(Des)Conectar Igualdad: un programa que inspiró elogios, pero hoy recibe críticas
A más de cuatro años de su lanzamiento, no hay datos en la mejora del aprendizaje de los estudiantes que recibieron computadoras; el plan podría ser transferido a las provincias
Escuela secundaria. Suena el timbre y anuncia el fin del recreo. Jóvenes exaltados ingresan al aula. Se acomodan en sus pupitres, se empujan, se hacen chistes, se ríen. Ingresa el profesor y el alboroto merma. Hasta aquí, la escena puede evocar perfectamente a una clase de los años 40 o los 80, o alguna de principio del milenio. Sin embargo, la clave está en lo que viene a continuación; el profesor saluda y agrega: "Abran sus netbooks" y cada uno de esos jóvenes saca su computadora.
Ése era el ideal del programa de distribución de netbooks (PC de bajo rendimiento) Conectar Igualdad que en abril de 2010 creó la presidenta Cristina Kirchner mediante el decreto N° 459/10. Según este plan, alumnos y docentes de escuelas secundarias, técnicas, especiales de formación docente de gestión estatal recibirían una netbook.
Sin embargo, la acumulación de netbooks en las direcciones de las escuelas y en los depósitos de los servicios técnicos contratados por el Estado es vox populi. Aunque no hay cifras oficiales, se calcula que entre 1,2 millones y 1,6 millones de netbooks están fuera de funcionamiento, rotas, bloqueadas o a la espera del técnico. LA NACION intentó dialogar con Silvina Gvirtz, directora ejecutiva de Conectar Igualdad, sobre estas cifras, pero no lo logró a pesar de insistentes llamados.
Juan María Segura, experto en innovación y gestión educativa, autor de "Yo qué sé (#YQS), La educación argentina en la encrucijada", y ex asesor del Plan Sarmiento -que distribuye computadoras entre alumnos de escuelas primarias porteñas-, expresó que "a pesar de que la Presidenta sostiene que el problema de la brecha digital ya está resuelto, más del 35% de los equipos no está en funcionamiento, lo cual obliga a ser cautos".
El sociólogo Alejandro Artopoulos, director del Laboratorio de Tecnologías del Aprendizaje en la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés (Udesa) y ex consejero asesor de Conectar Igualdad, coincide y va más allá: "Las netbook rotas acumuladas ya suman un costo de aproximadamente 470 millones de dólares (cada unidad tiene un costo de 400 dólares), lo que representa el 25% de todas las máquinas entregadas".
Según cifras publicadas por la Anses (el organismo previsional que financia y coordina el plan), a más de cuatro años de su implementación se entregaron 4.705.613 computadoras; 4.261.271 fueron destinadas a escuelas secundarias, 287.917 a institutos de formación docente y 156.425 a escuelas de educación especial. Semanas atrás, en cadena nacional, la Presidenta expresó: "Hemos cubierto la brecha digital; no hay ningún alumno ni docente de escuelas públicas argentinas que no cuente con una computadora de Conectar Igualdad". La frase sonó a trabajo hecho y podría tener que ver con la posibilidad que estudia el gobierno de transferir el programa a las jurisdicciones provinciales (que ya tienen a cargo las escuelas), quitándolo de la órbita de la Anses. En la Argentina hay 8101 escuelas públicas con 7.766.456 alumnos secundarios.
El plan recibe cada vez más críticas que señalan que las netbooks son un dispositivo obsoleto en el mundo, donde dejaron de fabricarse a mediados de 2012. Aunque de manera generalizada se reconoce que el programa logró atenuar la brecha digital al poner por primera vez una computadora en muchos hogares, los cuestionamientos sobre el escaso impacto pedagógico del sistema son crecientes. Finalmente, la mayoría de las escuelas no cuenta aún con acceso a Internet o con conectividad suficiente para tener a todos los alumnos trabajando simultáneamente con sus netbooks en el aula.
Aunque no hay cifras oficiales, se calcula que entre 1,2 millones y 1,6 millones de netbooks están fuera de funcionamiento, rotas, bloqueadas o a la espera del técnico
Artopoulos -que entre otras cosas fue asesor de la Unesco- dice que lo echaron del consejo asesor de Conectar Igualdad por señalar las deficiencias del sistema. "Lo disfrazaron de renovación, pero la realidad es que me echaron. A las voces críticas las echan.Hay muchos colegas que por no quedarse sin fondos para investigar o lo que sea siguen haciendo la vista gorda y se callan", advirtió.
El soporte técnico es uno de los puntos más flojos. "Muchas netbooks rotas son devueltas con un atraso a veces de varios meses, lo que hace complicado el trabajo", afirmó Miguel Palma, profesor de Biología y de Educación para la Salud en la Escuela de Educación Media N° 1 Distrito Escolar 12 Julio Cortázar de Capital Federal. Martina B. terminó cuarto año del secundario. Desde hace varios meses su computadora está en la escuela porque se le dañó el teclado y no le dieron otra.
Todas los netbooks cuentan con un dispositivo interno que bloquea el equipo en caso de sustracción, pérdida o falta de uso. Vicente E., que está por pasar a cuarto año en un colegio de Florida, y tiene la netbook desde segundo, como se le bloqueaba en reiteradas oportunidades prefirió guardarla en su placard. Ya hace un año y medio de esto y sus padres admiten que no entienden por qué nadie de la escuela reclama porque su hijo no lleva su computadora a clase. En efecto, para Segura, "se conoce quién recibió qué, pero se desconoce si los equipos están en funcionamiento y qué resultados están produciendo desde el punto de vista del aprendizaje".
