Ranking. Los partidos bonaerenses más y menos avanzados en la vacunación
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A ritmo lento y con escándalos de por medio, la vacunación contra el Covid-19 avanza en todo el país con particularidades en cada distrito. Al poner la lupa sobre la provincia de Buenos Aires, que alberga a cerca del 40% de la población de la Argentina, queda en evidencia que el porcentaje de personas vacunadas varía significativamente según cada municipio: hay zonas con más del 30% de los habitantes inoculados y otras que no llegan ni al 2%.
Según los datos disponibles hasta las 20 del martes pasado en la sala de situación Covid-19 del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, de los 135 partidos, 11 habían logrado vacunar, al menos con una dosis, a más del 20% de su población. Solo uno, Tordillo, superó esa marca y ya inoculó a más de un tercio de sus vecinos.
Un denominador común entre los 12 partidos que están al tope del ranking es que ninguno forma parte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona más afectada por el virus. En el extremo opuesto, siete partidos del AMBA, en su mayoría del corredor norte, aún no alcanzaron a vacunar ni al 2% de su población. Merlo, por ejemplo, solo tiene el 1,23% de sus habitantes inoculados. Completan los últimos tres lugares, Malvinas Argentinas (1,38%) y Tigre (1,75%).
Las miradas y explicaciones sobre el desfasaje en el ritmo de vacunación del plan bonaerense son variadas. Algunas fuentes señalaron que se debe a que al momento de distribuir las dosis no se tuvo en cuenta qué porcentaje de habitantes de cada partido formaba parte de los grupos prioritarios. Otros lo atribuyeron al limitante que significa no poder fraccionar los lotes en paquetes menores a las 450 dosis. Se sumó además el argumento de que en el inicio de la campaña la inscripción fue dispar y que por eso se generaron este tipo de diferencias. Las voces más críticas advirtieron sobre un “reparto desordenado” y una pésima logística.
“Mucho tiene que ver con las personas que se anotaron. Te voy a poner un ejemplo. En Berisso se avanzó un montón, se vacunó todo el personal de salud, mayores de 70, docentes y ahora hasta personal de seguridad. Se hizo mucha campaña para que se anote la gente. En cambio, en Brandsen, se anotó muy poca, entonces se avanza en otros grupos etarios”, explicaron desde la administración del gobernador Axel Kicillof. “La forma en que se pueden fraccionar también influye. Son 450 por envío, no pueden ser menos por cómo vienen fraccionadas”, agregaron.
Los más atrasados
Ariel Sujarchuk, intendente de Escobar, que está en el cuarto lugar entre los distritos con menos porcentaje de vacunados, mostró cierta preocupación. “La estadística tiene que ver con el índice poblacional. Al haber aún pocas vacunas que hay que repartir en cada lado, las incidencias se notan mucho. No obstante, hay que corregir lo que pasa en la región sanitaria V [NdR: integrada por los partidos de la zona norte del conurbano] que es donde menos se está recibiendo. A su vez, en los distritos de nuestra región donde gobierna la oposición han recibido proporcionalmente más cantidad”, indicó a LA NACION.
“En Tigre, Escobar y Pilar estamos atrasados. Esto hay que corregirlo en los próximos envíos. Yo soy optimista en que van a escuchar nuestro reclamo”, afirmó el mandatario del Frente de Todos.
“Tigre, Escobar y Pilar estamos atrasados. Esto hay que corregirlo en los próximos envíos”.
Sobre las respuestas recibidas por parte de las autoridades sanitarias provinciales, Sujarchuk comentó: “Nos dijeron que en breve van a venir más vacunas, que no van a faltar y que, a diferencia del gobierno anterior, ellos no discriminan por partido político, pero que es genuino nuestro reclamo y que lo tienen en cuenta”.
En el caso de Pilar -administrada por el intendente del Frente de Todos, Federico Achával- aunque reconocen que cuentan con un número bajo de dosis, se muestran tranquilos. “Estamos contentos con haber podido vacunar al personal de salud, arriba del 80%. En el caso de los geriátricos, vacunamos al 100% de los residentes y al personal que trabaja allí. Son unas 800 personas aproximadamente”, describieron a LA NACION fuentes locales.
“La diferencia se debió a que al principio enviaron tandas iguales a todos los partidos. Entonces, en un partido con 500.000 habitantes es diferente la proporción si se compara con un municipio de 5000”, razonaron desde el municipio de Tigre, que figura entre los tres más demorados en el esquema.
Las autoridades sanitarias quilmeñas también brindaron su perspectiva. ”El porcentaje de Quilmes con respecto a otros municipios tiene que ver con que la distribución de vacunas por parte de Provincia a los distritos no se fue ajustando en base a la cantidad de habitantes de cada uno, sino que fue igualitaria tomando en cuenta una apertura paulatina de centros de vacunación en cada comuna y el número de hospitales públicos”, analizaron.
Y agregaron: “Hay una distribución muy equitativa, tanto con las vacunas como con el equipamiento. Venimos vacunando a la mayor velocidad posible en base a la disponibilidad de vacunas”.
“Hay una distribución muy equitativa, tanto con las vacunas como con el equipamiento. Venimos vacunando a la mayor velocidad posible”.
