Educación: Argentina busca inspirarse en Singapur, Shanghai, Japón, Corea del Sur y Finlandia
PARIS - ¿Memorizar o experimentar? ¿Evaluar periódicamente o a fin de año? ¿En qué momento comenzar a desarrollar el espíritu científico de un niño? ¿Qué formación debe darse a los maestros? ¿Qué papel juega la remuneración de los docentes en la educación? Esos y muchos otros temas decisivos para una buena educación fueron tratados en el coloquio "Historias de Éxito", organizado el 14 y 15 de marzo en la sede de la UNESCO en París por la delegación argentina ante esa organización.
El seminario, moderado y conducido por el embajador argentino ante esa institución, Rodolfo Terragno , contó con la participación de expertos de Singapur, Shanghai, Japón, Corea del Sur, Finlandia y Estonia: países que se ubican en los niveles más altos de las mediciones educativas internacionales, como PISA y otras.
"No para copiarlos, sino para inspirarnos de ellos. Para ver si alguna de las técnicas que utilizan puede adaptarse a nuestra realidad concreta", explicó Terragno a La Nación. Los temas tratados fueron múltiples y los resultados "apasionantes", relató el embajador argentino, evocando el entusiasmo y el número de asistentes.
Apoyado con vehemencia por el presidente Mauricio Macri , en la cita estuvieron presentes la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, el ministro de Educación argentino Alejandro Finocchiaro , representantes de la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"Los países que avanzan son aquellos que apuestan por el conocimiento", dijo el ministro Finocchiaro en su discurso de apertura. "Cuando educamos, formamos gente en valores. Construimos ciudadanía formando hombres y mujeres de bien, no solo para nuestro país, sino para la humanidad", agregó.
¿Acaso la enseñanza moderna debe basarse en el razonamiento y la experimentación, más que en la memorización? Tema de gran actualidad y debate en los países occidentales, los panelistas parecieron coincidir en la excelencia del tradicional método "memorístico": "El razonamiento se realiza a través de conocimientos fijados en la mente, y experimentar no es improvisar, sino verificar hipótesis que parten también de conocimientos adquiridos por memoria", explicó Terragno.
Para la japonesa Akiko Ono, directora de Departamento de Investigación del ministerio de Educación de su país, "lo importante es -en todo caso- identificar y descartar la memorización inútil".
También hubo coincidencias en la necesidad de evaluar periódicamente a los alumnos. Ese fue el ángulo defendido por la bióloga y psicóloga eslovaca Paulina Korsnakova, del IEA. La científica señaló la importancia de que la enseñanza incluya desde la primera infancia un espíritu científico, mostrando las relaciones causa-efecto e incitando a formular hipótesis, sometiéndolas a verificación.
"Otro de los puntos de consenso fue la necesidad de realizar estudios universitarios específicos para ser docente, someterse luego a evaluaciones periódicas y seguir perfeccionándose a lo largo de la vida profesional", recordó Terragno.
Según la profesora china Huihua He, de la Universidad Normal de Shanghai, los maestros se seleccionan por concursos de antecedentes y exámenes. En los contratos que firman con el ministerio de Educación, "los maestros se comprometen a dedicar 40 horas semanales: 20 a dar clases y 20 a estudiar", precisó. Todos coincidieron: "Esta es una de las claves principales para alcanzar la excelencia en la educación", subrayó Terragno.
Chae Hong Joo, director de Presupuesto del Ministerio de Educación de Corea del Sur, señaló por su parte la necesidad de una "remuneración adecuada" como uno de los requisitos de la calidad educativa, junto con la formación, las calificaciones y la eficiencia de los docentes. No obstante, las cifras mencionadas en el coloquio demuestran que, en la mayoría de los países invitados, los salarios de los docentes son equivalente a los ingresos de un empleado público.
En cuanto a la debatida cuestión de la duración que deberían tener las clases, el especialista de la OCDE, Yuri Belfali, opinó que la extensión "no es importante en sí misma: lo que importa es cuánto conocimiento aporta el docente por cada día de clase". "Las clases cortas pueden ser más eficientes que otras. Pero esto requiere un gran esfuerzo de parte del docente", dijo.
El doctor Lee Nga Hoe, del Instituto Nacional de Educación de Singapur, país de referencia en la enseñanza de las matemáticas, entusiasmó tanto a los presentes que el ministro Finocchiaro le extendió una invitación para visitar Argentina.
"No, nuestro país no pretende que convirtamos a los chicos en atletas", explicó. "No, nuestro método no es demasiado costoso como se dice. Tanto que incluso se puede acceder a él por Internet", dijo Lee Nga Hoe. El secreto de ese modelo que ya utiliza hasta Estados Unidos es inducir al niño al razonamiento, que desde el primer día entienda el porqué del cálculo matemático. Las tres jornadas del coloquio fueron grabadas en su totalidad por la Universidad Siglo XXI, que las subirá a su red, donde podrán ser consultadas.
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