Dengue: el Gobierno compró vacunas para sumar al plan que busca evitar una nueva epidemia de la enfermedad
La operación se realizó con Takeda, el laboratorio productor; las dosis se destinarán de manera focalizada a la población de entre 15 y 39 años de las provincias con mayor amenaza de brotes
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El Gobierno formalizó la adquisición de dosis de la vacuna contra el dengue destinadas al plan acordado con las provincias para evitar que se repita una nueva epidemia este verano. Desde el Ministerio de Salud de la Nación confirmaron a este medio que se emitió la orden de compra al laboratorio productor para iniciar la vacunación focalizada en zonas de alto riesgo del norte y el centro del país.
A la par, varias jurisdicciones avanzan con sus compras e información sobre cómo se irá convocando a la población que no haya recibido la vacuna en los primeros meses de este año, ya sea en campañas públicas locales o de manera privada.
En el Plan de Abordaje Integral del Dengue 2024-2025 que se presentó en mayo pasado, la vacunación es solo una herramienta entre todas las medidas por tomar para reducir la presencia del mosquito transmisor del virus cuando el calor empiece a crear el ambiente necesario para que eclosionen los huevos que dejaron las hembras en los lugares más aptos para que sobrevivan. Ese plan detalla que la inmunización se concentrará en la población de entre 15 y 39 años, en los departamentos con alta incidencia de la enfermedad ubicados en las provincias del noroeste, el noreste y el centro del país. Esto va en línea con las recomendaciones redactadas por la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain).
A la vez, mientras que cada jurisdicción está definiendo cómo ejecutará un plan de preparación y respuesta para dengue, las dosis que entregue Nación seguirán un uso escalonado, por edades: el primer grupo será el de entre 15 y 19 años, también de acuerdo con lo aconsejado por la Conain.
La vacuna del laboratorio Takeda es la única que está disponible en el país en este momento y se aplica en dos dosis, con un intervalo de tres meses. El uso por prospecto aprobado por la Anmat está indicado a partir de los cuatro años. Pero más allá de los 60 “no existen datos”, según declara el laboratorio, a la vez que “son limitados” en personas “con afecciones médicas crónicas”. Su aplicación también está contraindicada en las embarazadas o durante la lactancia y en la población inmunosuprimida porque es una vacuna a virus vivos atenuados del dengue. De ahí la recomendación de consultar antes al médico de cabecera.
LA NACIÓN anticipó hace dos semanas que la cartera nacional negociaba la compra de 160.000 dosis con el laboratorio, en lugar del fondo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a través del que el país adquiere las vacunas de calendario. Esas dosis se sumarán a las ya adquiridas -o en vías de hacerlo- por gobiernos provinciales y, también, a las ya administradas en vacunatorios privados o en campañas locales durante la epidemia 2023-2024.
En la Secretaría de Calidad en Salud, que está coordinando la implementación de plan oficial, estiman que la distribución será a partir de la última semana de agosto o principio de septiembre, según se coordine la logística con los referentes de los programas de inmunizaciones provinciales.
Excepto Formosa, por falta de interlocutor para coordinar acciones y tras la ausencia a tres reuniones regionales de ministros de Salud, según se indicó, todas las provincias del noroeste y el noreste del país solicitaron recibir dosis. La lista oficial de destinos también menciona algunos departamentos de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Los envíos se irán ajustando de acuerdo con el seguimiento de aplicaciones declaradas a través del Registro Federal de Vacunación Nominalizado (Nomivac).
“El Plan de Abordaje Integral del Dengue para la temporada 2024-2025 se lanzó y, en paralelo, arrancó el plan que cada provincia definió y va a desarrollar localmente”, dijo Leonardo Busso, secretario de Calidad en Salud. “Lo segundo es la atención de los casos: estamos trabajando sobre las guías de atención clínica y triage en la atención primaria y las guardias -continuó-. Lo tercero es el trabajo territorial en el control del vector y la vigilancia entomológica para ir eliminando huevos en este momento y larvas que vayan apareciendo. Adquirimos larvicidas para distribuir a través del área de vectores y los reactivos para las pruebas de vigilancia epidemiológica. Arrancamos con esa vigilancia [de la temporada 2024-2025] para monitorear si siguen habiendo casos o no, las regiones endémicas y el tipo de dengue, entre otra información necesaria. El último punto es la inmunización en coordinación con las provincias.”
