vinculados con el mundo de las billeteras virtuales.
Según la información oficial del ITBA, esta propuesta académica ofrece “conocimientos técnicos aplicados a las finanzas y herramientas de gestión, de dirección y de liderazgo para encarar proyectos tecnológicos financieros”. Al respecto, el rector de la universidad, Andrés Basilio Agres, expresó: “Los profesionales del futuro deben ser capaces de formarse en el contexto de un mundo integrado. Por eso nos enfocamos en proponer transformaciones e innovación, promover cambios más allá de las estructuras conocidas, convencionales y ya probadas”.
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