Dólar y turismo: sorpresas, incertidumbre y el rebusque de los argentinos para poder viajar al exterior en un contexto económico volátil
A solo dos semanas del inicio de las vacaciones de invierno, la crisis obligó a muchos viajeros a reprogramar, cancelar o elaborar distintas estrategias para poder mantener el viaje
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La salida intempestiva de Martín Guzmán del Ministerio de Economía el fin de semana dejó un escenario expectante a la apertura de los mercados. Previo a la asunción de la nueva ministra, Silvina Batakis, el dólar blue arrancó ayer 41 pesos por encima de su cierre el viernes, para retroceder 20 cerca del mediodía y cerrar finalmente en $260. La incertidumbre cambiaria se trasladó también al sector turístico a solo dos semanas del inicio de las vacaciones de invierno y para muchos viajeros les significó reprogramar, cancelar o rebuscarse con estrategias para mantener el viaje.
Las agencias turísticas esperan definiciones desde la cartera económica para dar más certezas a los usuarios y, dentro del sector, circularon varias comunicaciones informando de la suspensión de cobros en pesos para algunos productos, como por ejemplo el hospedaje. La mayoría de las preocupaciones de los viajantes se volcaron en el alza cambiaria. Los aumentos abruptos o la falta de información sobre precios “hasta nuevo aviso” fueron algunas de las situaciones que se registraron en la jornada de ayer. Los turistas argentinos miran hoy de cerca los cambios que se anuncien para el dólar turista, ahorro, tarjeta y las otras diferentes cotizaciones que conviven en la realidad económica para una misma moneda extranjera.
“El tema es el dólar. Ya estábamos por sacar los pasajes aéreos hasta que pasó todo esto”, cuenta Leandro, abogado de 31 años que proyectaba un viaje a los Estados Unidos que suspendió. ”La idea era viajar con mi mamá a Nueva York porque no conocemos y de ahí nos queríamos tomar un vuelo a Madrid. El gasto entre los dos iba a ser de 4800 dólares para los pasajes aéreos y otros 4800 para la estadía, sin excursiones”.
Si bien las tarifas y pasajes que había sondeado se mantuvieron iguales, la variación del tipo de cambio lo llevó a suspenderlo. “Hoy 10 mil dólares es una fortuna para un viaje de solo 20 días, si lo medís contra lo que ahora significan esos valores trasladados a pesos”, dice. El abogado está a la espera de que se estabilice la situación cambiaria y comenta que de avanzar en el futuro buscará bajar costos viajando menos días por Estados Unidos, o reduciendo las ciudades a visitar, o directamente optará por un destino más económico.
Además del viaje con su madre, Leandro evaluaba realizar un viaje a Perú, a un retiro espiritual de seis días. El precio de todo el viaje era de US$800 pero también desistió de hacerlo. “Lo estaba evaluando, pero ahora que explotó el dólar es muchísima plata”, agrega.
Iñaki es emprendedor y el 28 de julio viaja a Miami por vacaciones. “Viajo igual porque ya tengo el pasaje sacado, el de la tarifa más baja. Si bien es modificable, para poder cambiar las fechas de vuelo me cobran casi lo mismo que un pasaje nuevo”, dice. Su estrategia entonces para no perder el viaje que ya tenía programado es adelantar, todo lo posible, con la tarjeta de crédito los gastos que va a realizar en el exterior. “Una de mis tarjetas permite cancelar el saldo sin esperar el resumen del mes siguiente. Estoy comprando en Amazon ropa y otras cosas que me quiero traer de allá. Apenas entran en el resumen los cancelo al dólar oficial antes de que haya una devaluación”.
Sobre sus gastos una vez llegado a los Estados Unidos cuenta que viaja con dólares en efectivo, pero si el escenario económico se mantiene igual —con una brecha entre el dólar oficial y el paralelo que está en alza— va a gastar preferiblemente con la tarjeta de crédito. “Me va salir más barato con la brecha siempre y cuando no prohíban los gastos con tarjeta de crédito en el exterior”, relata Iñaki.
Cambios repentinos
Alexis, de 29 años, sacó la semana pasada un pasaje a República Dominicana para pasar las vacaciones de invierno, aunque todavía no tiene hospedaje. “No me afectó tanto la situación. Me voy de viaje diez días durante las vacaciones de invierno a Punta Cana y a otras playas de República Dominicana. En lo que sí me podría afectar es que uno de los pasajes que saqué, en el que tuve que hacer una escala, tuve que hacerlo con dos aerolíneas distintas. Una de las aerolíneas que saqué el pasaje fue en dólares. Lo saqué con tarjeta de crédito así que si hay una devaluación del tipo de dólar oficial, sumado a los impuestos, me va a salir más caro ese pasaje. Pero el resto ya está en pesos”.
Alexis tiene pensado llevar efectivo al viaje, para evitar el recargo de impuestos a los gastos con la tarjeta de crédito en el exterior. En cuanto al hospedaje se contactó con una agencia de turismo por diferentes opciones de hoteles allá. La posibilidad de pagar en pesos no está disponible y tiene que realizar el pago mediante transferencia desde una caja de ahorro en dólares a la cuenta de la agencia que está en la misma moneda.
Nicanor, otro viajante, viaja en dos semanas a Brasil. Todos los pagos de su hospedaje los realizó con la tarjeta de crédito y el viernes pasado adelantó el pago del resumen de su saldo antes de la disparada cambiaria.
La incidencia del dólar no se limitó a los viajes al exterior. El turismo local manifestó cambios repentinos en tarifas y paquetes. “Con un grupo de cuatro amigos estábamos averiguando hospedaje en el Club de la Nieve, en las Leñas. Al principio íbamos a pagar $70.000 por persona, por la estadía de una semana, y recién nos pasaron nuevamente el presupuesto y el hospedaje nos lo aumentaron a $85.000. Estamos pensando si viajamos o no”, dice Juan, profesional de 31 años.
La mayoría de las agencias de turismo contactadas por LA NACION manifestaron su incertidumbre por la situación. “Fue un día de incertidumbre. Son cosas que no le ayudan al sector y la industria y no son incentivadores a la compra ni a la toma de decisiones en el mediano plazo para las personas que están planeando sus vacaciones”, dice una fuente del sector.
Además, cuenta que, al igual que la semana pasada, luego de decisiones adoptadas por el Banco Central respecto con el dólar, volvieron a haber circulares de los mayoristas a las agencias de turismo informando que hasta que no haya nuevas condiciones de operación normales no se van a aceptar pagos en pesos, sino solo en dólares. Esta situación afecta principalmente al pago de los traslados terrestres al exterior y los hospedajes afuera.
Desde el sector señalaron que pese a las ventas para la temporada de invierno de este año no se recuperaron los valores de ingresos de 2019 y que se está registrando un cambio en los patrones de conducta de los viajeros argentinos que en vez de comprar con una anticipación de entre 6 y 11 meses como hacían anteriormente están comprando pasajes anticipándose tres meses, o menos, a la fecha de su viaje.
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