Por qué los lugares más emblemáticos de la Ciudad están iluminados de naranja
CABA y otras ciudades se suman a una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud que en el país es impulsada por la ONG Por la Vida y la Salud que presentó una ley contra la mala praxis médica
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Hoy, después de las 18, los vecinos de la ciudad de Buenos Aires y de otras ciudades del país verán hospitales y monumentos iluminados de naranja. Algunos se preguntarán por qué, otros pensarán que es algo meramente estético. Gabriela Covelli, en cambio, pensará en su hijo Nicolás que hace cuatro años murió por una mala praxis médica. Pero también tendrá esperanza porque hoy la Organización Mundial de la Salud, con ese color naranja, conmemora como cada 17 de septiembre el Día Internacional de la Seguridad del Paciente, algo por lo que ella trabaja para superar su dolor y evitar el de otras personas.
Gabriela es abogada y presidenta de la ONG Por la Vida y la Salud, conformada por familiares de víctimas de mala praxis médica que impulsan la iniciativa de la OMS en el país y que en marzo de este año presentaron en el Congreso Nacional un proyecto de ley para prevenir una práctica que afecta a 4 de cada 10 pacientes en el mundo, según las estadísticas mundiales.
“Después de haber visto morir a mi hijo Nicolás Deanna, de 24 años, que era sano, deportista, todo lo que me preguntaba era por qué. Por qué a él si yo lo había cuidado respetando lo que dicen los médicos. Lo llevaba a sus controles anuales de chiquito, al dentista, a que le dieran sus vacunas. No encontré una respuesta a mí ´por qué´. Por eso, como cada familia que recibe este zarpazo, comencé a buscar a quienes tenían una historia parecida para reflejarme. Así encontré una página que se llama mala praxis web y a un montón de personas que habían pasado por la misma historia triste. Y empecé a pensar en una frase que dice: ´Si tu vida derramó tanto amor, que tu partida sirva para salvar a otros´. Traté de encontrar, entonces, el para qué”, dice a LA NACION Gabriela.
El 21 de octubre de 2017, Nicolás, quien vivía junto a su familia en Villa Gesell, fue a atenderse por un fuerte dolor de cabeza en la Clínica Del Bosque de Pinamar. Un médico le recetó dos analgésicos. El dolor continuó y, dos días después, el joven volvió a hacer una consulta con el mismo profesional. Fue entonces que le dijo que tenía una contractura en la base del cráneo y fue dado de alta, pero a las horas comenzó a tener fiebre y lo internaron. En la clínica, ese mismo doctor le dio suero sin medicación, ya que suponía lo que lo afectaba era una alergia, cuando lo que en realidad sufría el joven era una meningitis bacteriana.
“El 2 de noviembre Nicolás falleció víctima de mala praxis. Cuando afirmo que es víctima de mala praxis lo hago porque jamás hubiera hecho una denuncia si no hubiera tenido un informe pericial previo y si no tuviera hoy la confirmación de una pericia oficial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, dice Gabriela con la voz pausada, controlando el llanto, a casi cuatro años de la muerte de su hijo.
A pesar del dolor, ella dice que este 17 de septiembre prefiere hablar de cómo ayudar a través del proyecto de ley que propone, no quiere mencionar a ese médico. Y su idea es ayudar no solo a las familias que pasaron por una mala praxis, sino a los médicos que realizan su trabajo de manera magistral y que se diferencian de quienes no.
“Una causa penal no me va a dar nada que me devuelva a mi hijo. Armar esta lucha para salvar a otros me da esperanza de que su partida, mi dolor y el de toda la familia, no haya sido en vano”, asegura.
Proyecto de ley
En 2019 la OMS declaró por primera vez el Día Mundial de la Seguridad del Paciente basándose en las estadísticas que se dan en los sistemas de salud del mundo: anualmente se reportan 134 millones de daños por la atención insegura en hospitales de países de ingresos bajos y medios; además 2,6 millones de personas mueren por mala praxis, 4 de cada 10 pacientes sufren daños en la atención primaria y ambulatoria pese a que se sabe que el 80% podría evitarse. Un dato que tampoco pasa por alto es que el 15% de los gastos hospitalarios pueden atribuirse a fallas de seguridad en el tratamiento del paciente.
Cuando se habla de “seguridad del paciente”, la OMS se refiere no solo a salvaguardar su vida, también a evitar malos tratos y daños secundarios. “Por eso es tan importante que se haya reconocido esta situación y que se inste a los médicos y autoridades a que realicen políticas públicas que cuiden la vida y la salud de los ciudadanos”, cuenta Gabriela.
El 18 de marzo la ONG Por la Salud y la Vida presentó en el Congreso de la Nación el proyecto de Ley Nicolás, en alusión al hijo de Gabriela pero en representación de cientos de casos más, reflejados en las familias que integran la asociación.
“Nosotros estamos a favor de la vida y la salud, pero también de los profesionales de la salud de excelencia, que los hay. Queremos el apoyo de ellos para que puedan reconocer que hay médicos que no merecen ejercer”, dice Gabriela y recuerda el caso de Julieta Viñales.
Julieta Viñales, el año pasado, se había sometido a una cirugía de amígdalas en su ciudad natal, San Juan. El médico le había dicho que era una operación de rutina. Pero en el post operatorio, la joven comenzó a tener sangrados en la garganta. Entonces el médico le dijo que eso era normal, que se le habría salido un punto. Días después fue internada por los fuertes dolores. En marzo de 2020 murió luego de 18 días de agonizar. Sufrió muerte cerebral. Las pericias determinaron que el médico le había cortado la arteria carótida, el principal suministro de sangre al cerebro.