Aún no hay un plan educativo que prevea integrar las computadoras al sistema de enseñanza (algo que está librado al entusiasmo y la creatividad de los docentes sin mayores lineamientos). Para Segura, "entregar netbooks fuera de un programa pedagógico integral y pretender que los aprendizajes se modifiquen es como regalar autos con un tanque de nafta y creer que los problemas de movilidad quedarán resueltos". En efecto, un tema que realmente preocupa gira entorno a la capacitación docente. "La que se planificó está basada en cursos virtuales. Un docente no puede aprender a usar tecnología con cursos virtuales. Necesita que alguien esté al lado y que le diga cómo son las cosas, que le quite sus dudas", opinó Artopoulos.
Otro interrogante que surge es porqué alcanza a los alumnos de la escuela secundaria de gestión estatal y deja afuera a los de las escuelas privadas subvencionadas que en la gran mayoría de los casos también reciben alumnos de bajos ingresos. Enrique Quagliano es profesor de Computación y Tecnología en dos escuelas privadas de la ciudad de Santa Fe. "En ellas apenas hay una sala de computación, un cañón de proyección y algún que otro recurso digital para toda la escuela. De este modo, se deja afuera de esta especie de «paraguas digital» a una gran porción del alumnado", explica.
En general, los usos exitosos de las netbooks en el aula están en su mayoría referidos y coordinados por docentes de informática, o con una inclinación y conocimiento previo del uso de materiales digitales. Al respecto, el profesor Quagliano agregó que "hubiese sido importante que vieran de primera mano las diferentes realidades de las escuelas. Si hacemos con la netbook lo mismo que con un libro, sin el valor agregado de la experimentación, la búsqueda, la innovación, la creatividad, entonces sólo cambió el formato", agregó.
El plan recibe cada vez más críticas que señalan que las netbooks son un dispositivo obsoleto en el mundo, donde dejaron de fabricarse a mediados de 2012
Por otra parte, un aspecto positivo es que los chicos ven que las posibles brechas generacionales entre ellos y los profesores se disipan mediante el uso de las tecnologías de la información. Un caso interesante es cómo lograron, a través de la tecnología, abordar temas en conjunto que son delicados como, por ejemplo, la sexualidad. En el caso de la escuela del profesor Palma desarrollaron un sitio web completo sobre Educación Sexual Integral (ESI) y un grupo de Facebook cerrado en el que participan prácticamente todos los alumnos, más varios docentes e incluso algunos padres. "La presencia masiva de los chicos en ese grupo también nos permitió trabajar con ellos sobre los riesgos de usar Internet y cómo cuidarse estando online", agregó el profesor.
Desde el punto de vista técnico, los expertos destacan que el mayor problema de Conectar Igualdad es que se basa en un dispositivo obsoleto. "La netbook educativa es como un walkman", resumió Artopoulos. En el mundo las netbooks se están reemplazando por tablets y por la chromebook, una computadora sin disco rígido que trabaja sobre la Nube y, por ende, sólo funciona con conexión a Internet. Este dispositivo hace tres o cuatro meses que se empezó a vender en 24 países, entre ellos Chile y México. "Para Conectar Igualdad se evaluaron estos dos dispositivos pero se rechazaron porque necesitan banda ancha", agregó el especialista.
Al respecto, según el Ministerio de Educación de la Nación el Programa debía garantizar la instalación de un piso tecnológico, que involucra el cableado interno de los edificios escolares y la conexión del servidor para la instalación de una red interna en cada institución, que permita compartir información y distribuir la señal de Internet Wi-Fi. Según la Anses 11.432 escuelas (entre las secundarias, técnicas y especiales) están equipadas con estos pisos tecnológicos, cifra de la que muchos especialistas desconfían. Por otra parte, según Argentina Conectada, plan de conectividad lanzado en 2010, entre sus metas se encuentra la conectividad al 100% de todas las escuelas públicas con un plazo de ejecución entre el 2011 y 2015. Ya ingresando en este último año, según el Ministerio de Planificación aún quedan más de 1200 escuelas públicas sin conexión a Internet aunque el número sería mucho mayor cuando se cuenta la capacidad para soportar la conexión de varios equipos en simultáneo.
"En los Estados Unidos sólo el 30% de las escuelas públicas tienen conexión de banda ancha y el presidente Barack Obama firmó a principio de 2014 un decreto en el que convoca al sector privado y al sector público a encontrar soluciones y llevar a un piso de 100 gigas a todas las escuelas públicas de su país. Conectar igualdad tiene cero de conectar. Te conectás en tu casa, pero no en la escuela. Es «desconectar igualdad» -sentenció el ex consejero-. Gastaron un montón de plata en computadoras y nunca se les ocurrió que un proyector por aula podría ser revolucionario", comentó Artopoulos.
El futuro del plan es incierto. Sin embargo, la entrega de las computadoras, aún parcializada y con fallas, es siempre ventajosa, coinciden los especialistas. Puso el dispositivo en manos de los chicos, y eso ya fue un avance. Desde lo educativa, la conclusión es que se implementó un cambio mayor en la escuela secundaria con tecnología, pero definitivamente sin innovación.
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