Día de la Bandera: curiosidades de la fecha en que se conmemora la muerte de Manuel Belgrano, según Camila Perochena
A 201 años del fallecimiento del prócer, la historiadora recuerda una coincidencia entre el bicentenario de su paso a la inmortalidad -que fue el año pasado- y el día en que murió, entre otras cuestiones
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A 201 años de la muerte de Manuel Belgrano, los argentinos celebran el segundo Día de la Bandera en pandemia. Invitada a participar de + info, por LN+, la historiadora Camila Perochena no solo puntualizó en una coincidencia entre el bicentenario del fallecimiento del prócer -que se cumplió el año pasado- y el día en que murió, sino que reveló otras curiosidades en torno a la creación de la insignia patria.
El Día de la Bandera, según Camila Perochena:
La coincidencia entre el bicentenario del fallecimiento de Belgrano y su muerte
“[Se cumplen] 201 años [de su muerte] y el año pasado fue el bicentenario, pobre Belgrano, y no se pudo festejar. La misma mala suerte tuvo el día de su muerte, porque el 20 de junio, cuando muere, Buenos Aires estaba en la anarquía del año 20.
El mismo día que muere Belgrano va a haber tres gobernadores en Buenos Aires, era un momento de mucha inestabilidad política, por lo cual no se pudieron hacer funerales para Belgrano y los funerales se hicieron un año después.
Como ahora, que tampoco se pudieron hacer unos homenajes muy grandes. Pobre Belgrano, no tuvo suerte ni en el momento en que muere, ni en el momento en que se va a celebrar su bicentenario, ni al año siguiente, en este caso”.
El rechazo del Triunvirato a la nueva bandera y la respuesta de Belgrano
“Belgrano no tuvo grandes batallas ganadas, excepto Salta y Tucumán, pero no era un militar, no fue un militar exitoso. No ha logrado, más allá de esas batallas que se suelen reivindicar, grandes logros a nivel militar. El Presidente destacaba la cuestión de la Bandera, pero si uno piensa el momento en el que Belgrano crea la bandera, pasa como un momento de su vida más bien desapercibido”, explicó Perochena.
“Cuando Belgrano crea la Bandera, en Rosario, estaba de paso, estaba construyendo unas baterías para evitar el paso de flotas realistas. En ese contexto le pide al Triunvirato -al gobierno que estaba en Buenos Aires- que le permitiera usar a sus tropas una escarapela celeste y blanca para distinguirse de las tropas realistas. El Triunvirato le da el okey”, agregó.
“Belgrano entonces va un pasito más allá y el día que termina de construir las baterías iza una bandera de los mismos colores que la Escarapela, pero no le pregunta antes al Triunvirato y después de izar la Bandera le envía una carta y dice ‘hoy a las 18 icé una bandera de los mismos colores que la Escarapela’”, precisó la historiadora.
“El Triunvirato cuando se entera, le responde que de ninguna manera eso podía ser así, que esperaban que él escondiera la Bandera, que la ocultara, y que le enviaban la bandera que él tenía que usar: la bandera de España. En ese contexto, todavía no estábamos independizados de España, seguíamos siendo fieles al rey Fernando VII. Estábamos separados de un Consejo de Regencia, que eran los que estaban en el sur de España gobernando en nombre del rey”, recordó.
“Entonces, Belgrano no recibe esa carta, se va al Ejército del Norte y vuelve a izar la bandera, porque no se había enterado de lo que le había dicho el Triunvirato. El Triunvirato le vuelve a mandar una carta, un poco más enojado, y Belgrano le responde a esa carta y dice: ‘voy a esconder esta bandera y no quedará memoria de ella’”, detalló Perochena.
La percepción de Belgrano: “No sintió ‘estoy haciendo una gran creación’”
“[El presidente] Alberto Fernández [en su discurso durante el acto] hablaba de Belgrano, de la gran creación. En el momento, Belgrano no sintió ‘estoy haciendo una gran creación, estoy creando la bandera con la que en los próximos doscientos años las personas van a estar identificándose como Nación’”, reveló la historiadora.
“En ese momento no lo pensaba así, lo pensaba como una distinción de las tropas, pero ni siquiera lo estaba pensando como ‘la Argentina, un país independiente’. Entonces, cuando Alberto habla de que la Bandera simbolizaba libertad, no simbolizaba libertad en términos de independencia todavía en 1812, sino que la libertad era que el territorio tuviera más libertades, mayor autonomía frente a la monarquía, pero no se estaba separando de la monarquía”, añadió.
Bartolomé Mitre como impulsor de la figura de Belgrano
“Lo que sucedió con Belgrano es que entra al panteón a posteriori -contó Perochena-. ¿Quién es el que transforma a Belgrano en el gran héroe de la Nación? Bartolomé Mitre”, precisó Camila Perochena.