“Este año de pandemia estuvimos en contacto por Zoom con diputados, senadores y asesores, a quienes les mostramos el proyecto y explicamos que es necesario, sobre todas las cosas, por la inequidad que existe entre la familia de la víctima y la corporación médica, porque los peritos son médicos y a veces a la Justicia parece importarle poco las causas de mala praxis, parece que hubiera un paradigma en la sociedad. ¿Por qué si matan a una persona de un disparo es un homicidio, pero si la mata un médico que no cumplió con el arte de curar no es un homicidio, sino un error médico? ¿Es un error médico que Julieta haya muerto porque en una cirugía de amígdalas le cortaron la carótida?”, se pregunta.
El proyecto de ley que impulsa la ONG posee el espíritu de la humanización de la medicina y propone, tal como se detalla en la petición de tratamiento en Charge.org:
- La tipificación del delito de mala praxis, que hoy se encuentra entre los delitos culposos de homicidio y lesiones.
- La oportuna diferenciación de aquel médico que comete un “error humano” de aquel otro que comete sucesivos actos contrarios al arte de curar. No son lo mismo, no merecen la misma calificación.
- La obligatoriedad de revalidar el título periódicamente con cursos y exámenes (algo que no ocurre en todas las provincias).
- La suspensión preventiva de la matrícula médica, pero se aclara que esto no debe implicar una condena anticipada.
- La creación de un registro de médicos imputados. Los intendentes y directores de clínicas privadas deberán consultar el registro de médicos procesados antes de contratar un profesional.
- Historias clínicas encriptadas. Si bien existe la Ley de Derechos de Pacientes (Ley 26.529) donde el médico tiene la obligación de llevar una historia clínica y el paciente tiene derechos a que se le entregue esta información personal en 48 horas de haberla solicitado, no siempre ocurre. La Ley Nicolás pide que sean digitalizadas, encriptadas, que sean de nivel nacional y que los particulares puedan ingresar con sus datos y una clave privada. Esto permitiría que si una persona tiene un accidente en una provincia donde no vive, los médicos que la traten podrían acceder a su historial clínico tras el acceso del particular. Además, al estar encriptadas, pasados unos minutos, los médicos no podrían alterar la información que ya fue ingresada en la historia clínica.
- Asistencia económica para víctimas y familiares. La ONG reclama que el Estado les brinde asistencia económica ya que las familias deben pagar peritos de parte y abogados.
Por la seguridad de las madres y los recién nacidos
Este año, la OMS decidió focalizar su campaña en los “Cuidados seguros para la madre y el recién nacido”, como el derecho al parto respetado y humanizado, ya que cada día mueren en todo el mundo aproximadamente 810 mujeres por causas prevenibles vinculadas al embarazo y el parto, y unos 6.700 recién nacidos, lo que representa el 47% de todas las muertes de menores de cinco años.
“Se puede hacer con cosas tan simples como respetar el pulso de la persona gestante, sin embargo, hay casos de medicación excesiva en los partos para acelerarlos, hay mujeres que han sido destratadas a la hora de nacer su hijo. Es tan simple como cumplir una ley”, explica Gabriela sobre los casos que se le presentan cada día en su organización.
En la Argentina la Ley 25.929 de parto respetado, fue sancionada y promulgada en 2004, y reglamentada en 2015. A través de ella se defienden los derechos de las madres, los recién nacidos y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post parto, donde está detallado los distintos derechos que deben garantizarse a la mujer, al recién nacido y su familia.
“El parto respetado implica generar un espacio familiar donde la mamá y el recién nacido/a sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible”, define la Unicef, la organización que defiende los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Ciudades naranjas
En la Argentina, la primera ciudad que se adhirió a la propuesta de la OMS de iluminar hospitales y monumentos de naranja para concientizar al sistema médico, gobiernos y autoridades sobre la importancia de la Seguridad del Paciente, fue Villa Gesell gracias al pedido de la ONG Por la Vida y la Salud a las autoridades municipales, en 2019.
Este año se han sumado las ciudades de General Alvarado, Pinamar, Madariaga, el Partido de la Costa, Saliqueló, Alsina, Mar de Ajó; El Dorado en Misiones; Tartagal en Salta; toda la provincia de Santa Fe, la provincia de San Luis entera.
La Ciudad de Buenos Aires se sumará este año a la iniciativa gracias a que la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana porteña, Clara Muzzio, accedió al pedido de las familias que han sufrido mala praxis médica y que conforman la ONG, explica Gabriela.
Los monumentos que se van a iluminar son el Puente de la Mujer, Monumento a los Españoles, Monumento de Plaza Congreso, Floralis, Torre Monumental, Usina del Arte, Palacio Lezama y el Planetario.
“Lo hacemos para que los daños y las muertes en el sistema de salud por mala praxis se reduzcan. Entre los monumentos de la Ciudad que se van a iluminar está el que se ubica frente al Congreso de la Nación. Allí, hoy a las 18.30 horas, nos juntaremos todas las familias que sufrimos la mala praxis de nuestros seres queridos”, dijo.
Al terminar, Gabriela hace referencia al proyecto de ley que lleva el nombre de su hijo y a la ley, en vigencia, de parto humanizado: “Parece tonto que una ley tenga que decir aquello que tiene que salir del corazón, como el trato digno y respetuoso a una persona. Pero hay que hacerlo”.
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