Cuándo caen las festividades judías de 2021, cuáles son días no laborables y qué significan
Este mes tiene algunas de las celebraciones más importantes para esa colectividad, por lo que el Gobierno reconoce varias como feriados para los practicantes
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Septiembre está atravesado por múltiples celebraciones para la comunidad judía, que vive las festividades más importantes de su calendario en este mes. Por esta razón, algunas fechas de septiembre son consideradas días no laborables por el gobierno nacional.
- La primera festividad del mes fue Rosh Hashaná, el año nuevo judío, que recuerda la creación de Adán y Eva. Duró desde la tarde del lunes 6 de septiembre, cuando apareció la primera estrella en el cielo, hasta la tarde del miércoles 8. A partir de entonces, quedó abierto un período de reflexión por las acciones del año anterior, que culminará mañana, el décimo día, en Yom Kipur, o Día del Perdón, entre las tardes del miércoles 15 y el jueves 16.
- La tarde del lunes 20 comenzará la víspera del Sucot, o fiesta de las cabañas, que recuerda los 40 años que el pueblo judío erró por el desierto luego de su liberación del pueblo egipcio. A su vez, esta festividad culminará el miércoles 29 en la fiesta de Simjat Torá, donde los judíos concluyen la lectura de los cinco libros del Antiguo Testamento antes de comenzarlo nuevamente.
Las festividades que el gobierno nacional concede como días no laborables para los judíos son los períodos de Rosh Hashaná, entre las 18:27 del lunes 6 de septiembre y las 19:19 del miércoles 8; la celebración del Yom Kipur del miércoles 15 a las 18:43 hasta el jueves a las 19:30; el Sucot entre el lunes 20 a las 18:38 y el miércoles 23 a las 19:29 y el período que comienza el lunes 27 a las 18:43 y se extiende con el Simjat Torá el miércoles 29 a las 19:34.
El origen de estas festividades
El Gran Rabino Sefardí de Buenos Aires, Isaac Sacca, explica que tanto Rosh Hashaná, el Yom Kipur y el Sucot son fiestas escritas en la Biblia, y su cercanía no es casual: “Está emparentado con un proceso humano: primero reconocer las fallas o pecados en Rosh Hashaná, luego pedir perdón por ellos en el Yom Kipur y más tarde lograr el regocijo en la liberación que plantea el Sucot”.
Las festividades judías comienzan en la noche porque toman la versión de la creación del mundo escrita en el libro del Génesis, en la Biblia, donde se escribe: “Vio Dios ser buena la luz, y la separó de las tinieblas; y a la luz la llamó día, y a las tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero”. Por eso, el ciclo de 24 horas desde el que se cuentan los días de las festividades judías comienzan en la noche.
Rosh Hashaná
El mes des las festividades comienza en Rosh Hashaná cuando aparece la primera estrella del cielo en la tarde, inaugurando el Tishrí o primer día del año en la cultura judía. En ese momento, los creyentes proceden a tocar el shofar, un instrumento hecho a partir del cuerno de un animal kosher que entonan 100 veces: “Se trata del llamado de la naturaleza, representado en el cuerno del animal, que exhorta a los hombres a despertar y asumir el rol que ocupan en la Tierra”, precisa Sacca.
La cantidad de toques obedece a una incertidumbre milenaria: “La Biblia solo habla de 9 toques del shofar, pero en algún momento de la tradición oral, porque estas son fiestas que tienen más de 3.500 años, se perdió la dinámica de esos toques, si eran tres cortos, nueve cortos o tres largos, o si había que realizarlos de pie o sentados, por eso actualmente se realizan de todas estas formas para mantener la tradición, aunque nos tome tiempo realizar los 100 toques”, precisa el Gran Rabino.
A partir de este momento, se hacen bendiciones y una cena ritual en la cual algunos platos tradicionales son la manzana con miel (muchos de los ingredientes son dulces para pedir por un año con dulzura), el gefilte fish o el Lecaij, un postre elaborado a base de base de miel que combina huevo, azúcar, canela, té, aceite.
