Demolerán 15 pisos del edificio desde el cual se ve la Quinta de Olivos
Estará adaptado para agosto próximo
Después de 25 años de gestiones, comenzarán a demoler parcialmente una construcción situada a dos cuadras de la Quinta de Olivos. Se trata de una mole de ladrillos y concreto de 22 pisos, que pasó a la historia como el lugar desde donde hubieran podido seguirse los pasos de los habitantes de la residencia presidencial, de no haber sido frenada la obra e inhabilitado el acceso a ella.
"En el 73, cuando Juan Perón estaba en la quinta, le tomaron una foto desde esta construcción", contó a LA NACION Andrea Drago, directora de obras particulares de la Municipalidad de Vicente López. Según pudo saberse, esa fotografía, con el remitente "Montoneros", le llegó a Perón a la quinta. Fue en ese momento cuando se cayó en la cuenta de que peligraba la seguridad del Presidente, por lo que se decidió expropiar el edificio. La municipalidad de Vicente López, en una sesión extraordinaria realizada el 13 de diciembre del 74, declaró el inmueble de Maipú 2260 "de interés general por razones de utilidad pública".
El paso siguiente fue transferirlo a la provincia. "Era la provincia la que podía expropiarlo. Entonces, se sancionó la ley 8370 por la que se lo declaraba de utilidad pública y se la autorizaba a hacer los juicios de expropiación", explicó Drago. Tras ese proceso, las obras se paralizaron. Según un decreto del Poder Ejecutivo provincial, el juicio de expropiación contra "Alfredo Alberto Sandionisi y otros" se inició en 1974. Al poco tiempo, y tras el resarcimiento económico correspondiente, la construcción pasó a la provincia. Luego de varios reclamos del gobierno local, se produjo la donación de la obra a la comuna.
"Una vez que lo traspasaron, tuvimos que adaptarlo a los requerimientos del Código de Planeamiento Urbano de Vicente López", continuó Drago. Según la norma, en esa manzana las edificaciones no pueden superar los siete pisos.
Sin implosión
"Primero se llamó al Ejército para una implosión; pero finalmente se decidió que la construcción fuera de siete pisos y utilizar el edificio para alguna dependencia pública que aún no se decidió", dijo la funcionaria.
En una primera etapa, se demolerán cinco pisos. Durante 20 días se entelará el edificio para evitar que los restos de mampostería caigan sobre terrenos vecinos. El costo de los trabajos ronda los 900.000 pesos, y estarán terminados en agosto de 2004.
Los primeros cinco pisos para demoler ya fueron licitados.
La seguridad en la obra está a cargo de personal de seguridad de la Quinta de Olivos. Según contaron los obreros que trabajan allí a LA NACION, desde el piso 19 puede verse el camino desde el helipuerto hasta la residencia.
Relataron, incluso, que en ese nivel se apostaban francotiradores que velaban por la seguridad de los presidentes cuando en la quinta había alguna celebración. En poco tiempo, el edificio sólo será historia.