“Diagnosticar y visibilizar”. Un “semáforo” para evitar la deserción, la iniciativa de una provincia frente a la crisis educativa
La Dirección General de Escuelas estableció tres niveles de riesgo; en algunas zonas, ya se trabaja con casos puntuales para ayudar a resolver los problemas de aprendizaje
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MENDOZA.- La deserción escolar es uno de los principales flagelos del sistema educativo nacional. Por eso, Mendoza puso manos a la obra para hacerle frente a esta realidad con la asistencia de la tecnología: utilizan Inteligencia Artificial (IA) para “rescatar” a los chicos en riesgo de abandonar la escuela. Se trata del Sistema de Alerta Temprano (SAT), incorporado a la plataforma digital Gestión Educativa Mendoza (GEM), que ya se puso en marcha en todos los colegios de nivel secundario, al que acceden supervisores y directivos. De esta forma, bajo un programa informático “predictivo”, sobre la base de entrecruzamiento de datos previos y diversas variables, se identifican los alumnos con trayectorias educativas débiles o interrumpidas con el objetivo de retenerlos en las aulas.
Todo funciona bajo un semáforo que enciende las luces sobre el futuro escolar de los chicos: rojo, amarillo y verde. Así, actualmente, según datos de la Dirección General de Escuelas (DGE) en el nivel máximo de riesgo se registran más de 3.000 alumnos mendocinos, quienes representan más del 2% del total de la matrícula pública y privada, mientras que en el escalón medio se encuentra más del 4% de los estudiantes. En tanto, en el de bajo riesgo de desertar está la mayoría de los chicos: más del 93%.
Así, sobre la base de esos datos, ya son más de 1.200 las intervenciones realizadas en 165 escuelas que reportaron tener al menos 1 alumnos en riesgo máximo, focalizando principalmente las acciones en 17 colegios que tienen la matrícula más comprometida, según datos a los que accedió LA NACIÓN.
“Desarrollamos un sistema de alerta temprana de trayectorias en riesgo, que se nutre de la base de datos del GEM, y en función de esa información hace un análisis de abandono escolar en años anteriores, por lo que predice el nivel de riesgo de los estudiantes que están cursando actualmente”, explicó la directora de Evaluación de la Calidad Educativa de la DGE, Romina Durán, quien destacó la preparación de los equipos técnicos para dejar la capacidad instalada que permita gestionar el sistema, con el fin de observar luego los resultados de su instrumentación, que se conocerán a fin de año.
“Evitar el abandono”
De esta forma, la novedosa iniciativa tiene como finalidad diagnosticar y visibilizar las trayectorias escolares reales de los estudiantes, al hacer foco en los trayectos más debilitados y, así, reorientar los recursos y promover redes que permitan asistir a los estudiantes y evitar el abandono.
Todo arrancó con el trabajo de un equipo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el que desde 2020 comenzó a utilizar IA sobre la base de la información nominal del GEM de 2018 y 2019, observando cómo esos datos derivaron en situaciones de abandono escolar y ausentismo. Así, con la predicción en mano se estudio su correlato en la realidad. “Se observa un abandono efectivo, se analizan las características que tenía esa trayectoria, y en función de eso, con Inteligencia Artificial el sistema luego predice, en base a los alumnos actuales, quiénes tienen alto nivel de interrumpir sus trayectorias”, aportó la funcionaria.
Por eso, la idea es que con los datos que se tienen, se pueda predecir cómo se comportarán los estudiantes en un futuro cercano. Así, sabiendo lo que pasa, o lo que muy probablemente ocurrirá, se van implementando acciones para revertir esa realidad.
“Vemos que funciona con total claridad la predicción; ahora hace falta que las intervenciones que hagamos surtan efecto. Es muy importante la constancia de todos los actores del sistema, incluida la familia”, sostienen diversas fuentes de los colegios mendocinos consultadas por este diario. “Es un primer paso, donde tenemos identificados a los chicos más vulnerables, para que se mantengan en la escuela. Es un desafío para todos, pero lo importante es que con estos datos de alerta no se puede mirar para otro lado”, indicó una docente de un colegio urbano vulnerable de la comuna de Guaymallén, donde reconoce que “los estudiantes tienen muchas carencias y ausencia familiar”.
El programa se desarrolla en conjunto no solo con la UBA, sino también con el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
De acuerdo con la última información de la DGE, a la espera de los resultados que reporte la instrumentación del SAT hacia fin de año, ya se han realizado más de 1.250 intervenciones con los chicos que se encuentran en situaciones más comprometidas. En tanto, ya son más de 165 las escuelas secundarias de la provincia donde al menos hay 1 estudiante en riesgo máximo, de las cuales el 97% ya comenzó a realizar acciones concretas. En total, en Mendoza hay 385 escuelas secundarias, tanto en el sector público como en el privado. Sobre ese universo, el foco principal está puesto en 17 colegios con mayor cantidad de chicos en peligro.
Así, desde mayo pasado, cada colegio en el “escritorio virtual del GEM” ya puede utilizar el módulo del SAT, donde se observa la matrícula escolar, porcentaje de los niveles de riesgo y cómo se distribuyen esos estudiantes en el interior de cada curso o división. El director de la escuela junto con su equipo puede cargar cuál es la causa principal de estos chicos en situación de vulnerabilidad y cuáles serán las intervenciones que realizará para acompañarlo.
Entre las principales situaciones que alertan a los directivos para actuar están las siguientes causas: inasistencia reiterada, escaso acompañamiento familiar y la acumulación de espacios pendientes de aprobación o de materias adeudas. Entre las primeras medidas que ya están tomando los colegios se destacan: fortalecimiento del vínculo escuela-familia-comunidad, acompañamiento individualizado de las trayectorias escolares con apoyo pedagógico y seguimiento con foco en lo emocional. “El resultado positivo de todo esto es que los chicos se mantengan en el sistema. Vamos a ir haciendo monitoreos, por ahora se van cargando las intervenciones. Veremos los reportes y evaluaciones hacia fin de año”, indicó Durán.
“Recién empezamos a tomar las acciones, pero lo importante es que estamos trabajando en la problemática y no queremos que más chicos se caigan del sistema”, comentó el directivo de una institución donde se identificaron a varios alumnos en riesgo.
Es un primer paso trascendental y de vanguardia tener una herramienta tecnológica que permite identificar de manera efectiva a los estudiantes en situación de riesgo de abandono escolar. Sin embargo, hay un largo camino por recorrer, de constancia y compromiso, entre todos los actores del sistema, para que su aplicación sea exitosa, coinciden todas las fuentes consultadas por LA NACIÓN.
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