“Eso para el kirchnerismo debe generar algunas contradicciones, porque el discurso que el kirchnerismo tiene sobre Belgrano -y no solo el kirchnerismo, el que han tenido desde la segunda mitad del siglo XIX hasta hoy, y el que uno ve en las escuelas- es el que construyó Mitre en la segunda mitad del siglo XIX, que transforma a Belgrano en el héroe, en el representante de una Nación preexistente”, resaltó.
“En el medio va a haber otras reivindicaciones de Belgrano, pero Mitre escribe un libro que se llama Historia de Belgrano y de la Independencia argentina. Es como la primera gran historia nacional. [Mitre] dice ‘yo voy a contar la historia de la Nación argentina’ y, para Mitre, esa Nación argentina nace antes de 1810. Dice Mitre que la Nación argentina era algo subterráneo, que ya existía y que en 1810 sale a la luz”, manifestó.
“¿Esto es así? No. Los historiadores ya sabemos que esa Nación no existía en 1810, ni antes de 1810. Que tardó mucho en construirse, y que Mitre fue uno de sus constructores. Pero, ¿por qué Mitre hace esto? Va de la mano con el discurso que estaba diciendo Alberto, porque necesitaba crear una comunidad imaginada de Nación, la idea de ‘tenemos que hacer una Nación, ¿Qué hacemos para que todos los argentinos se sientan argentinos?’.
Nos tenemos que dar un pasado común, una identidad común, y ese pasado común tiene que ir atrás en el tiempo, no puede haber nacido en 1853, porque no tiene mucha gracia. Hay que buscar un pasado heroico, y para buscar un pasado heroico hay que buscar un héroe que pueda encarnarlo. Ahí están Belgrano y José de San Martín, los dos grandes héroes que Mitre coloca en el panteón de la Patria”, agregó la historiadora.
Las dos monarquías por las que apostó Belgrano
- Carlota Joaquina como regente de América
“Entre 1808 y 1810 Belgrano era carlotista. Hay una persona que se llamaba Carlota Joaquina, una princesa, era la hermana del rey Fernando VII -que estaba preso en España- y estaba casada con el príncipe regente de Portugal.
El príncipe regente, Carlota Joaquina, y toda la corte portuguesa se habían venido en 1808 a Río de Janeiro, escapando de Napoleón Bonaparte.
Cuando llega acá Carlota Joaquina, y cuando ponen preso a Fernando VII, Belgrano y otro grupo de los que luego van a ser patriotas, pero que en ese momento todavía no se identificaban como patriotas -Belgrano, Berutti, Castelli, por ejemplo- apuestan a que Carlota Joaquina se convierta en regente de América.
Es decir, traer a Carlota Joaquina desde Río de Janeiro a Buenos Aires -Carlota Joaquina también quería, se mandaban cartas, hacían mucho lobby- y convertirla en regente, mientras Fernando VII estuviera preso. Esa fue la apuesta de Belgrano hasta enero de 1810″, precisó Perochena.
- La monarquía inca
“Belgrano fue monárquico hasta unos meses antes de la Revolución y siguió siendo monárquico. La forma de gobierno en la que creía era la monarquía. En 1816, cuando nos independizamos y tenemos que decir que forma de gobierno darnos en nuestro país, Belgrano propone otro tipo de monarquía que va a ser la monarquía inca.
Belgrano había estado en Europa como diplomático, en nombre del gobierno revolucionario. Se había dado cuenta que en el contexto de restauración monárquica Napoleón pierde en Europa y cuando pierde se termina la República y vuelve la idea de monarquía, hay una especie de retorno de restauración monárquica más conservadora.
¿Qué ve Belgrano? ‘Acá son todas monarquías, entonces, ¿cómo crear una República? La única república que existía en ese contexto era Estados Unidos, que era un lugar mucho más marginal en el escenario mundial. La apuesta de Belgrano era establecer una monarquía y como no teníamos un linaje, porque la base de legitimidad de la monarquía está en el linaje, Belgrano propone a los incas. Buscar algún descendiente de un inca para establecer una monarquía. No le dieron mucha cabida a su plan en el Congreso del 16″, detalló.
¿Belgrano pudo ser monárquico y admirador, a la vez, de la Revolución Francesa?
“La Revolución Francesa no era necesariamente antimonárquica. Tuvo diferentes etapas. La primera, de 1789 a 1791, era monárquica, de monarquía constitucional. Entonces, no necesariamente ser un revolucionario te transformaba en un republicano. Había revolucionarios republicanos, pero había revolucionarios que no lo eran. Belgrano era un ilustrado, comulgaba con los ideales de la Revolución Francesa, pero eso no necesariamente te hacía republicano”, precisó Perochena.
La lógica de sacrificio en la imagen de Belgrano
“Hay una lógica de sacrificio. Belgrano seguramente no quería ser un militar, no tenía mucha opción, entonces hay una cosa sacrificial en su vida”.
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