Denuncia que su papá murió porque le negaron la segunda dosis de la vacuna: “Fue negligencia estatal”
La esposa y la hija del médico Gustavo Durán, que falleció luego de que le postergaran la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, expresaron su dolor y su “impotencia” en una charla con Eduardo Feinmann
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Celeste Durán y Sonia Moreta son la hija y la esposa del doctor Gustavo Durán, que murió el pasado 26 de junio de coronavirus luego de que le postergaran el acceso a la segunda dosis de la vacuna. Este martes a la tarde, las dos mujeres hablaron con Eduardo Feinmann sobre la circunstancias que llevaron al fallecimiento del médico.
“Por negligencia estatal tenemos que estar llorando a mi papá”, dijo Celeste, mientras que su mamá, quebrada por la situación, señaló: “A alguien le tiene que interesar la salud del pueblo”.
Sonia y Celeste habían planteado lo que le había pasado a Gustavo Durán a través de sus respectivas cuentas de Twitter, con mensajes conmovedores. Eso fue lo que retomó Feinmann antes de dialogar con las dos mujeres.
El periodista señaló: “Leí un hilo de tuits que me conmovió; el de Celeste Durán hablando de su padre, que falleció el 26 de junio”. A continuación, el conductor de El Noticiero de LN+ leyó el posteo de la joven.
“Mi padre, doctor Gustavo Durán, falleció el día de ayer por Covid. La primera dosis de la vacuna la recibió el 3 de marzo. Cuando le correspondía la segunda dosis se la negaron y le dijeron: ‘Tenemos orden de sólo poner primeras dosis’”.
A continuación, Feinmann presentó a las dos mujeres, a las que les dijo: “Lo que les pasó a ustedes como familia seguramente les pasó o les puede pasar a miles de argentinos”.
“Es muy difícil el momento para toda la familia. Nos duele el doble por saber que ya la ciencia dio las herramientas para prevenir estas muertes, y por negligencia estatal tenemos que estar llorando a mi papá”, señaló Celeste.
La joven añadió que su padre tenía “más de 30 años de médico” y reflexionó: “Él salvó la vida de tantos y nos duele saber que se podía haber salvado y no se pudo”.
A continuación, Celeste narró cronológicamente lo que le había pasado a su papá. “El 3 de marzo le llegó el turno y recibió la primera dosis de AstraZeneca. Después, al mes y medio le llega el segundo turno. Fue y le dijeron que tenían orden de solo dar primeras dosis”.
“Él siempre fue muy correcto y nunca le gustó pasar por encima de los demás. Entonces, a pesar de tener 62 años y estar trabajando como personal médico, esperó su turno -continuó la joven.- No sé si él se imaginaba que tenía tanto tiempo que esperar. El 28 de mayo dio covid positivo él y mi mamá”.
La palabra de la esposa del doctor Durán
A su turno, Sonia, que también había escrito un tuit conmovedor para despedir a su esposo, expresó: “Esto no solamente fue un golpe, sino también el dolor de ver que esto quizás se podría haber prevenido”.
“Acá no es interés de geopolítica, lo nuestro viene desde el dolor. Ayer vimos el llamado del 17 de junio de la segunda dosis para vacunarse de mi esposo, lo vimos en el mail”, añadió la mujer.
Sonia aseguró que el turno para la segunda dosis de su marido las hizo reflexionar y escribir los tuits. “Nos quieren convencer de que los intervalos de dosis son diferentes de acuerdo a la conveniencia. Acá, pseudocientíficos siguen diciendo que son tres meses, noventa días, no señor”, añadió.
En relación al fallecimiento de su esposo, Sonia señaló: “Podría haber sucedido lo mismo. No decimos que sea la única culpa, pero acá no lo tuvimos en tiempo y forma”.
“O sea que si su marido hubiera estado vacunado en tiempo y forma...”, intervino Feinmann. “Quizás no hubiera tenido este contagio grave”, dijo la mujer. “Yo tengo las dos dosis de Sputnik V en tiempo y forma. Hice un resfrío, ni eso”. “Igual que el presidente”, señaló el conductor de El Noticiero de LN+.
Entonces, Sonia reflexionó: “Creo que esto no es política, ni grieta, pero a alguien le tiene que interesar la salud de nuestro pueblo, porque nos va a llegar la tercer ola y nos va a encontrar peor que en la primera, tomando decisiones que no dan resultado”.
“Esto surge desde el dolor, no tiene otra connotación”, aclaró finalmente la mujer.
Celeste habló de cómo para ella era “una decisión política” lo que había determinado el destino de su papá. “Claramente, que hayan decidido que haya mas gente con primeras dosis, es una decisión, porque la vacuna que le tocó a mi papá no era como la Sputnik que tiene diferentes componentes”, señaló.
“Cuando mi papá estaba internado me llegó un mail del gobierno de la Provincia de Buenos Aires diciendo que habían vacunado a un montón de personas, y que la primera dosis servía para prevenir las neumonías graves de internación y la mortalidad. Ese mail me llegó justo cuando mi papá con una dosis estaba en terapia intensiva conectado a un respirador”, contó la joven.
“Eso es uso político de una situación sanitaria grave y es difícil, porque uno no quiere vivir con rencor, uno quiere seguir adelante pero da impotencia. Nos negaron la posibilidad de que el tenga esa herramienta (la segunda dosis). Y duele”, concluyó Celeste.