De caballeriza presidencial a mercado: así será la nueva apuesta gastronómica en Retiro
Es la hora del almuerzo de un día laboral. Dos mujeres pasan caminando por el pasaje Tres Sargentos, hacia la avenida Alem. "Acá van a poner un mercado enorme, con puestos de comida y de productos nacionales y del exterior", le dice una a la otra, mientras señala el edificio ubicado en esa esquina de Retiro, declarado como Patrimonio Histórico, y que hasta fines del año pasado funcionaba como cochera de autos presidenciales. En el barrio ya se sabe que allí, cuando el 14 de diciembre, según lo anunció el gobierno porteño, se inaugure el Mercado de los Carruajes, habrá una oferta gastronómica variada y de calidad. Sin embargo, poco se conoce sobre su historia, su riqueza arquitectónica y la transformación que sufrió a lo largo de los años.
Donde ahora se instalarán puestos de verduras, embutidos, lácteos, carnicerías, cafeterías y restaurantes, hace más de 100 años estaban los boxes de los caballos que tiraban los carruajes del ex presidente Julio Argentino Roca en los actos oficiales. También se guardaban los uniformes especiales para cada una de las ceremonias, había un picadero al aire libre para que los animales caminaran y también las viviendas del personal al cuidado de los caballos.
La caballeriza de Roca, encargada, en 1899, al ingeniero y arquitecto Emilio Agrelo –el mismo que construyó, entre otros edificios, las Galerías Pacífico–, se inauguró en 1900 y hasta los años 50 funcionó comocochera de los vehículos presidenciales: primero de carruajes, luego de automóviles. Pero a partir de la segunda mitad del siglo XX se produjo una desnaturalización del lugar, que fue mutando hacia un taller mecánico. Se utilizó como estacionamiento oficial hasta diciembre pasado cuando un proyecto privado, mediante una concesión, tomó posesión del lugar para empezar a instalar el Mercado de los Carruajes. En ese momento había fosas, manchas de grasa en el piso y restos de combustible.
"El edificio es de corte italianizante, de ladrillo con una junta resaltada y una galería dividida en nueve tramos con columnas. Tiene una planta baja que hace su encuentro por el pasaje Tres Sargentos. La pilastra que hace la recova de la entrada se continúa con una pilastra cubierta por una simil piedra París, una característica de esa época", detalla Leontina Etchelecu, doctora en Historia y asesora de Patrimonio Histórico del Gobierno de la Ciudad, mientras recorre la planta baja del edificio junto a los arquitectos Ivo Lepes y Pablo Klentak, los desarrolladores del proyecto del nuevo mercado.
Durante un año, un equipo de expertos en patrimonio trabajó junto al estudio privado para establecer los límites de la obra en el edificio ubicado en un Área de Protección Histórica. Los avances tuvieron el asesoramiento permanente de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, la autoridad de aplicación para todo inmueble protegido, y de la Dirección General de Interpretación Urbanística de la ciudad.
"Donde estamos parados había caballerizas; el dibujo es simétrico en ambos lados", explica Klentak. "Acá habrá una cafetería y se recuperará toda la bovedilla del techo. La idea es que haya un elemento que conmemore la actividad que se realizaba antes, por ejemplo, mesas que funcionen tipo boxes o algo similar", agrega.
El acceso principal se encuentra por Alem, y al ingresar se ven muchos detalles originales del edificio que aún perduran más de un siglo después. Como los azulejos azules, con algunos daños por los roces de los automóviles, o los vitraux que se encuentran en lo alto marcando el comienzo del techo a dos aguas. Las farolas de las galerías también se conservan desde la inauguración de la caballeriza. En la nave central se instalarán todos los puestos simbólicos de cualquier mercado, explica Lepes. "Verdulería, bombonería, panadería, todos lugares que tienen un valor importante. Es el corazón del lugar".
En 1900, las calles de adoquines eran transitadas por carruajes tirados por caballos, y las construcciones en altura no superaban las dos o tres plantas. Era una ciudad poblada, pero con baja densidad, a la espera de la segunda gran corriente migratoria, que llegaría a partir de 1914. "Estamos volviendo a esa época, cuando se instalaban mercados con una fuerte influencia de inmigrantes italianos y españoles, principalmente. Las ferias de San Cristóbal, de San Telmo o los mercados de esta zona, en Retiro, con productos de primer nivel, y en este tipo de construcciones", aporta Horacio Blanco, CEO de Athénée Groupe, la empresa argentina que, asociada con la española Mercasa, le dará vida al Mercado de los Carruajes. La inversión alcanza los 5 millones de dólares y pagarán un canon mensual de 150.000 pesos. La concesión es de cinco años con prioridad para la renovación.
La restauración
Al tratarse de un edificio con protección patrimonial se deben seguir reglas de construcción para no alterar, aún más, la estructura ya desnaturalizada con la incorporación de espacios a través de los años. En algún momento, por ejemplo, hubo que instalar un lugar para los enfermeros a cargo de la ambulancia que estaba a disposición del presidente durante todo el día.
En edificios históricos no se recomienda agregar materiales que se perdieron, sino recuperar y consolidar las estructuras existentes, de forma tal de conjugar el pasado con el presente. En el Mercado de los Carruajes todas las incorporaciones se harán respetando la materialidad del edificio; por ejemplo, las nuevas cañerías se instalarán por fuera de las paredes para no provocar mayores daños. "Que haya un relato de la memoria, eso se debe tener en cuenta en la restauración. Porque el edificio tiene una característica singular y se debe conservar por ser un elemento de la memoria. No se puede volver al pasado. No construir las paredes que se tiraron, sino refuncionalizarlo", explica Etchelecu. En ese proceso estará el edificio durante los próximos meses hasta que abra sus puertas al público para ofrecer productos gastronómicos de calidad y, también, su rica historia.
Proyecto argentino y español
El proyecto del Mercado de los Carruajes fue desarrollado por la empresa argentina Athénèe Groupe en alianza con la española Mercasa, que construyó 1300 mercados de este tipo en todo el mundo. El mercado gourmet de Buenos Aires tendrá 4200 metros cuadrados.
El acuerdo firmado entre el Gobierno porteño y las empresas es por cinco años, con posibilidad de renovación. El canon mensual será de $150.000; en el acuerdo se consideró la inversión de US$ 5.000.000 de Athénèe Groupe y Mercasa para acondicionar el lugar.
El Mercado de los Carruajes está pensado para los porteños y los turistas, nacionales y extranjeros. Se espera un piso de 240.000 visitantes por mes. El proyecto se inspiró en los mercados de San Miguel de Madrid, La Boquería de Barcelona o el Chelsea Market en Manhattan.
El proyecto apuntala una política de la ciudad. "Queremos tener más mercados de calidad y prestigio para que llegue el turismo como lo hace al visitar otros países. Además, Carruajes generará 1200 empleos directos e indirectos", apuntó el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli.
Fotos: Hernán Zenteno
Edición fotográfica: Fernanda Corbani
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