Ecoparque: reabre un sector del ex zoo convertido en un paseo público y sin animales
Antes de los plazos previstos cuando cerró, en septiembre del año pasado, el Ecoparque porteño reabrirá sus puertas aunque con un formato diferente al pensado en el proyecto de reconversión. Desde mañana habrá un espacio abierto al público que funcionará, con horarios limitados, como una plaza o un parque más de la ciudad donde hasta hace poco tiempo se podían ver animales en exhibición. Será la primera etapa de una apertura gradual que finalizará en 2021 con la totalidad de la obra ya finalizada.
Serán poco menos de 2,5 hectáreas cercanas a Plaza Italia, con entrada por El Arco de Tito, en avenida Las Heras casi Sarmiento, las que estarán disponibles para la gente que podrá encontrarse allí con un escenario totalmente diferente al conocido antes de la estatización del exzoológico porteño. Sin las boleterías, sin los kioscos, con mayor cantidad de senderos y espacios verdes, nuevos árboles y el lago Darwin restaurado y saneado el lugar, llamado Zona Llanura Pampeana, intentará mostrar el nuevo concepto de Ecoparque que se busca implementar en todo el predio de 17 hectáreas. Estará abierto de jueves a domingo, entre las 10 y las 17, con entrada libre y gratuita.
En este espacio renovado, que recrea un humedal, no habrá animales en exhibición, aunque sí algunas especias autóctonas, como patos, maras y chajás que estarán libres. También se sumarán ejemplares provenientes de la caza furtiva y de la venta ilegal (todos los años llegan unos 500 al Ecoparque donde son recuperados y puestos en libertad) con sus adiestradores para generar acciones educativas junto a los visitantes. Además las autoridades prometen dictar talleres y actividades ligadas a la conservación animal y del medio ambiente.
Mientras el lugar vuelve a la gente continuarán los programas de traslado mediante los cuales ya se derivaron unos 600 ejemplares, entre ellos leones, osos, primates y aves. La colección del Ecoparque llega hoy a los 840 animales de diferentes especies, de los cuales entre 300 y 500 se quedarán en el predio porque no son derivables, como los considerados gerontes.
Algunos aguardan con paciencia y angustia la llegada del momento de su liberación en un espacio natural, más acogedor que un recinto cerrado. Es el caso de la elefanta Mara que ya tiene destino asegurado en una reserva natural de Mato Grosso, en Brasil, pero la fecha del inicio de su viaje se posterga por la meticulosa documentación y estudios necesarios. Ahora se espera que en diciembre de 2019 abandone el Ecoparque.
La reapertura también llega meses después de las muertes inesperadas de la rinoceronta Ruth y la jirafa Shaki, dos casos que volvieron a poner en el centro de la polémica al proyecto de transformación del Ecoparque diseñado por el exministro de Modernización, Innovación y Tecnología, Andy Freire. Hace pocas semanas fallecieron un camello y una leoparda de las nieves, aunque se trataba de dos animales que ya habían alcanzado su expectativa de vida.
"Nuestra intención es mostrar el modelo nuevo del Ecoparque. Será un espacio donde se podrá ver lo que se está haciendo para la transformación del lugar", sintetizó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, ante la consulta de LA NACION.
Dicha cartera tomó el proyecto inicial que debió ser modificado por presión de las ONG ambientalistas y los diputados de la oposición cuando se votó la ley para concesionar los espacios que están quedando libre por el traslado de los animales, muchos de ellos considerados edificios patrimoniales. El oficialismo tuvo que bajar a 15 los inmuebles a privatizar, por un plazo de hasta 20 años, donde se podrán realizar actividades educativas, recreativas y de concientización para la preservación y conservación del ambiente; servicios y propuestas que mejoren la experiencia del visitante, o que permitan posicionar el predio como un paseo familiar de referencia en la ciudad.
Cuatro de esas instalaciones, La Casita Bagley, la Confitería El Águila, el Pabellón de los Loros y el Palomar, forman parte del espacio que estará abierto a partir de mañana. Sus procesos de restauración están en marcha y seguirán su curso proyectado, al igual que todas las obras de mejora que se están realizando en todo el predio. En algunos meses la superficie habilitada al público se ampliará ya que la idea es integrar, en forma gradual, todo el Ecoparque.
"Cambiamos el proyecto original porque apuntábamos a tener todo listo en 2023, pero con el predio cerrado. Ahora vamos a ir habilitando por sectores y apuntamos a tener todo listo en 2021. Es un cambio conceptual", explicó Macchiavellli. El ministro aportó que cuando culmine el proyecto el predio ganará un 24% más de espacio verde que saldrán de las demoliciones de algunos edificios (los que no tienen protección histórica) y el levantamiento de calles asfaltadas.
El proyecto integral propone conocer la biodiversidad del país a través de ecorregiones con la recuperación del trazado original de 1917 mediante el uso de vegetación autóctona para atraer fauna silvestre. En esta primera etapa el lago Darwin se adaptó para que refleje una laguna pampeana, se instalaron nuevos accesos, se acondicionaron los senderos existentes, se pusieron a punto los sistemas de riego y se acondicionaron las redes hidráulica, sanitaria y eléctrica.
Además, en los alrededores del lago Darwin, de más de seis millones de litros de agua, se colocaron 93 nuevos árboles de 16 especies distintas, centenares de ejemplares de herbáceas, 18 palmeras, 11 especies arbustivas y cuatro enredaderas. Todo esto para fortalecer el concepto de la protección ambiental, un enfoque diferente al proyecto inicial que ponía la mirada en otros sectores del predio de Palermo.
Foto: Emiliano Lasalvia