Dos editores de LA NACION, académicos de periodismo
Carlos Reymundo Roberts y Alicia de Arteaga se incorporaron ayer en una ceremonia pública; reivindicaron los valores de la profesión
El desafío del periodismo no es el canal de difusión que tuvo, tiene o tendrá de la mano de la revolución tecnológica, sino sus valores fundacionales, como la honestidad, la rectitud y la verdad.
Ésa ha sido la conclusión coincidente de cinco de los seis nuevos miembros de la Academia Nacional de Periodismo que ayer disertaron ante un salón colmado al incorporarse a la institución, durante un acto formal en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional.
Con la excepción de Julián Gallo, experto en nuevos medios, que no pudo asistir al acto por un problema familiar, ayer se incorporaron a la Academia el prosecretario general de Redacción de LA NACION, Carlos M. Reymundo Roberts ; la prosecretaria de Redacción de LA NACION y editora de arte, Alicia de Arteaga; el editor de Clarín, Miguel Wiñazki; Silvia Naishtat, editora en la sección El País de Clarín y especializada en economía, y el sociólogo Eduardo Fidanza, director de Poliarquía Consultores.
"Integrar la Academia significa creer en bastiones tan anticuados como la honestidad, la rectitud y la verdad", afirmó su presidente, Hermenegildo Sábat, al aclarar "diversas confusiones" .
"No ha sido ni será una corporación. Tampoco es una institución de carácter gremial o un club donde se reúnen colegas para evocar sus pasajes, agradables o tristes, en los medios donde se desempeñaron. Se trata, sí, de un ámbito que cree, sostiene y estimula el respeto entre y hacia colegas en todo nuestro territorio", afirmó Sábat.
Y advirtió: "Ese respeto, que se pretende degradar, deriva de una vocación para servir y defender modelos que no sostienen más que una interpretación y sólo son posibles en libertad".
Los nuevos académicos son contemporáneos entre sí y están en plena actividad periodística. Y, aunque sus temáticas de cobertura son diferentes, sus valores fundacionales son los mismos: informar con la verdad.
En orden alfabético, como si hubieran vuelto a dar examen en la escuela, brindaron sus discursos frente a un auditorio atento dentro del que se encontraban desde la artista plástica Nora Iniesta y el fiscal José María Campagnoli, hasta una gran cantidad de periodistas, familiares y amigos de los flamantes miembros de la Academia.
Alicia de Arteaga celebró que "el mundo de las artes visuales esté hoy en la agenda periodística con un protagonismo creciente". Admitió que a los periodistas les toca "vivir un momento de grandes desafíos" por la evolución de las tecnologías de difusión. Pero consideró que "en medio de las presiones políticas y de las crecientes demandas del mercado, el principio rector seguirá siendo siempre el que nos enseñó Gabo (García Márquez): atrapar al lector desde la primera línea".
Eduardo Fidanza dio su mirada sociológica del periodismo. Pidió "meditar acerca de la calidad de la producción periodística" y sostuvo que "hay mucho periodismo bueno y mucho periodismo malo en las orillas que nos dividen".
Silvia Naishtat hizo alusión al escritor Roberto Arlt, cuyo sillón ocupará, para referirse al desafío periodístico frente a las nuevas tecnologías. "Arlt no sólo quebró el lenguaje, sino que creó su propio lenguaje. Nadie pretende volver a los años 40. Nuestro desafío es informar sin perder el rigor y la narrativa frente a Twitter", planteó.
Carlos M. Reymundo Roberts trazó un paralelismo entre el periodismo y el sacerdocio: "Los periodistas tenemos algo de predicadores, solemos creernos que la nuestra es la verdad revelada, les ponemos el oído a las más impresionantes confesiones, bendecimos y condenamos al fuego eterno, y estamos convencidos, y creo que no nos falta razón, de que el nuestro es un invalorable servicio para que el mundo sea un poco mejor".
Miguel Wiñazki esbozó un "breve teorema de la aproximación al periodismo: el concepto sin información está vacío y la información sin concepto está ciega".
Sábat entregó los diplomas a los académicos, junto con la vicepresidenta segunda de la entidad, Magdalena Ruiz Guiñazú. Aplaudieron las distinciones, entre muchos otros, los periodistas Fernán Saguier, José Claudio Escribano, Héctor D'Amico, Jorge Fontevecchia, Ricardo Kirschbaum, Carlos Pagni, Nicolás Wiñazki, Hugo Gambini, el padre Rafael Braun y los analistas Adrián Perechodnik y Alejandro Catterberg.