Derrumbe en Ezeiza: una testigo aportó una imagen clave para la investigación
Todo era conmoción. El derrumbe en una obra en construcción de una nueva terminal en el aeropuerto internacional de Ezeiza había transcurrido pocos minutos atrás. José Humberto Bulacio, el capataz de una empresa contratista, había muerto. Otros 13 operarios habían resultado heridos. En una recorrida por la zona de los hechos, el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena encontró una testigo que tenía una prueba clave: había captado con la cámara de su teléfono celular el estado del andamio donde estaba subida la víctima antes de la trágica caída.
La fotografía, que ya fue incorporada en el expediente, podría ser clave para determinar que el derrumbe habría ocurrido porque el andamio donde estaban los operarios habría colapsado. De esta manera se descartaría la primera hipótesis que se buscó instalar: que una grúa enganchó la estructura tubular que oficia de soporte al área por donde transitan los operarios y la tiró junto a parte de la mampostería.
La testigo, cuya identidad no fue revelada, no fue solo importante por la fotografía que aportó. También fue clave para que las víctimas mortales no fueran más. Fue ella quién avisó a los operarios que el andamio estaba por colapsar y varios lograron salvarse antes del derrumbe.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales. Una de las hipótesis que analizan los investigadores es la influencia de los apuros en terminar la obra para ser inaugurada lo antes posible.
La obra, en la que trabajan una treintena de empresas, es financiada por Aeropuertos Argentina 2000 y supervisada por el Estado nacional con una inversión de 8500 millones de pesos. La nueva terminal tendrá 48.000 m2 y será tres veces más grande que la actual Terminal A.
Ante una consulta de LA NACION, un día después del derrumbe, desde el Ministerio de Transporte respondieron que el lunes [por anteayer]se iba a inaugurar solamente el nuevo estacionamiento multinivel que está frente a la terminal en construcción. Se trata de una obra de 64.300 m2 de superficie, conformada por cuatro niveles que le sumará al aeropuerto 1835 cocheras.
"Para este lunes había un acto planificado para la inauguración del nuevo estacionamiento, pero no para la nueva terminal. Si se llegaba a terminar parte de la obra, era posible que mostraran esa parte al público, pero primero está la seguridad y, además, el cronograma de las obras lo maneja la empresa Aeropuertos Argentina 2000. La obra se estaba terminando, en unos 15 o 20 días iba a empezar a operar la primera aerolínea", señalaron fuentes del ministerio.
Además, según pudo saber LA NACION, el juez Villena investiga si antes del derrumbe y el fallecimiento de Bulacio hubo otros accidentes con operarios heridos.
"Dos testigos afirmaron que entre abril y mayo un operario sufrió una fractura expuesta en una de sus piernas", afirmó una fuente con acceso al expediente.
Villena, hiperactivo, busca imprimirle celeridad a la investigación para determinar las responsabilidades por el derrumbe. Hoy, a las 14, hará una reconstrucción de lo sucedido la semana pasada.
"No se descarta poner sobre la lupa a los organismos de control que debían seguir de cerca la obra en construcción", afirmó una fuente de la investigación.
Desde el martes de la semana pasada, por decisión del juez Villena, la obra de la nueva terminal está suspendida y desalojada sujeta a la investigación.