De un pueblito bonaerense a Harvard: la historia de la odontóloga Bárbara Obermaier
LA PLATA.- Cuando vuelva de Harvard, Bárbara Obermaier será una líder en implantología oral en Argentina. Esta odontóloga de 36 años, nacida en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, instructora de residentes del Hospital San Martín de La Plata, se ganó una beca suiza para estudiar en la reconocida universidad de Estados Unidos. A partir de mitad de este año buscará aplicar sus conocimientos en el hospital provincial.
Bárbara nunca había pensado en ir a Harvard. Pero cuando supo que se podía lo intentó: una, dos, tres veces. Se volvió un sueño. Y lo logró. La palabra "imposible" se repetía en todos los diálogos: con su hermano, con la jefa de la institución que da las becas, con el director del club de estudio. Pero eso no la desalentó. Porque es así con todo: si alguien le dice que no puede, entonces lo logra.
Nació en Verónica, un pueblo de 7 mil habitantes de la provincia de Buenos Aires. Su madre es odontóloga, y todos los fines de semana, antes de irse a vivir un año a Estados Unidos, viajaba desde La Plata para atender pacientes en el consultorio familiar.
Uno de sus compañeros del Hospital San Martín le comentó sobre una organización suiza relacionada con implantología que quería abrir un club de estudio en La Plata y que ofrecían becas, premiaban y fomentaban el estudio de jóvenes profesionales.
Esa organización era el International Team for Implantology (ITI), una asociación global de profesionales en implantología dental que tiene como objetivos la promoción y la difusión del conocimiento.
Según indican en su web oficial, los becarios de ITI son profesionales de la odontología de implantes que muestran un alto nivel de actividad en educación, investigación o liderazgo en una organización dental profesional.
Germán Gallucci recibió su Doctorado en Medicina Dental en la Universidad de Ginebra, Suiza, y es, entre muchas otras cosas, director del departamento de odontología restauradora y ciencias biomateriales en Harvard. Es argentino y en 1999 ganó esa misma beca. Estudió en Suiza e hizo toda su carrera académica en Harvard. Ahora vive en EE.UU. y está a cargo, entre otros estudiantes, de Bárbara Obermaier.
Cuando lo nombraron en el comité de selección de la beca de ITI, decidió que uno de sus objetivos sería fomentar la posibilidad para talentos argentinos y de Latinoamérica. "Entonces impulsé una trayectoria para gente que tuviera potencial clínico. Siempre se daba para gente que tenía ya una trayectoria académica. La gente que tenía trayectoria clínica tenía menos posibilidades", explicó a LA NACION desde su oficina en Harvard.
Bárbara era uno de esos casos: tenía más experiencia clínica que académica. Cuando le llegó su postulación, Gallucci ya sabía de ella. Colegas argentinos hablaban muy bien de la odontóloga bonaerense.
"Bárbara está completamente integrada en nuestro programa de implantología. La idea es que este tiempo que pasa acá tenga un efecto multiplicador, que pueda diseminar el conocimiento que adquirió acá", dijo Gallucci. Y recalcó: "Bárbara va a ser una líder en el campo de la implantología oral cuando regrese".
Bárbara dice que le debe a la salud pública el hecho de haber llegado a ser una profesional. Volver será, dice, todo un desafío. "Tuve una licencia para poder venir y hacer esto. Lo que aprenda en Harvard lo quiero aplicar en el San Martín. Te cambia la cabeza estar acá un año. Volver va a ser todo un desafío. Quiero volver para devolver todo lo que aprendí", contó a LA NACION entusiasmada al llegar a su departamento en Boston después de un largo día de estudio.
Uno de los requisitos para la beca era tener un nivel de inglés a la par de un profesor. La primera vez que aplicó fue en el 2015. No lo logró. Ese mismo año se puso a estudiar inglés de nuevo y rindió el TOEFL (Test of English as a Foreign Language). Debía sacarse más de 90. Bárbara no estudiaba inglés desde la secundaria, cuando mechaba las clases de la escuela con una profesora particular en el pueblo.
En 2016 se volvió a presentar, ya con su título de especialista de implantes de la UCA y el nivel de inglés que pedían. Pero no lo logró. "Lo intenté una vez más. Me contacté con el director de nuestro study club y le pregunté qué era lo que buscaban en un aspirante. Él me dice: `eso es imposible, todos lo intentamos´. Me contactó con la jefa de la institución. Llamé y me dice: `es imposible, somos de Sudamérica, estás compitiendo con europeos que tienen investigaciones, pero intentalo igual´", contó Bárbara desde Harvard.
En noviembre de 2017 le llegó un mail muy corto. Se acuerda de ese día y se le eriza la piel. Había sido seleccionada, luego le mandarían los requisitos. Tenía que volver a rendir el TOEFL porque se le vencía (el examen tiene vigencia por dos años). Entonces volvió a rendirlo, sacó más de 100.
En julio de 2018 viajó a Estados Unidos y se fue a vivir a un departamento en Boston con otras dos profesionales, una japonesa y una alemana. Se levanta a las 6.30. Lee. Toma mate y se va a Harvard. La actividad empieza a las ocho de la mañana: clases, seminarios y mucha clínica. Durante el día también asiste a estudiantes de grado de distintas nacionalidades que están estudiando odontología. Y, además, Bárbara está en un proyecto de investigación que, si logra terminarlo allá, lo podrá publicar en una revista de divulgación de Estados Unidos.