Descubren una rara criatura marina que no ha cambiado en millones de años
Los científicos estiman que los primeros espécimenes de esta especie se remontan a unos 180 millones de años
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En las profundidades del Pacífico Sur, un grupo de científicos encontró un ejemplar de estrella frágil o quebradiza de ocho brazos, que están conformados por un tejido similar al “hocico de cerdo”. El origen de este animal se remonta a los tiempos en que los dinosaurios dominaban la Tierra.
Este ejemplar hallado, considerado un fósil viviente por la antigüedad de su existencia sobre la tierra, tiene un cuerpo de alrededor de 3 centímetros de largo y brazos de unos 8 centímetros. El espécimen pertenece a una familia novedosa para la ciencia -parientes lejanos de las estrellas de mar- y se calcula que su antigüedad data de unos 180 millones de años atrás, tiempos del período Jurásico.
Estas estrellas frágiles o quebradizas (brittle stars, en inglés) pueden tener su hábitat en lo profundo del mar, a unos 360 a 560 metros por debajo de la superficie.
En esa profundidad marina, y a la altura de los trópicos terrestres, es posible descubrir muchas reliquias evolutivas, o especies supervivientes de grupos de organismos muy antiguos. Así lo aseguró Tim O’Hara, curador de invertebrados del Museo Victoria en Melbourne, Australia, según consigna el medio Live Science.
“Esto se debe probablemente a que los entornos tropicales son muy antiguos, se remontan a la era de los dinosaurios y no han cambiado mucho. Esto permite que algunos de estos ‘fósiles vivientes’ persistan en nuestro tiempo”, señaló O’Hara, que publicó los resultados de sus investigaciones en un reciente artículo en la revista científica Proceedings of the Royal Society.
El hallazgo de la estrella quebradiza
La estrella quebradiza fue hallada por O’Hara en el año 2015 en un barril de especímenes no identificados que estaban almacenados en el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, ubicado en París. El espécimen que hoy es noticia había sido recolectado en 2011, en una expedición a Nueva Caledonia, un territorio francés en el Pacífico Sur ubicado a unos 1500 kilómetros de la costa este de Australia.
Los científicos que obtuvieron la estrella quebradiza utilizaron para pescarla una red llamada de arrastre de varas, que se arrojó en el lecho marino de una cresta volcánica llamada Banc Durand. Allí ya notaron que habían capturado a un ejemplar extraño, que tenía ocho brazos en lugar de cinco o seis, como la mayoría de las estrellas frágiles de la clase Ophiuroidea.
El ejemplar hallado, además, tenía la mandíbulas en la parte inferior de su cuerpo repletas de dientes. Y en sus brazos, apareció ese patrón esquelético extraño, que daba la impresión de que estaban formados por decenas de hocicos de cerdo cruzados.
“Incluso desde una primera mirada pude ver ese espécimen era diferente de todas las demás estrellas frágiles que estaba mirando”, expresó O’Hara.
Pero después de secuenciar el ADN de esta estrella quebradiza, los investigadores se dieron cuenta de que no estaba tan estrechamente relacionada con especies conocidas de equinodermos, el grupo que incluye las estrellas frágiles conocidas anteriormente.
Un fósil viviente
Fue recién entonces cuando el coautor del estudio, Ben Thuy, que es paleontólogo en el Museo Nacional de HIstoria Natural de Luxemburgo, notó que había visto antes esos extraños brazos conformados por el patrón de “hocicos de cerdo”. Primero, el científico no podía recordar dónde había observado una estructura similar, y luego lo recordó: había visto una foto muy similar de fósiles que se encontraron en el norte de Francia, y que él tenía en un poster de ciencia que guardaba desde hacía unos años.
Así fue como esta similitud anatómica sirvió para revelar que la estrella frágil hallada tenía parientes que remontaban su existencia a unos 180 millones de años, cuando el supercontinente Pangea se estaba rompiendo y abriendo paso a nuevos océanos.
A eso se le llama precisamente un fósil viviente. Son seres vivos, plantas o animales, que moran hace millones de años en el planeta y que no han evolucionado demasiado o bien no han sufrido grandes cambios genéticos a través de los tiempos.
El término “fósil viviente” fue acuñado por Charles Darwin, y esto refiere básicamente a que estos animales o plantas existen en la tierra como seres vivos, pero también han aparecido fosilizados, es decir, petrificados para siempre hace millones de años.
Los investigadores crearon una nueva familia para la estrella frágil hallada en Nueva Caledonia, y la llamaron Ophiojuridae, un nombre que proviene de “Ophio”, que significa serpiente -por la manera en que mueven sus brazos y de las montañas Jura, de Europa, que es donde se definió por primera vez la geología del Jurásico.
Específicamente, esta especie hallada fue llamada Ophuijura exbodi, este último término es un homenaje al acrónimo de la expedición científica que descubrió la estrella quebradiza.
Los investigadores aclararon que tranquilamente el espécimen podría haber sido bautizado como “trituradora”, por la forma en que utilizaría sus dientes afilados para destrozar a sus presas, consistentes en plancton y pequeños camarones, a los que previamente cazaría utilizando sus serpenteantes brazos.
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