Cuatro condenados por el caso Southern Winds
La Justicia encontró culpables a José Ramón González Villar, Elena Tomil Batán, a Walter Beltrame y a Juan Aristizábal; los otros cuatro acusados, absueltos
La justicia porteña condenó hoy con penas de hasta ocho años de prisión a cuatro procesados por el envío de casi 60 kilos de cocaína a España en valijas sin pasajeros despachadas en un vuelo de la ex compañía aérea Southern Winds (SW) en 2004.
La mayores penas recayeron sobre los ciudadanos españoles José Ramón González Villar y su esposa, Elena Tamil Batán, que recibieron ocho y siete años de cárcel.
Además, el ex encargado de "pasajeros frecuentes", Walter Beltrame, fue condenado a cuatro años y seis meses, y el remisero colombiano, Juan Aristizábal Tabarez, a cinco años.
Con lo dispuesto por la Justicia, todos los extranjeros seguirán detenidos y Beltrame, que llegó al juicio excarcelado, podría volver a prisión si la sentencia es confirmada por la Cámara de Casación, explicó una fuente judicial. Es que Beltrame estuvo en prisión alrededor de dos años y con la pena impuesta tiene que cumplir al menos dos tercios de la condena (36 meses).
Todos fueron considerados autores de contrabando agravado, por la cantidad de personas que intervinieron en el hecho y por tratarse de sustancia estupefaciente.
En el pedido de prisión que había hecho el fiscal, se había considerado que González Villar, Tamil Batán y Aristizábal integraban una banda dedicada a comprar droga, "acondicionarla" en la Argentina y enviarla a Europa.
Absolución. En tanto, fueron absueltos el ex supervisor de tráfico en el aeropuerto madrileño de Barajas, Ariel Tamburrini; el supuesto nexo entre los distintos partícipes de la maniobra, Guillermo Sardi; el ex supervisor de tráfico de la empresa, Claudio Baudino, y el ex jefe de ventas, Fernando Arriete
Además, ordenó que se investigue a los hermanos Juan y Cristian Maggio, ex directivos de la firma y actualmente con falta de mérito en la causa, y al ex comodoro Alberto Beltrame, ex jefe de seguridad del aeropuerto de Ezeiza.
Aunque aún no se conocen los fundamentos de la sentencia, la fiscalía había dicho que el contrabando fue un "plan preconcebido" que "favoreció económicamente en forma directa a los imputados y se realizó en una empresa donde eran empleados".
Según la acusación, los extranjeros involucrados eligieron usar a SW a raíz de "los controles laxos y relajados" que volvían a esa firma "permeable" para el delito y se apoyaron en lazos personales que tejieron con algunos de los empleados.
Últimas palabras. Arriete fue uno de los que utilizó la posibilidad de hablar antes de la sentencia. Dijo que desde que fue detenido por el caso vive "una pesadilla" y una situación "de injusticia muy grande”.
Este caso se inició el 17 de septiembre de 2004, cuando cuatro valijas que tenían membrete de la embajada argentina en España fueron enviadas desde Buenos Aires al aeropuerto de Barajas, en Madrid, en el vuelo 6420 de la empresa SW.
Como nadie las retiró, la Guardia Civil revisó las maletas y descubrió que en su interior había 58,900 kilos de cocaína.
Casi un mes después, las autoridades de SW denunciaron el episodio ante la Justicia, que comenzó a investigar, y a mediados de febrero el caso se hizo público a raíz de una investigación de LA NACION. La revelación hizo que estallara el escándalo porque uno de los acusados era hijo del entonces jefe de seguridad del aeropuerto de Ezeiza, el comodoro Alberto Beltrame.
A raíz del caso, relevaron al jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Carlos Rohde, y a Beltrame.
Además, se disolvió la Policía Aeronáutica Nacional (PAN) y se creó la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
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