Dolor crónico y sensaciones anormales: la enfermedad que podría haber atormentado a Frida Kahlo
Dos médicos, uno mexicano y otro argentino, concluyeron que la artista habría padecido fibromialgia; la afección habría aparecido luego del accidente que tuvo cuando tenía 18 años; sin embargo, otros profesionales creen que habría padecido otras patologías
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La pasión y el dolor fueron dos constantes en la vida de Frida Kahlo, que en su breve pero intensa existencia –murió a los 47 años– dejó una huella indeleble sobre las artes visuales de México y de buena parte del mundo. Y fue precisamente a partir del dolor que la acompañó tanto tiempo que el médico reumatólogo mexicano Manuel Martínez Lavín, junto al argentino Juan Canoso, propusieron hace ya más de 20 años una hipótesis firme que aún hoy despierta interés y también discusiones: que Kahlo sufrió fibromialgia postraumática.
“El diagnóstico en retrospectiva no se puede comprobar –admite Martínez Lavin en diálogo con LA NACION, mientras explica que Canoso, su colega argentino radicado en México, tiene más de 90 años y es reticente a entrevistas–. Lo que sí sabemos es que Frida tuvo todos los síntomas de fibromialgia, que a veces comienza después de un accidente, como en este caso el que sufrió a los 18 años, donde tuvo fracturas de varias vértebras y quedó con dolores persistentes que no respondieron a ningún tratamiento”.
La propuesta presentada por los dos médicos reumatólogos en un artículo científico se nutrió también, indirectamente, de otra argentina: la crítica de arte Raquel Tibol, nacida en Entre Ríos –y ya fallecida– que fue muy amiga de Frida y a quien Martínez Lavín entrevistó varias veces. “Me dijo que Frida no solo sufría tremendos dolores, sino que tenía además un gran cansancio, que la obligaba a permanecer postrada, en cama.”
Una muy célebre pintura de la artista, La columna rota, da una clara imagen de dolor crónico, sufrimiento y sensaciones anormales, como los pinchazos. “Ella se dibuja con dolor y múltiples clavos que le están penetrando en el cuerpo: eso es lo que describen muchas personas con fibromialgia –añade Martínez Lavín, que es médico del Instituto Nacional de Cardiología de México–. En el diario de Frida existe un dibujo donde se ve la ve con clavos que se están enterrando en los sitios donde tenía más dolor, que años después se pudo comprobar que son muy cercanos a algunos de los puntos hipersensibles de la fibromialgia”.
La fibromialgia, cuyo nombre fue acuñado por el reumatólogo estadounidense Philip Kahler Hench en 1975, es una enfermedad que sufre entre el 2 y el 4% de la población, más mujeres que varones (en una relación 20/1), caracterizada por una constelación de síntomas como dolores de cabeza, de cuello, de hombros y de cadera, entre otros; rigidez en las articulaciones; bruxismo; intestino y vejiga irritable; mareos; insomnio; vértigo; hormigueos, quemazón y sensación de agujas en distintas partes del cuerpo; y múltiples sensibilidades (a sustancias químicas, al calor, y a ruidos, entre otras).
Seguramente el hecho de que en la época de Frida no se conocía la enfermedad, hizo que la artista mexicana pasara largos períodos de su vida “atrapada” en corsés (hasta tuvo uno de acero) y que sufriera más de 30 intervenciones quirúrgicas. “Eran los recursos que se tenían como tratamiento en aquella época, que vistos a la luz de ahora pueden haber sido incluso dañinos”, añade Martínez Lavín. En 1953, un año antes de su muerte, los dolores en su pierna derecha eran tan fuertes que debieron amputársela.
Indicadores
“Mi equipo y yo llevamos décadas estudiando la fibromialgia y tenemos una idea clara de que diversos estrés, ya sea físico como por ejemplo un accidente o psicológico como el abuso constante o infeccioso como ha sido la pandemia por Covid-19 pueden ser disparadores de la enfermedad y producir una fibromialgia postraumática –afirma Martínez Lavín–. Diversos tipos de estrés pueden irritar los núcleos de las células que transmiten dolor, que se encuentran alrededor de toda la columna vertebral y causar una neuropatía como la de los pacientes diabéticos o la que produce el herpes zóster. La diferencia es que en la fibromialgia es una neuropatía generalizada. Esto ha sido ya demostrado en el modelo animal: ratones que han sufrido un traumatismo físico importante, que quedan con dolor persistente y alteraciones en los ganglios de las raíces dorsales, que son los núcleos de las fibras nerviosas que van a toda la piel y los órganos internos.”
