Denunció mala praxis hace 20 años y aún espera justicia
“Hubiera preferido tener una discapacidad mental para no darme cuenta de todo esto”, le dijo Fernán López Abad a su mamá después de ir al Hospital Español de Buenos Aires por un trámite de reintegro, un trámite que se suma a la lista de los miles que hacen desde hace casi 20 años, cuando nació con parálisis cerebral y una severa discapacidad motriz.
Estos días, junto a su madre lanzaron una campaña en change.org reclamando cobertura médica y Justicia por lo que denuncian como un caso de mala praxis. La convocatoria ya cuenta con más de 78 mil firmas.
El hijo de Paula Abad Crespo sufrió, el día de su nacimiento, el 18 de junio de 1998, una hipoxia, es decir, falta de oxígeno por la demora en la cesárea y esto le ocasionó un daño neurológico con una secuela motriz severa. A partir de entonces, cuando identificaron lo que tenía Fernán, sus vidas cambiaron radicalmente y comenzaron un rally judicial con abogados, jueces y fallos que, hasta hoy, resulta interminable. Cada vez se encuentran con más trabas.
Hace 19 años, Paula fue a la guardia del Hospital Español y, después de estar seis días internada, tuvo un desprendimiento de placenta, lo que generó hacer una cesárea de emergencia. “En ese momento no había anestesista, ni tampoco una unidad de neonatología para asistir a mi hijo, entonces hubo una demora en la cesárea de casi dos horas”, cuenta.
“Nunca me dieron el diagnóstico. Cuando a él le dan el alta me dan un bebé sano y después de un año tuve que buscar el diagnóstico por fuera del hospital porque evidentemente ellos ya sabían que una vez que yo lo tuviera iba a tratar de averiguar qué era lo que había pasado”, continúa el relato.
Meses más tarde, inició un juicio por daños y perjuicios contra el Hospital Español y el médico obstetra, pero estuvieron diez años sin que actuara la Defensoría de Menores Incapaces. Primera falla del Sistema Judicial. La segunda, fue el día en que se dictó la sentencia que sería favorable al Hospital y al médico. Tiempo después la Cámara falla a favor de Fernán, sin embargo desestiman la demanda contra el obstetra, quien quedó totalmente absuelto.
“El problema fue que el Hospital entra en concurso preventivo en 2002 para bajar las deudas. Nos presentamos y Fernán quedó con una indemnización irrisoria, que todavía no cobró un peso”, cuenta Paula. Para evitar el juicio de mala praxis, lo habían hecho socio de por vida con todas las prestaciones que requiriera. Pero en 2014 el Hospital Español es intervenido por el PAMI por indicación de la jueza y comienzan otras complicaciones: el PAMI solo se haría cargo de la prestación del establecimiento para sus afiliados, no de los socios del Hospital. Por ende, Fernán se quedó sin cobertura médica.
En diálogo con LA NACION, desde el PAMI sostienen que no les corresponde: “Fernán no es afiliado y por lo tanto no se le puede dar la prestación. No es por él ni por el caso, PAMI administra el Hospital Español para no perder un lugar de internación y de atención para sus afiliados”.
En el medio de esos días, Paula durmió una semana en el hall del Hospital Español porque le habían cortado todas las prestaciones a su hijo. “Desde octubre hasta ahora Fernán no tiene cobertura de salud. Estamos totalmente desamparados, no cobró la indemnización, le quitaron las prestaciones, estamos en la calle”, explica su madre.
“Fernán, independientemente del tema económico que no le va a cambiar su discapacidad motora, sí le va a dar un aire, porque, por ejemplo, le va a ser sumamente difícil conseguir un trabajo”, manifiesta Paula. “Es darle un respiro. Él me dice: 'Mamá, enseñame a pelear, porque cuando vos no estés ¿qué va a ser de mí?’”.
Aunque tampoco entienden qué fue lo que hizo que ambos se salvaran, Paula revela que “si su hijo no estuviera vivo, quizás no seguiría buscando justicia”. Hoy, casi 20 años después, le enseña a pelear por sus derechos.
Fernán terminó el colegio secundario hace un año, con apoyo de maestras integradoras, psicopedagoga y con la curricula adaptada. Actualmente continúa con asistencia académica para seguir leyendo y no perder sus conocimientos. Además, tiene sus tratamientos de rehabilitación, kinesiología y terapia ocupacional.
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