Daniel Scioli reestructura ABSA, la empresa estatal de aguas de la provincia
Las modificaciones incluyen el achicamiento de la estructura empresarial, la racionalización de gastos y la instalación de medidores
LA PLATA.- Frente a las serias dificultades financieras que atraviesa la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) y que, según el propio directorio de la compañía, repercute en la calidad del servicio que presta a 3,7 millones de usuarios, el gobernador Daniel Scioli dispuso una drástica reestructuración de la firma estatal.
La medida incluye achicamiento de la estructura empresarial, racionalización de gastos y la iniciativa de generalizar la instalación de medidores a los usuarios ya que hasta hoy, el cálculo del servicio surge de una estimación vinculada con las características de los inmuebles. ABSA ya posee experiencias con medidores en algunos puntos de la provincia, ahora, las autoridades creen imprescindible avanzar hacia una facturación generalizada por niveles de consumo.
"Encaramos un proceso de reestructuración en los próximos meses para achicar gastos y mejorar los ingresos, además de optimizar la gestión y la operación concentrando la inversión en el cúmulo de reparaciones pendientes", dijo a LA NACION el secretario de Planificación y Servicios Públicos provincial, Franco La Porta, al reconocer los problemas que atraviesa la firma. Consideró, no obstante, que la situación de ABSA no escapa a las dificultades de financiamiento estructural que sufre la provincia de Buenos Aires.
Los aprietos financieros que soporta ABSA, fueron hechos públicos días atrás por el Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires (Sosba) desde donde se advirtió mediante un comunicado dirigido a sus afiliados sobre lo que calificó como "graves complicaciones financieras" que estaría atravesando la empresa estatal; lo que, según el gremio pone "en serio riesgo" las prestaciones.
Los aprietos financieros que soporta ABSA, fueron hechos públicos días atrás por el Sindicato de Obras Sanitarias de Buenos Aires
Sosba posee un 10 % de participación accionaria en la firma y también el manejo de todas las gerencias operativas, por ello, sus dirigentes estudian una presentación judicial que deslinde responsabilidades por el denunciado desfinanciamiento de la compañía.
Según trascendió proveedores de ABSA habrían manifestado su imposibilidad de seguir entregando mercadería e insumos, algunos de ellos básicos e indispensables para el funcionamiento de la empresa. En tal sentido, fuentes de la firma estatal estimaron la deuda con los proveedores en el orden de los $550 millones de pesos. Desde el gobierno provincial aseguraron que se estudia el lanzamiento de un bono para hacer frente a esas deudas.
ABSA se sostiene con el cobro de las tarifas con un nivel de cobrabilidad que según las autoridades es cercano al 80 % –aunque fuentes ligadas a propia la empresa aseguran que la percepción de facturas apenas cubre el 20 % de lo emitido-; además de un refuerzo presupuestario que para el presente año fue fijado en $ 247 millones anuales que debe aportar el Ejecutivo.
"El problema es que el presupuesto asignado a la empresa se mantiene invariable desde hace varios años", explicó Guillermo Amorebietta, secretario de prensa de Sosba. Y agregó: "En 2012 el gobierno sólo envió un poco más de la mitad de la previsión y el año pasado no giró ni un peso", denunció el gremialista, para quien "la calidad del servicio ya está resentida y se corre riesgo operativo".
"El nivel de reparaciones urbanas y mantenimiento está en un nivel bajísimo y ya hay elementos mecánicos que salen de funcionamiento y no se hacen los recambios correspondientes", alertó Amorebietta.
"Si bien continuamos restringiendo los gastos de la compañía, ello no resulta suficiente para paliar el alto déficit que genera la ecuación de ingresos y egresos". La frase corresponde a un acta de una de las últimas reuniones de directorio de ABSA, al que accedió La Nacion. La situación incluye retrasos de pago a proveedores del orden de $ 550 millones; dificultades para actualizar instalaciones y equipamiento que va quedando obsoleto y fuera de uso; y la acumulación de una deuda por más de 80 millones de pesos generada por organismos oficiales que no pagan por el servicio.
Si bien continuamos restringiendo los gastos de la compañía, ello no resulta suficiente para paliar el alto déficit que genera la ecuación de ingresos y egresos
El acta de marras, que lleva la rúbrica del presidente de ABSA, Guillermo Scarcella, da cuenta de innumerables gestiones hechas por el directorio ante el gobernador Daniel Scioli para conseguir un alivio financiero.
Según La Porta, la ecuación empresarial es adversa. "Mientras nosotros estamos produciendo unos 560 litros de agua por persona y por día, lo que implica un gran derroche de agua por parte de la población, nos pagan por ello con una tarifa que sólo cubre unos 200 litros". Para el funcionario es necesario concientizar a la gente para reducir el consumo y llevarlo a los estándares de la región, que se ubican en unos 160 litros por persona".
En ese sentido, La Porta adelantó que: "vamos hacia el sistema de micromedición con colocación generalizada de medidores, para cobrar a la gente por lo que consume", cosa que hoy no ocurre ya que la prestataria estima el consumo según una ecuación que se basa en el valor fiscal de los inmuebles. La instalación de medidores permitiría hacer una corrección tarifaria a partir de un piso común de consumo, superado el cual, el costo se encarecería, adelanó el funcionario; y aclaró que, de todas formas, "nuestra concepción es que para adecuar las tarifas es necesario antes mejorar el servicio".
"El gobernador Scioli me pidió que pongamos todo el énfasis en la calle, salir a reparar, cambiar caños, instalar bombas para resolver urgentemente los problemas de la gente", acotó el funcionario quien precisó que la reestructuración se inició a principios de marzo.
La tarifa de ABSA estuvo congelada desde 2003 hasta 2012 cuando se incremento en un 180 por ciento. En 2009 se había realizado una polémica recategorización de usuarios sobre la base del valor y características de los inmuebles. Un informe interno de la compañía revela que la prestataria estatal posee un magro índice de cobrabilidad apenas superior al 20 por ciento. En el acta del directorio se plantea la suba de tarifas como una de las salidas a la crisis.
ABSA provee los servicios de agua potable y cloacas en un total de 68 municipios tanto del Gran Buenos Aires como del interior provincial para un universo de 3,7 millones de usuarios desde que, en marzo de 2002, la estadounidense Azurix dejó la concesión.
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