Después de casi dos años, finalmente el puente Soler tiene fecha de reapertura
Está cerrado al tránsito desde diciembre de 2022; cuando quede lista la primera etapa permitirá la circulación de transporte liviano
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Pasaron cerca de dos años desde que el puente Soler, que une los barrios de Colegiales con Palermo, entre Dorrego y Santos Dumont, se cerró al tránsito por obras. En ese tiempo, los vecinos no vieron trabajos concretos ni fueron informados sobre el estado de la situación. El hastío los llevó a expresarse a través de carteles colgados en la estructura metálica, con los que pedían una solución.
Ahora, un nuevo letrero apareció en las vallas que cierran el paso de los autos, esta vez de la ciudad de Buenos Aires: “Inicio de obra. Puente Ciudad de la Paz. Habilitación tránsito EXCLUSIVO para livianos (31/03/2025-Etapa 1) [sic]”.
La Ciudad colocó el anuncio recién el viernes pasado, pero el cartel generó dudas en la interpretación: “No se entiende bien si las obras empiezan en esa fecha o si se habilita el tránsito. Yo creo que van a empezar a trabajar, porque dice ‘Etapa 1′”, dijo Ramiro, quien vive sobre Ciudad de la Paz, justo enfrente al puente.
Ante esta confusión, Autovías Urbanas (AUSA), quien será responsable de la ejecución del proyecto, y el Ministerio de Infraestructura de CABA explicaron que a partir de esa fecha se contempla que vuelvan a circular ese tipo de vehículos (por ejemplo, autos, motos y bicicletas). Las obras concretas para esa etapa empezarán en diciembre, informaron, y se estima que duren cuatro meses.
Aunque este lunes ya se veía movimiento y algunas diferencias en la zona. También un camión estacionado sobre Ciudad de la Paz, por ejemplo, cerca del alambrado que impide el paso, con baños químicos en la caja de carga y el logo de AUSA. Fueron arreglos menores, específicamente de pintura. El conductor y algunos obreros que se encontraban en la zona confirmaron que, de hecho, las paredes “ya fueron pintadas”: los grafitis que antes cubrían los ladrillos fueron tapados con la pintura verde musgo original.
El puente, que fue construido entre 1916 y 1919 para el paso de tranvías, está cerrado desde diciembre de 2022, aproximadamente. Ese año, el Gobierno de la Ciudad había detectado la necesidad de hacer obras de mantenimiento, pero en el barrio, contaron, nunca hubo grúas ni operarios. Por eso, hasta hace poco, en lugar del cartel de “inicio de obra”, del vallado colgaban pasacalles que pedían urgentemente su arreglo, además de un llamado de atención a las autoridades que “no hacen nada”. Hoy queda solo uno sobre un alambrado lateral, apenas visible.
La obra
“Se planea en dos etapas. La primera busca realizar una rehabilitación rápida mediante el agregado de nuevos refuerzos metálicos y proceder a la habilitación al uso público. Eso será exclusivamente para vehículos livianos hasta fin de 2025″, detallaron.
Para que esto se pueda hacer en tiempo y forma, también van a reacondicionar las calzadas y los desagües del tablero, reconstruir las juntas, y agregar y soldar nuevos refuerzos metálicos.
Como las dos cuadras que ocupa la estructura pasan por encima de las vías del tren Mitre, ramal Retiro-León Suárez, originalmente debían contar con la habilitación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y de la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse) para hacer obras en el lugar, porque podía afectar el funcionamiento del tren. El proyecto después fue derivado al Ministerio de Infraestructura porteño, que aúna lo que eran la Secretaría de Transporte y la de Obras Públicas.
De ahí detallaron que la etapa dos comenzará en paralelo y será la construcción en taller de un puente nuevo metálico, de similar arquitectura y “con todas las exigencias de las normativas actuales”. La idea es reemplazar la estructura de manera definitiva y mejorar la transitabilidad para todo tipo de vehículos, incluidos ciclistas y peatones. Esta parte, estiman, demorará ocho semanas. A la par, se harán trabajos sobre los sectores aledaños, como veredas, iluminación y canteros. El servicio del tren, aseguraron, no se verá afectado.
Quejas reiteradas
El puente es una arteria principal para la circulación de los vehículos, que, desde que se cerró el paso, deben extender sus recorridos para atravesar el trayecto. Así lo explicaron varios choferes en un primer recorrido de este medio por la zona.
Como Miguel, quien transita seguido por el lugar, aunque vive en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. “Nunca vi un tipo con un casco. Ese puente es muy aliviador para el tránsito. Es un puentecito de dos cuadras, y si no podés pasar por ahí, tenés que dar una vuelta enorme”, comentó.
Hasta que el tránsito no esté habilitado, si se quiere ir de Soler a Ciudad de la Paz, es necesario hacerlo por otro puente, el de Cabildo o el de Jorge Newbery. “Imposible no, pero es muy difícil. Muchas calles de Palermo van para el otro sentido”, dijo Guillermo, quien también realiza viajes por la zona.
En el barrio, las quejas fueron reiteradas, especialmente debido a la falta de información. “Supuestamente está en peligro de derrumbe. Este puente conecta el límite de Palermo con Belgrano, era muy transitado cuando estaba habilitado. Ahora lo cerraron y nunca más pasó nada. Nunca vimos gente del gobierno de la ciudad trabajando”, sostuvo Camila, que vive hace años en el barrio, por Santos Dumont y Ciudad de la Paz.
Ahora, como se contó, el mayor movimiento de trabajo comenzará a percibirse el próximo mes, cuando empiece a desarrollarse el proyecto, que será ejecutado por “una empresa constructora con vasta experiencia en obras urbanas y puentes”, sostuvieron en Ciudad, sin dar más especificaciones al respecto.
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