Detuvieron al intendente de Salta en su despacho
Supuesta corrupción: Juan Carlos Villamayor fue apresado por el jefe de la policía en persona luego de la denuncia judicial de un empresario a quien le habría pedido coima; la comuna fue intervenida.
SALTA.- En medio de un nuevo escándalo el intendente justicialista de la ciudad de Salta Juan Carlos Villamayor fue detenido por orden de la Justicia acusado de haber exigido una coima a la empresa responsable de la recolección de residuos.
No sólo eso. La Legislatura aprobó anoche por unanimidad la intervención del municipio.
La detención de Villamayor tuvo varios rasgos que salen de lo corriente. Por un lado fue concretada por el jefe de la policía provincial en persona. Y por caso tampoco es frecuente que el detenido salga por la puerta grande de la intendencia.
El trámite se cumplió sin resistencia y luego de que se presentara una orden firmada por el juez Adolfo Figueroa quien investigada el supuesto pedido de coima por parte del intendente que denunció el empresario Carlos Visuara.
Investigación
Pero mientras la Justicia sigue el caso millones de personas vieron por televisión la conversación en la que se habría concretado el pedido.
El registro en video con una cámara oculta fue recomendado por el abogado Luis Moreno Ocampo quien insistió en el posible delito de "exacción ilegal y asociación ilícita en calidad de jefe" así como en el de incumplimiento de los deberes de funciónario público.
No es la primera vez que los argentinos siguen por la pantalla un caso de estas características. De hecho algo similar ocurrió hace un año cuando un concejal utilizó el recurso en el supuesto pago de retornos para controlar el servicio de ascensores en la ciudad. La Justicia todavía no se expidió al respecto.
Otro caso de corrupción
En foco: el jefe comunal fue apresado en su despacho; en un hecho similar un edil porteño presentó un video como prueba.
El caso del ex intendente de la ciudad de Salta Carlos Villamayor (PJ) quien fue registrado en video por una cámara oculta cuando supuestamente pedía una coima al directivo de una empresa recolectora de residuos para facilitar el cobro de una deuda tiene antecedentes en otros hechos en los que se utilizó el recurso de la grabación en TV para dar testimonio de un presunto delito.
Por ejemplo la denuncia por tentativa de cohecho que ya hace un año realizó el concejal radical Eliseo Roselló contra una supuesta representante de la empresa Otis.
Roselló denunció el año último que una mujer en representación de Otis le ofreció un viaje a Estados Unidos y a México y estadía en los mejores hoteles para que no se interpusiera al tratamiento de un proyecto que reglamentaba el mantenimiento obligatorio de los ascensores en la Capital Federal.
Las reuniones en las que Roselló escuchó el supuesto ofrecimiento fueron captadas por una cámara oculta con la colaboración de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal. Las grabaciones fueron difundidas por el noticiero del Canal 9 y el tema fue denunciado por el edil a La Nación.
La denuncia de Roselló quedó radicada en el Juzgado de Instrucción N°39 a cargo de Ernesto Botto. La causa ya acumula cinco cuerpos y la investigación sigue adelante.
Representantes de la empresa Otis no quisieron hacer comentarios ayer cuando fueron consultados sobre el trámite del proceso.
La mirada indiscreta
Convertida hoy en el ejemplo más rotundo del poder de la TV la cámara oculta dejó de ser una simple herramienta tecnológica para transformarse en la base de un nuevo modo de interpretar desde el medio los humores y las conductas prevalecientes en la sociedad.
Pero como la mayoría de los mensajes surgidos de la pantalla chica al uso de la cámara oculta le corresponde más de una interpretación: puede ser empleada para mofarse de algún transeúnte ingenuo o desprevenido o bien -como en el caso del intendente salteño- para mostrar actos de corrupción registrados in fraganti.
En el segundo de los casos la impunidad surge del hecho denunciado que puede ir desde una coima hasta el registro pormenorizado de cómo puede falsificarse un documento.
Tal vez no pretende reemplazar a la Justicia porque en definitiva el papel de la TV concluye cuando la investigación se pone en pantalla.
Más allá de la manipulación a la que siempre está expuesto el discurso televisivo y a la falta de equilibrio que a veces exhiben presentadores demasiado amigos del calificativo fácil la cámara oculta ejerce un valor testimonial inocultable.