Una de las limitaciones que tiene el diagnóstico de esta enfermedad es que en aun aquellas personas que experimentan mayores dolores y malestares es muy difícil –eventualmente imposible– encontrar indicadores claros de alguna afección física. Las investigaciones del reumatólogo mexicano van dirigidas a probar que sí existen esos indicadores biológicos.
“Hemos estudiado las fibras nerviosas de la córnea, las más sensibles del ojo –afirma–. Por medio una microscopía confocal, un método diagnóstico reservado únicamente para investigaciones, hemos comprobado que en los pacientes con fibromialgia estas fibras finas son mucho más delgadas y están menos expresadas. El nivel de daño en estos nervios se correlaciona con el nivel de padecimiento. Ese sería un indicador directo de la enfermedad, corrobora que la fibromialgia es una neuropatía y va en contra del dogma de que el origen del dolor está en el cerebro y es parte de un Síndrome de Sensibilización Central”, un síndrome que además de fibromialgia puede incluir trastornos como piernas inquietas, disfunción mandibular, migraña, cefalea tensional, cistitis, ansiedad y depresión, colon irritable, dolor pélvico crónicoy sensibilidad química múltiple, entre otros.
Una teoría en discusión
En las investigaciones científicas, claro, una hipótesis que no puede probarse –por más firme que ésta sea– siempre puede discutirse. Para Osvaldo Messina, jefe de Reumatología del hospital Argerich y director de Investigaciones Reumatológicas y Osteológicas (IRO). “Sí existe la fibromialgia postraumática, que puede presentarse después de accidentes de tránsito o de golpes cervicales, y también por estrés crónico. Pero esto no significa que todos los casos de fibromialgia sean neuropatías”.
En la opinión de Messina, tampoco es posible aseverar que fuera el cuadro de Frida Kahlo. “No todos los pacientes con fibromialgia presentan este tipo de neuropatía, que produce un cuadro con sensación de hormigueos, quemazón y pinchazos que además es muy difícil de tratar. Lo que sí demostró por primera vez el doctor Martínez Lavín, a quien conozco personalmente, es que en la fibromialgia hay un trastorno del sistema nervioso autónomo, una disautonomía”. Esta altera el principal sistema de regulación interna, que permite la adaptación al medio ambiente, el funcionamiento de los órganos y que es el sistema primordial de respuesta al estrés.
“Frida Kahlo tuvo polio a los seis años, la polio de por sí genera una hipersensibilización de todo lo vinculado con el sistema nervioso y después tuvo un grave accidente de tránsito a los 18 años que le causó múltiples fracturas y compresiones –agrega Javier Furman, licenciado en Kinesiología y Fisioterapeuta–. Después de ese accidente quedó inmovilizada, sedentaria: eso lleva a la sarcopenia, es decir, la pérdida de la masa muscular. Y los músculos son mucho más que vehículos para mover articulaciones, son una fuente infinita de salud y al no moverlos, más las fracturas, más los dolores, todo eso la llevó a una depresión que podría parecerse a la descripción sintomática que se hace de fibromialgia, pero no ser necesariamente su diagnóstico”.
Por su parte, Ingrid Brunke, médica psiquiatra del hospital Alemán y coautora del libro Fibromialgia: cómo pensarla, abordarla y tratarla, afirma que “cabe la posibilidad de que Frida Kahlo haya tenido síntomas compatibles con fibromialgia, pero dentro de un gran contexto multisintomático. Después del severo accidente de tránsito que sufrió y de largos períodos de inmovilización física presentó un complejo cuadro doloroso generalizado, que se fue cronificando, junto a síntomas ansiosos y depresivos, y un gran cansancio físico, todos síntomas compatibles con fibromialgia. Pero además es probable que haya padecido dolor por los mismos procedimientos quirúrgicos, con secuelas compatibles con dolor neuropático que contribuyeron a un gran sufrimiento físico y emocional, con episodios de abuso de alcohol, y que pudo sublimar a través de la expresión artística”.
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