Uno de los saludos típicos para ese momento y el resto de la festividad es “Shaná tová”, una expresión de augurios positivos para el año entrante, que puede ir acompañado de la bendición “Leshaná tová tikatev vetejatem”, que en hebreo significa “que seas inscripto y sellado para un buen año”.
Luego de este día, se abre un espacio de 10 días de reflexión en el que los judíos identifican sus vicios o pecados cometidos en el ciclo que se cierra y se arrepienten de ellos. Según explica el Gran Rabino Sacca, no por esto se trata de una ocasión deprimente: “En estos días no se debe caer en la culpa o la depresión, sino pensar en la expiación, en hallar y pulir los aspectos negativos que encontramos en nosotros mismos”.
Según la tradición, en este tiempo Dios evalúa si conceder un año más a la humanidad en la Tierra, por lo que también se lo llama Día del Juicio Final. Esta “incertidumbre” respecto al futuro es una de las diferencias con el año nuevo occidental, y culmina en el Yom Kipur o Día del Perdón, pensado como una reconciliación entre los judíos y su deidad.
Yom Kipur
El décimo día de arrepentimiento de Rosh Hashaná es el Yom Kipur o Día del Perdón, en el que los creyentes deben tomar decisiones basadas en el diagnóstico que elaboraron en los días previos para, como lo define el Gran Rabino Sacca, “lograr un crecimiento personal a través del reconocimiento de sus errores y la búsqueda de maneras de enmendarlos”.
Es uno de los días más solemnes de la religión judía, e incluye un ayuno de 24 horas destinado a alejar las preocupaciones fisiológicas y concentrarse plenamente en las espirituales. Es también la fecha en la que los judíos se piden perdón unos a otros por las ofensas que puedan haberse realizado en el ciclo previo, con honestidad, ya que como escribe el Talmud: “Cualquier acción que carece de sentimiento es vacía”.
En Yom Kipur se utiliza un saludo específico: Jatimá tová, cuyo significado es “¡Buena firma!” y remite al deseo de que el prójimo sea perdonado por Dios. Así, el Yom Kipur funciona como la confirmación divina de que habrá otro año, y una manera de reconciliar el mundo divino con el humano hasta el siguiente Rosh Hashaná.
Sucot
El Sucot o fiesta de las cabañas conmemora los 40 años que los judíos vagaron por el desierto luego de que Moisés los liberara de los egipcios que los esclavizaban. En esta festividad, como dice el Gran Rabino Sacca, se celebra que “a pesar de estar en el desierto y dormir en tiendas hechas con hojas de palmeras, los judíos eran felices porque eran libres”.
Por esto, durante los 8 días que dura el Sucot, los judíos deben cenar a la intemperie o bajo un techo fabricado con materiales de la naturaleza, como paja u hojas de palmera, para tener esa experiencia y alejarse de los beneficios materiales en pos de la libertad. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, también se recomienda dormir bajo estas estructuras, para recordar y experimentar de alguna manera la gesta del pueblo israelita.
Simjat Torá
El significado de la expresión Simjat Torá es literalmente “regocijo en la Torá”, el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío, y contiene lo que los cristianos llaman el Antiguo Testamento de la Biblia.
Se trata de una fiesta que se celebra en el octavo día del Sucot, en la que los judíos terminan la lectura de la Torá antes de comenzarla nuevamente. Es una fiesta que no figura en la Biblia, como explica el Gran Rabino Sacca: “La Simjat Torá comenzó en Babilonia hace aproximadamente 2.500 años, cuando la costumbre de terminar el texto de la Torá en el último día del Sucot se incorporó a la liturgia”.
De esta manera, el mes tiene un cierre no sólo cronológico, sino también espiritual, y se puede encarar el año nuevo con energías renovadas.
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