Debate: cuáles son las propuestas educativas de los candidatos a la presidencia
Los referentes educativos de JxC, Unión por la Patria y Hacemos por Nuestro País expusieron sus prioridades en el Malba; faltaron los representantes de Javier Milei y Myriam Bergman
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Esta mañana en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), los equipos de educación de los diferentes candidatos a presidente se encontraron para difundir sus planes e intercambiar miradas bajo la premisa de jerarquizar a la educación como eje clave para el desarrollo del país. Coincidieron en que la formación de los docentes y la enseñanza de matemática, están entre los grandes temas prioritarios.
Del debate, organizado por Fundación Varkey, Asociación Conciencia, Argentinos por la Educación y Educar 2050, participaron: Fabio José Quetglas, referente de Juntos por el Cambio; Germán Lodola, de Unión por la Patria; y Walter Grahovac, de Hacemos por nuestro país. Y fueron moderados por los periodistas Luciana Vázquez, de LA NACION, y Ricardo Braginski, de Clarín.
A pesar de haber sido convocados insistentemente por la organización del evento, estuvieron ausentes los representantes de de Javier Milei (La Libertad Avanza) y de Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores).
En un diálogo dinámico, en el que no faltaron cruces y chicanas, uno de los primeros temas abordados fue el de la formación para el trabajo en la escuela secundaria, que comenzó a implementarse en la ciudad de Buenos Aires desde el año pasado con las Actividades de Aproximación al mundo laboral y de estudios superiores (ACAP). En ese sentido, Quetglas, diputado nacional por Buenos Aires (UCR), advirtió la importancia de preparar para el trabajo. “Si hay un límite para el desarrollo de una sociedad es la capacidad de las personas, algo que muchas veces está desinstalado del discurso político”, dijo. El abogado aseguró que tiene como proyecto preparar a los estudiantes para el siglo XXI, algo en lo que considera que el sistema educativo fue moroso y que tiene resultados negativos. “Toda la escuela media tiene que preparar para el trabajo más allá de que la persona siga luego de esa etapa con una formación académica. Saber desenvolverse en un ámbito laboral significa mucho y eso es mejor que ocurra en un contexto cuidado como es el sistema educativo”, añadió.
Sobre esta cuestión Lodola, secretario de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, aclaró que tanto la formación como el trabajo son los grandes ordenadores sociales. “Necesitamos hacer a la escuela secundaria interesante y preparar a los jóvenes para una inserción rápida, en la medida de lo posible, en el mundo formal del trabajo. No hablamos de trabajos informales o no capacitados, sino de generar condiciones para que esa transición sea rápida dentro del mercado formal de empleo. Hay otras experiencias que no prestan atención a la calidad del empleo que se debe generar”, explicó.
Y afirmó que la nueva Ley de Financiamiento Educativo elevada al Congreso por el gobierno nacional destaca cuatro aspectos fundamentales para vincular a los jóvenes con el mundo del trabajo. En primer lugar, pone el foco en prestar mucha más atención a la escuela técnica profesional (ETP). “Sabemos por los datos del Instituto Nacional de Educación Técnica que el tránsito de los chicos de la educación técnica al mercado profesional es mucho más dinámico que desde la educación común. Esto significa que tenemos que construir más escuelas técnicas profesionales”, indicó. Y sostuvo que en este momento existe un freno en la construcción de escuelas por la baja inversión existente. Otro de los aspectos en que se apoya la ley es fortalecer la formación profesional de jóvenes universitarios, incorporar en la currícula del secundario contenidos específicos vinculados con el mundo del trabajo; y, por último, fortalecer vínculos entre los estudiantes y el sector socioproductivo con la inclusión de pasantías, mentorías y prácticas profesionales en la escuela.
Por su parte, Walter Grahovac, ministro de Educación de Córdoba, ahondó en los cambios vertiginosos que se sucedieron en el mundo del trabajo en los últimos años y reafirmó que la escuela secundaria debe incluir espacios para la formación para la vida laboral con especial atención a las nuevas demandas. Y sostuvo: “No hay forma de hacer que los chicos mejoren su capacidad de aprender nuevas tecnologías, si no mejoran su capacidad de comprensión de la lengua. Además del gran déficit que tiene la Argentina, que abandonó la enseñanza de la matemática como prioritaria, y en el mundo digital no saber matemática es casi ser un analfabeto. Esta situación impide conocer la aplicación y el funcionamiento de las nuevas tecnologías”.
Inversión
Otro de los ejes de debate que más rispideces generó entre los referentes fue el de la inversión educativa. Así, Lodola criticó la poca inversión en educación durante el primer año del gobierno de Mauricio Macri. “Si invertimos un centésimo de lo que la ley dice que hay que invertir para generar jóvenes con conocimiento y con capacidad de conseguir un buen empleo, estamos más cerca de justificar la informalidad que de trabajar para una formación profesional”, dijo. Por su parte, Quetglas aclaró: “Me parece pésimo que se haya invertido eso y hay que invertir lo que sea necesario, me parece tan malo como sostener un discurso que es ambivalente. Argentina pasa por un proceso de degradación donde ese año es una perla más de un collar de errores injustificables como lo son otros errores que hemos cometido en la materia”.
