Tras su experiencia laboral, la científica lanzó un programa para que la comunidad negra pueda acceder al mundo de la ciencia
- 5 minutos de lectura'
Cuando le pidieron a Cynthia Chapple ayudar a fotografiar a un investigador y su personal, presumió que sería ella quien tomaría la foto. La imagen iba a ser utilizada por el profesor para solicitar una subvención económica.
Chapple, quien para ese entonces realizaba investigaciones sobre química en una Universidad de EE.UU., no trabajaba directamente en dicho equipo y tenía interacciones mínimas con ellos. Sin embargo, cuando llegó para tomar la foto le pidieron también colocarse frente a la cámara. Confundida, sonrió antes de darse cuenta de algo incómodo.
Miró a su alrededor: el equipo de investigación estaba compuesto por hombres blancos y ella era la única mujer negra.
“Este fue un ejemplo de la diversidad de Photoshop, cuando las mujeres negras son utilizadas para tomar fotografías”, le dice a la BBC. “Me estaban utilizando para demostrar que trabajaban en un equipo inclusivo y para asegurarle la financiación. Estaba avergonzada”.
La joven de 31 años creció en un barrio del sur de Chicago. Es parte de una familia numerosa de siete hermanos. Y en su juventud, todo su universo eran dos cuadras.
Su padre trabajaba como guardia de seguridad y su madre como auxiliar de enfermería. La escuela de Cynthia, su familia extendida y todos sus amigos estaban a solo cinco minutos. En las tardes se dedicaban a explorar el vecindario.
“Hacía listas sobre cómo mejorar la comunidad”, dijo. “Contaba la cantidad de licorerías o espacios sin usar en el área y escribía propuestas sobre cómo podrían reemplazarse para mejorar... estaba recopilando datos”, agregó.
Cuando tenía nueve años, un maestro comprometido fomentó en ella el amor por las matemáticas. “El señor Estes era un joven profesor negro a quien quería impresionar. Fue mi entrada al campo de las STEM (siglas en inglés de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)”.
A través de él, conoció campamentos de verano de ciencias y clubes extracurriculares. “Yo era la única chica negra en esos clubes”, recordó. “Realmente no había muchas actividades relacionadas con las STEM que pudiera hacer en mi vecindario. Entonces, me encontré dejando mi comunidad y yendo a otro lugar para exponerme a otras actividades”.
“Tubería con fugas”: la explicación de la ausencia de mujeres de color en la ciencia
Pero dejar el sur de Chicago no significó encontrar más mujeres interesadas en las STEM. Todavía se sentía en minoría mientras estudiaba para obtener su licenciatura en química en la Universidad de Purdue, en Indianápolis. Las cosas no fueron diferentes al ingresar a un programa de maestría.
“Yo era una de los dos estudiantes negros [en el programa] nacidos en Estados Unidos”, contó. Cuando se graduó y se convirtió en investigadora, notó otra tendencia. No veía a mujeres de color, especialmente mujeres negras, ascender a rangos más altos en el mundo académico estadounidense, sobre todo en los campos de las STEM.
Cynthia atribuye esta situación a la teoría de la “tubería interseccional con fugas”; su versión de la llamada “tubería con fugas’', que es una metáfora de la pérdida progresiva de mujeres competentes de puestos de responsabilidad en los campos de las STEM.
Los investigadores dicen que la “tubería con fugas” se refiere a las mujeres, y en particular a las mujeres de color, que enfrentan muchas barreras y obstáculos para avanzar en sus campos, como la obligación de cuidar a los niños o menos oportunidades para ser promovidas.
Un estudio de Pew Research de 2021 dice que las personas negras constituían solo el 9% de toda la fuerza laboral relacionada con las STEM en EE.UU. Ese número no ha cambiado desde 2016.
De manera similar, según la Asociación Estadounidense de Psicología, las mujeres de color representan solo el 2,3 % del personal docente universitario permanente en los EE.UU., mientras que las mujeres blancas representan el 23,4 %.
El programa de inclusión
Cynthia tuvo una idea mientras hacía su maestría en 2015: crearía un club para atraer a mujeres como ella al mundo de la ciencia.
En 2018, Black Girls Do STEM se convirtió en una comunidad extracurricular en San Luis, Misuri, donde ahora vive. El objetivo del club es brindarles a las niñas negras de secundaria y preparatoria de los barrios pobres la oportunidad de involucrarse emocionalmente con la ciencia y aplicarla a la vida real.
“Diseñamos nuestras clases en torno a lo que les gusta, lo que necesitan, sus intereses”, contó. “Tenemos clases que muestran a las niñas cómo hacer bálsamo labial como parte de un módulo de química cosmética. También analizamos productos para el hogar y probamos su pH (una medida de su alcalinidad o acidez)”, agregó.
Durante la pandemia, los cursos se ofrecen en línea. La intención es que nuevamente se ofrezcan en persona. “Queremos que sea una experiencia inmersiva”, dijo.
Actualmente, alrededor de 100 niñas participan en Black Girls Do STEM. Chapple ha ampliado el esquema para atraer a otras mentoras negras e introdujo clases para enseñar a las niñas sobre la resiliencia y el establecimiento de límites.
“Como mujer joven negra, necesitas una variedad de herramientas para tener éxito en el lugar de trabajo y queremos equipar a las niñas para algo más que el éxito académico”, explicó.
Más de 160 niñas han expresado interés en participar de las clases para 2022 y Cynthia espera expandir su proyecto a todo el país. “Las comunidades del interior urbano de las ciudades permiten una mayor creatividad”, opinó.
“Tenemos más ruido, más contaminación, más personas, así que tenemos que encontrar soluciones creativas a esos problemas. Nuestras comunidades han creado algunas de las mejores canciones o tendencias de moda. Quizás también tenemos algunas de las mentes científicas más grandes, si les damos la oportunidad”, sostuvo.
Chapple también quiere cambiar la reputación de “inaccesibles” que pesa sobre las ciencias. “Miramos a la ciencia como algo de élite, algo que solo pocas personas pueden aprender. Y eso no es cierto”, dijo. “Tienes que empezar desde temprano y darles a los niños una base y ellos cumplirán con nuestras expectativas”.
Esta historia es una coproducción de la BBC y Nobel Prize Outreach.
BBC MundoOtras noticias de BBC MUNDO
- 1
En la ciudad. Lanzan un programa para que los mayores de 25 terminen el secundario en un año: cómo inscribirse
- 2
Ya tiene fecha el comienzo del juicio a la enfermera acusada de asesinar a seis bebés
- 3
Por qué los mayores de 60 años no deberían tomar vitamina D
- 4
¿El mate nos hace más felices? El sorprendente descubrimiento de un estudio científico