Cuando lo importante es lo que no vemos
En el mundo espiritual hay tantas distracciones como en el mundo material, y a menudo parece complejo y confuso, cuando en realidad es todo lo contrario. Vivimos como si lo externo fuera más importante que nuestra experiencia interna, y aquí está lo grandioso: darnos cuenta de que nos olvidamos de la alegría y de la belleza de la vida. La simplicidad es el sello distintivo de la auténtica espiritualidad.
Cuando hablo de espiritualidad me refiero a la experiencia que desde adentro nos une a lo externo en el amor, la armonía, la unidad. Y es algo intrínseco a todo ser humano, no es algo que tengamos que forzar, sino que es el punto donde nuestro ser, nuestra conciencia, vibra con la esencia de todo lo que es y existe, ese punto en que somos uno con todo. La espiritualidad es el crecimiento, y se trata de la evolución. Se trata de permitir los cambios, fluir y abrazar una nueva percepción de la realidad, como sea que nuestro sentir y verdad interna lo guíe.
Creo que este encuentro que FeVida facilita, de tantos caminos diferentes que llegan al mismo lugar pero satisfaciendo las diferencias de cada ser humano que asiste, es una gran oportunidad para probar, para sentir que se puede agregar a la vida, desde lo interno, una calidad que afectará muy positivamente lo externo para cada uno y para todos. Los espero con todo mi amor.
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