Varias provincias ya arrancaron con la difusión de medidas a la población y la convocatoria para la vacunación, de acuerdo con las campañas que van definiendo. En Córdoba, por ejemplo, el gobernador Martín Llaryora y el ministro de Salud, Ricardo Pieckenstainer, informaron hoy que están destinando $7500 millones para implementar el Plan Estratégico de Abordaje Integral y Vacunación para la Prevención y el Control del Dengue, Chikungunya y Zika. El mandatario provincial mencionó que adquirieron 150.000 vacunas que se destinará al personal de salud -tanto del sector público como privado- y las personas de entre 15 y 59 años que hayan estado internadas por dengue durante al menos 24 horas.
“Todas estas medidas [por el plan provincial] apuntan a que estemos preparados y listos para una contingencia que puede ser de la magnitud que tuvimos en 2023 si no tomamos cartas en el asunto en este momento. El objetivo principal que tenemos como Ministerio es demorar la mayor cantidad de tiempo posible la aparición del primer caso y disminuir el brote la mayor cantidad de tiempo posible”, dijo Pieckenstainer en su intervención.
En diálogo con LA NACIÓN, el funcionario insistió en que la medida más efectiva para que no se repita por tercer año consecutivo una emergencia sanitaria es eliminar reservorios del mosquito vector en viviendas, lugares de trabajo y espacio público.
“Es indispensable insistir en que si no hay mosquito, no hay dengue -pidió aclarar Pieckenstainer-. No es que si hay vacunas, no hay dengue. El plan estratégico involucra la vacunación, porque a eso nos habíamos comprometido en el brote pasado, pero también la comunicación y la participación interministerial y ciudadana en el control del vector, la vigilancia de la aparición de hembras del mosquito Aedes aegypti y la actividad larvaria, el ordenamiento ambiental y la adecuación de las capacidades sanitarias. Con los resultados del análisis entomológico estimamos poder predecir con siete días de anticipación y a 15 días la carga de la población de mosquitos en la provincia y, con esto, dónde ir adecuando la respuesta y las intervenciones ambientales con participación ciudadana activa.”
El funcionario señaló que llevan $6700 millones invertidos en la compra de repelentes, kits de bloqueo domiciliario, que ya se distribuyeron en un 50% del territorio provincial, kits diagnósticos, vacunas y la previsión del refuerzo de los recursos humanos en los centros de salud para la contención del brote en caso de ser necesario. Esto, según explicó, incluye la adecuación de la salas de espera y las terapias intensivas y la agilización del triage, con separación de la atención de febriles de no febriles para que la aparición de casos de dengue no termine alterando la atención de otros problemas, incluidas las urgencias.
“El objetivo es demorar todo lo posible la aparición del mosquito y, por ende, del brote. Cuanto más lo podamos hacer, más se comprimirá esa ventana de tiempo con el próximo invierno”, resumió el ministro. “Estamos coordinando acciones con los intendentes, que son los encargados del ordenamiento ambiental por la ley de dengue [en referencia al Plan Director de Prevención del Dengue de Córdoba que rige desde 2009] –agregó–. No tiene sentido fumigar en estos momentos. Ahora, a la población le decimos que hay que limpiar, descacharrar y ordenar el patio, el balcón, donde trabajamos, vivimos, hacemos actividades recreativas o practicamos deporte. Con las intendencias, vamos a trabajar donde se concentran los mosquitos después de las lluvias en las zonas fabriles, las gomerías, los basureros clandestinos y los espacios verdes públicos.”
En el Ministerio de Salud cordobés estiman que en la segunda quincena de este mes recibirán las primeras 20.000 dosis de la vacuna. Las aplicarán por disponibilidad y nivel de riesgo en este orden: las personas de entre 15 y 59 años que hayan tenido dengue con criterio de internación por más de 24 horas, el personal de salud de hasta 59 años, que tuvo la enfermedad y trabaja en lugares priorizados y el resto del personal de salud hasta la misma edad. Los notificarán a través de la plataforma provincial Ciudadano Digital (CiDi).
Hay 5000 personas con registro de internación por dengue en la última epidemia, pero convocarán a los que reúnan los criterios para la inmunización: no tener más de 59 ni menos de 15 años, no estar ni tener antecedentes de inmunosupresión o alergia como efecto adverso a la vacunación ni estar embarazada o amamantando. Deben haber transcurrido tres meses desde la finalización de los síntomas (el brote fuerte en Córdoba fue en mayo). La aplicación se hará en hospitales públicos para que sea de manera controlada.
“El objetivo principal es disminuir la carga de la enfermedad sintomática y su impacto en pacientes de alto riesgo debido al virus del dengue”, en el caso de volver a enfermar, según explicó el funcionario.
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