Televidentes de todas las edades se imaginaban volando en sus vehículos personales y viviendo en ciudades flotantes; más de medio siglo después, ¿cuánto se cumplió?
Había una vez una época en la que el futuro eran Los Súpersónicos.
Televidentes de todas las edades se imaginaban volando en sus vehículos personales, viviendo en ciudades flotantes y viajando con frecuencia a la luna, tal como lo hacía en su cotidianidad la familia Sónico en el año 2062.
Más de medio siglo después del lanzamiento de la popular serie de dibujos animados, creada por William Hanna y Joseph Barbera en 1962, ¿cuánta de la tecnología que imaginábamos se ha vuelto realidad?
Robots domésticos
Fueron muchos los televidentes que soñaron con tener a su propia Robotina, la sirvienta robótica de los Supersónicos.
Robotina no sólo se encargaba de llevar a cabo las labores domésticas de la casa, como cocinar y limpiar, si no que además ayudaba a la familia con las tareas más básicas de su rutina, como despertarse y vestirse.
Aunque todavía estamos lejos de contar con robots que nos saquen de cama cada mañana, existen modelos capaces de realizar algunas tareas por su cuenta.
Uno de ellos es Asimo, el robot humanoide inteligente de la compañía Honda, que interactúa con el mundo que lo rodea y cuenta con sensores que le permiten predecir la dirección en que caminan las personas para no chocar contra ellas.
La última versión del robot es capaz de encender luces, abrir puertas y cargar objetos.
Otros dispositivos enfocados específicamente en las labores de limpieza se han vuelto cada vez más populares.
El más conocido es el aspirador robótico iRobot, de la empresa Roomba, un aparato en forma de disco con sensores de contacto con paredes y muebles, capaz de detectar los rincones más sucios de la casa.
Si bien el iRobot cuenta con una grabación de voz que alerta al dueño en caso de atascarse, carece de la calidez y multifuncionalidad que hacía de Robotina un elemento indispensable en la casa Supersónica.
Cortas jornadas de trabajo
"En la serie se pensaba que la tecnología iba a reducir nuestros horarios de trabajo, dándole espacio al ocio y al entretenimiento"
Una de las grandes diferencias entre el mundo imaginario de los Supersónicos y la realidad actual, es la relación entre los avances tecnológicos y el tiempo.
El protagonista de la serie, Súper Sónico, se quejaba con frecuencia de su extenuante jornada de trabajo, que consistía en trabajar tres horas al día y tres días a la semana, siendo su principal labor apretar repetidamente un botón.
Esto refleja la percepción que se tenía hace 50 años de cómo la tecnología iba a sustituír a la mayoría de nuestras labores, dando lugar al ocio y el entretenimiento.
Aunque se habla mucho de la manera en que la nueva tecnología laboral está substituyendo al Hombre, tenemos la sensación de que somos más esclavos del trabajo que antes.
Según un informe realizado por el Center for American Progress, hoy en día las familias estadounidenses trabajan en promedio 11 horas más por semana que en el periodo comprendido entre 1977 y 1979.
El mismo estudio indicó que alrededor del 14% trabaja más de 50 horas semanales, mientras que a finales de los 70 el porcentaje era de 6.1%.
Viajes a la luna
Muchos de los seguidores de la serie futurista lo tenían clarísimo: en el futuro viajarían a la luna como si se tratara de un viaje transatlántico. Era un sueño alimentado por los frecuentes viajes al satélite que realizaba la familia Sónico.
En uno de los episodios más conocidos, el pequeño Cometín se va con un grupo de niños a explorarla.
La empresa Virgin Galactic, del empresario Richard Branson, lleva varios años ofreciendo "vuelos suborbitales" a la luna.
Cientos de privilegiados ya hacen parte de la lista de espera, tras haber acordado pagar la suma de US$200.000 por el paseo espacial.
"Se trata de un precio similar al que tenía un vuelo transoceánico en los años 20", afirmó Branson en distintas ocasiones.
"Pero tal y como ocurrió con ese tipo de servicio, los costes se reducirán y los viajes a la estratosfera se convertirán en algo normal", añadió.
Queda por verse si sus predicciones se convierten en realidad.
Autos voladores
Quizá la mayor decepción para quienes fantaseaban con un futuro Supersónico es que todavía no nos transportemos en coches voladores.
La imagen de la familia Sónico volando en su vehículo personal y aterrizando en el trabajo, o la escuela, se convirtió para muchos en un sinónimo de futuro.
La idea de crear un auto volador ha sido perseguida por muchos ingenieros en las últimas décadas, y han diseñado múltiples modelos que se acercan al objetivo.
Uno de los últimos es el Terrafugia Transition, un híbrido entre un carro y una avioneta.
El vehículo tiene un costo de US$279.000, alcanza una velocidad máxima de 185 kilómetros por hora y en vuelo puede llegar a alcanzar los 427 metros de altura.
Está diseñado para que pueda ser estacionado en el garaje de una casa, doblando sus alas, y funciona con combustible sin plomo.
Aunque el modelo ha puesto a volar la imaginación de muchos, su costo excesivo y algunas limitaciones mecánicas parecen indicar que todavía estamos lejos de la fantasía Supersónica.
Video chat
En el ámbito del video chat hemos superado las expectativas de Los Supersónicos.
Los personajes de la serie de Hanna-Barbera se comunicaban regularmente a través del video chat. Ultra, la madre, lo utilizaba para hablar con sus hijos y esposo, y Súper Sónico para comunicarse con su indeseable jefe, el señor Júpiter.
En este ámbito hemos logrado superar las expectativas de los Supersónicos.
Una gran cantidad de herramientas que nos permiten comunicarnos a través del video, como Skype, Google Voice, Facetime y Logitech, son cada vez más comunes, tanto para uso personal como profesional.
Su uso no se limita a un monitor- como en la serie- si no que además está presente en los teléfonos inteligentes.
En Los Supersónicos no se contemplaba la comunicación por mensajería de texto.
Clonación humana
En uno de los episodios de la serie, Super Sónico decide recurrir a la ciencia para clonarse a si mismo y enviar a su clon al trabajo para quedarse relajándose en casa.
La clonación humana empezó a verse como una posibilidad real alrededor de la época de los Supersónicos.
Aunque los avances en el campo de la biotecnología llevan a pensar que se trata de una opción factible, el tema siempre ha sido objeto de debate debido a las consecuencias que implica, entre ellas el hecho de poner en juego el bienestar del individuo clonado.
Recientemente la posibilidad de clonar a animales extintos para traerlos a la vida también ha sido muy discutido.
BBC Mundo