Sobre este punto Braginski aclaró que, según la Ley de Educación Nacional (2006), el presupuesto en el sector deber ser de un 6% del Producto Bruto Interno (PBI) algo que desde su sanción nunca se alcanzó por lo que el Estado tiene una deuda calculada en 2600 millones de dólares con la educación. En este contexto, el proyecto presentado por Unión por la Patria plantea llevar el presupuesto de Educación, Ciencia y Tecnología al 8%. El moderador cuestionó a Lodola, sobre si en un ámbito pre electoral es momento de presentar este presupuesto. “¿Quién no puede estar a favor? La inversión educativa es central, la Unesco afirma que la única manera de garantizar el derecho a la educación es con una inversión importante”, señaló. Y advirtió que, en la Argentina, desde la democracia hasta hoy hubo dos períodos de desfinanciamiento del sistema por parte del Estado Nacional: el de 2001, cuando bajó el 33%, y otro fue entre 2016 y 2019 cuando bajó el 23%. “En nuestra gestión aumentó el 12% y el derecho a la educación se demuestra por la inversión continua”, apuntó. “Nosotros mantenemos la inversión mientras otros modelos no lo hacen. Ni quiero mencionar el modelo de La Libertad Avanza que deja a la gente librada a su suerte, sin financiamiento de ningún tipo; la libertad es entonces limitada”, señaló.
Mientras que el referente de Juntos por el Cambio, consideró que el Gobierno no llega al 6% porque tiene problemas fiscales y es muy poco probable que llegue al 8% el próximo gobierno porque la Argentina tiene que llegar a un equilibrio general. “Si llegamos al 8% y la inflación es del 500%, los padres van a retirar a los pibes del colegio para ir a cartonear. Basta de tener una discusión hipócrita, quiero que se invierta en educación, tengo un compromiso con la educación, pero quiero tener un diálogo sincero”, añadió Quetglas que resultó ovacionado por el auditorio.
Pruebas educativas y formación docente
La segunda parte del conversatorio se reservó para temas que resultan polémicos y generan posiciones encontradas; uno de ellos se refiere a las pruebas educativas. La periodista de LA NACIÓN, Luciana Vázquez, se refirió a las pruebas del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), de comprensión lectora, que establecen a la Argentina en el séptimo lugar en un ranking de 17 países entre los que tienen la mayor cantidad de niños de menor nivel socioeconómico en el peor cuadrante de aprendizaje de la lectura. La periodista cuestionó al representante del gobierno nacional: “¿Cómo es que esa inversión mencionada no se tradujo en resultados?”
Lodola aclaró que ERCE es una evaluación internacional (América Latina y el Caribe) que no mide adquisición de conocimientos curriculares porque estos son distintos entre los diferentes países. “Se evalúan cosas diferentes, en Argentina tenemos trazabilidad desde 1993. Los datos están disponibles en la página del Ministerio de Educación y refieren que la Argentina mantiene cierta estabilidad, hubo una mejora en los desempeños hasta 2015 y luego hay estabilidad. Hubo una baja en lengua y matemática durante la pandemia pero los indicadores son estables”, aseguró. Y destacó que el factor que mayor estratifica es el origen social y esto se traduce en el desempeño escolar. Apuntó que comparar entre naciones resulta muy difícil porque en la Argentina la prueba tiene carácter masivo mientras que en otros países muchos chicos pobres quedan directamente excluidos de esa prueba.
Mientras que Quetglas, concluyó que la medición es tan importante como la inversión porque es imprescindible saber en qué debemos invertir. En cuanto a los métodos de alfabetización en los niveles iniciales aseguró que la propuesta de Juntos por el Cambio es abordar el fonológico, pero sin imposiciones porque va a contramano del consenso que se necesita para transformar la educación. En relación a este punto, Lodola advirtió que no existe evidencia empírica robusta que un método específico sea mejor que otro. “Con la diversidad y asimetría que hay en la Argentina, imponer un método de aprendizaje no es adecuado”, agregó.
Por su parte, con 16 años de experiencia al frente del Ministerio de Educación cordobés, Grahovac destacó que otro de los factores de cambio del sistema educativo argentino es la formación docente. En ese sentido, consideró necesario identificar cuáles son las capacidades vinculadas a la enseñanza que hacen falta de cada lugar del país en particular. “Este año, Córdoba incrementó en 300 horas reloj las 2600 horas que requiere formar un maestro, de ellas 140 son destinadas a la matemática y su didáctica, 80 horas a la lengua y 80 a la cultura digital. No se pueden discutir métodos con docentes que no pueden apropiarse de un conocimiento básico, es imposible”, explicó.
“Cuando el 95% de un colectivo académico piensa una cosa y los resultados no responden, estas en un trauma teórico y la historia está llena de esto. Aparentemente, las mediciones indican que el modelo de formación educativa no funciona y se precisa cierta valentía, asumir que lo que hicimos no funciona. Es necesario poner en discusión esto y no irritarnos porque precisamos una solución. Esto lleva tiempo pero debe ser un compromiso existencial, lo importante es que los chicos aprendan a leer”, finalizó.
Por último, Lodola, desde el Ministerio de Educación Nacional, destacó la necesidad de impulsar políticas a nivel nacional. En ese sentido, el Consejo Federal de Educación es un ente dinámico, un ámbito para compartir ideas y debatir y llegar a un consenso. Coincidieron los referentes educativos en que la formación docente, es un punto crítico y neurálgico en el que se necesita avanzar. No con imposición, sino con el diálogo.
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