De las 300 hectáreas originales, Palermo conserva sólo 56
Sarmiento y Rosas tejieron su historia
El parque Tres de Febrero, que cumplió 130 años ayer, sólo conserva 56 hectáreas de uso público de las 300 con que contaba al ser diseñado, según cifras de la Dirección de Espacios Verdes del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Los límites hoy están determinados por las calles Cavia, Castex, La Pampa, las avenidas Libertador y Casares y las vías del ferrocarril Mitre.
Numerosas asociaciones vienen denunciando, a lo largo de los años, la pérdida de tierras pertenecientes a uno de los mayores pulmones verdes a raíz de usurpaciones, construcciones clandestinas y concesiones. Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de la Asociación Amigos del Lago de Palermo, dice que el parque perdió alrededor del 85% de su territorio, desde la década del 20. "Llegaba casi hasta la General Paz", detalla Guerrica Echevarría, y observa: "Palermo se ha convertido en una serie de espacios verdes dispersos que ya no dan la sensación de un parque continuo".
La Asociación Amigos del Lago viene librando una disputa para recuperar tierras usurpadas. "Ya reincorporamos ocho hectáreas o sea 80.000 m2", dice su presidente.
Los llamados bosques de Palermo son el primer parque público que tuvo la ciudad de Buenos Aires, a instancias del progresista Domingo F. Sarmiento, quien no pudo inaugurarlo como presidente pues había concluido su mandato el año anterior. Se inauguró el 11 de noviembre de 1875 con un acto que encabezó el presidente Nicolás Avellaneda, plantando una magnolia cerca del actual Jardín Japonés. "Era un gesto, ahora los presidentes no plantan nada, sólo colocan una placa, que muchas veces desaparece", dice Sonia Berjman, doctora en historia del arte.
En el parque conviven dos miradas diferentes de la Argentina: la de Juan Manuel de Rosas, cuya casona cedió ante la maza para dar lugar al primer parque, y la de Domingo F. Sarmiento, que pensó el espacio público como una forma de situar a la Argentina en el concierto de las naciones.
"Pensó a Buenos Aires como la París del Plata. Sus modelos fueron el Central Park, de Nueva York, y el Bois de Boulogne, de París, e intentó hacer una mixtura de esos dos estilos", dice Berjman.
La ley 658, de 1874, ordena la creación del parque sobre 200 hectáreas en estado de total abandono, donde estaba una casona que había pertenecido a Rosas. El parque de aquella casa fue la base para comenzar a construir el espacio público que imaginó el ex presidente. Sarmiento, un hombre práctico, prefirió usar las plantaciones, los canales y el sistema de riego que ya estaban allí, antes que destruir todo y comenzar de nuevo.
La batalla por el nombre, sin embargo, emparejó la disputa: hoy nadie habla del parque Tres de Febrero, como se lo bautizó por la fecha de la batalla de Caseros, sino de los bosques de Palermo, como había denominado Rosas a su casa.