Después de los carpinchos, otro animal autóctono sorprende a vecinos de los barrios de zona norte
Como ocurre en Nordelta con los carpinchos, estos animales de sangre fría se ven invadidos por los desarrollos inmobiliarios; además, la sequía los hace buscar lugares con agua
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LA NACION
Lagartos de hasta un metro de largo son los nuevos visitantes de varios barrios de Pilar, zona norte del conurbano bonaerense. Esto, que ocurre hace ya varias semanas, causa no solo la sorpresa de los vecinos de la zona, sino también un poco de preocupación al desconocer si son peligrosos o no.
La aparición de estos animales se da en los jardines de los barrios Parque Irízar, Pellegrini IV y Mirasoles y, así como ocurre con la visita recurrente de los carpinchos en Nordelta, la razón está vinculada en gran parte a la sequía y al avance de desarrollos inmobiliarios sobre la naturaleza virgen.
“No son peligrosos, por el contrario, son beneficiosos”, dijo Graciela Capodoglio, miembro de la Asociación Patrimonio Natural que tiene a su cargo la Reserva Natural de Pilar, al medio Pilar Diario. La especialista asimismo detalló que son una especie autóctona de la zona, que “no comen nada que sea más grande que un huevo” y que al ser “de sangre fría no pueden transmitir enfermedades”.
Incluso la especialista recomendó que nadie les hiciera daño, porque incluso “controlan plagas de ratones y caracoles”. “La gente debería tratar de conservarlos en sus casas”, dijo.
Por otra parte, explicó que su presencia se debe a la “falta de agua” y a que el avance de las construcciones “está invadiendo su hábitat”. “Forman parte de la fauna nativa que estaba acá desde antes de que llegáramos nosotros”, cerró Capodoglio.
En determinadas zonas de Pilar, los vecinos aseguran que se topan con estos animales al menos dos veces por semana.
Carpinchos en Nordelta
La presencia de carpinchos en varios barrios de Nordelta trascendió en agosto del año pasado cuando algunos vecinos se quejaron de que sus perros habían sido lastimados por estos animales, que además destrozaban los jardines. Las denuncias indicaban que cada vez había más y también pedían el control de lo que se considera una plaga.
No obstante, al mismo tiempo, muchos defendieron la presencia de los roedores, considerados los más grandes del mundo.
Tras la polémica, desde una “comisión pro equilibrio carpinchos Nordelta” pidieron a la dirección de Flora y Fauna que los animales sean trasladados del lugar porque el alimento en la zona no es suficiente para ellos y porque, debido a su multiplicación, podrían causar accidentes viales en las rutas aledañas.
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