Desde la oposición, la mirada es más crítica a la hora de evaluar la disparidad entre los municipios. El intendente de Vicente López, Jorge Macri, fue contundente en su diagnóstico: “El primer problema es que tenemos más campaña de vacunación que vacunación real. Eso genera incertidumbre, angustia, dudas y sensación de falta de transparencia”.
“Respecto a la distribución, hay una pésima logística porque, desde el primer envío, se mandó el mismo número, que es de 450 dosis, a todos los municipios. En Capitán Sarmiento, por ejemplo, recibieron ese número, pero tienen poco más de 100 médicos y con el resto vacunaron a docentes, policías y más personas. En la medida que vos distribuís cajas y no en función de la población se generan estas distorsiones”, agregó Macri.
“Respecto a la distribución, hay una pésima logística porque, desde el primer envío, se mandó el mismo número, que es de 450 dosis, a todos los municipios.”
El tercer punto que marcó el referente de Juntos por el Cambio es que no se tuvo en cuenta el porcentaje de población de adultos mayores que, en el caso de Vicente López, es superior al de otros partidos. “No se pensó en el público objetivo. Nosotros tenemos muchos adultos mayores. Estoy muy preocupado por el poco o casi nulo avance de la vacunación en geriátricos, que es una responsabilidad del PAMI. En Vicente López hay 90 geriátricos y solo vacunaron en dos”. Para Macri, un problema adicional es que la provincia sigue bajando la edad de la población que puede acceder a la vacuna sin haber completado el calendario de adultos mayores.
“Le he planteado estos problemas al viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, y al gobernador, pero no recibimos una respuesta sólida”, cerró.
Un intendente de la región sanitaria VIII, cuyo partido está en la zona media de los 135 partidos en función de la población vacunada, aportó: “El problema es que no se distribuyen por índice poblacional o por situación sociodemográfica. Acá a todos les mandan de a 600 vacunas. No importa si somos 10.000 habitantes, 50.000 o 100.000”.
En el caso de Merlo, LA NACION intentó obtener una respuesta en varias oportunidades, pero nadie accedió a contestar. Lo mismo sucedió con Tordillo, el partido de tan solo 1809 habitantes, con un alto porcentaje ya inmunizado.
Quien sí respondió fue el intendente de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara, cuyo municipio figura en el segundo lugar de la tabla, con más del 26,5% de los habitantes vacunados con al menos una de las dos dosis. “Vivimos la campaña con mucho optimismo realmente, con un gran porcentaje de nuestra población confiada y anotada”, dijo el mandatario ante la consulta de LA NACION. Aseguró que, de seguir este ritmo, se podría tener al total de los mayores de 18 años vacunados antes de mitad de año.
Su secretario de salud, Jorge Busca, también mostró su satisfacción: “Tenemos un altísimo número de pacientes de riesgo que ya fueron vacunados, además de médicos y docentes”, indicó. Están llegando también a policías y bomberos en esta fase.
“Estoy confiado porque sé que si se infectan nuevas personas, es muy poco probable que terminen en una sala de internación por el grupo de gente que ya vacunamos”, expresó el funcionario.
“Si se infectan nuevas personas, es muy poco probable que terminen en una sala de internación”.
En el caso de Tres Lomas, que figura en el sexto lugar con más del 24% de su población vacunada, el ánimo contrasta con el de aquellos municipios que aún esperan. “En una localidad como la nuestra se vive con gran ansiedad y emoción. Fue un trabajo previo muy arduo, pero estamos viendo sus frutos”, dijo a LA NACION Noe Álvarez Cavallero, a cargo de la campaña en el partido.
La funcionaria destacó: “Tenemos 3300 inscriptos y la población objetivo es de 2895 habitantes. Hay que tener en cuenta que dentro de los inscriptos hay 1200 que se consideran fuera de los grupos de riesgo para vacunar en esta etapa. Eso no significa que no los vayamos a vacunar, sino que ahora se quiere cubrir a todos los grupos prioritarios”.
“Reparto desordenado”
La alegría de algunos choca con la preocupación de otros. Es que en la provincia conviven personas de más de 90 años que no fueron llamadas, pese a estar anotadas desde el primer día de inscripción, con adultos sanos de 60 años que ya recibieron la vacuna porque viven en un municipio que avanzó de manera más acelerada en el esquema.
“Estamos atrasadísimos en la vacunación de adultos mayores. Eso es lo más grave de cara al próximo invierno. Vamos a llegar a junio sin los adultos mayores inmunizados. El reparto es desordenado”, analizó el infectólogo Eduardo López, al ser consultado por LA NACION sobre el desfasaje en el ritmo de inoculación.
Tabla de vacunación en el país
Según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, el número de inscriptos hasta ayer era de 4.115.761 y ya se vacunaron 636.449 personas: 285.533 son personal de salud, 148.995 son docentes y 164.278 son adultos mayores de 60 años. En el recuento faltan 37.643 bonaerenses sobre las que no se informó oficialmente a qué grupo pertenecen. Fuentes consultadas por LA NACION, aseguraron que se trata de menores de 60 años con enfermedades preexistentes, también entre la población de riesgo.
Hasta ayer, Buenos Aires figuraba en el puesto 12 de las 24 provincias que tiene el país en porcentaje de población vacunada, con el 3,1%. El ranking lo encabeza la Ciudad de Buenos Aires, con 4,96%. En tanto, la Argentina está en el puesto 55 a nivel mundial si se tienen en cuenta las dosis aplicadas por cada millón de habitantes.