“Crisis global de incendios”: la apocalíptica advertencia de la ONU
El organismo vincula el crecimiento de estos eventos al cambio climático; “el calentamiento del planeta convierte los bosques en cajas de fósforos”, alerta
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NUEVA YORK. – Un histórico informe difundido hoy por Naciones Unidas (ONU) concluye que el riesgo de incendios forestales devastadores alrededor del mundo aumentará exponencialmente el las próximas décadas a la par del cambio climático, que profundizará aún más la actual “crisis global de incendios”.
Se trata de la primera evaluación científica que hace la agencia ambiental del organismo para determinar el riesgo de estos eventos alrededor del mundo. La iniciativa surgió tras una seguidilla de feroces incendios que arrasaron el mundo en los últimos años, desde el oeste norteamericano hasta vastas extensiones en Australia o incluso el Ártico.
Las imágenes de esos incendios –ciudades bajo un cielo anaranjado por las llamas, columnas de humo en sitios históricos y paraísos turísticos, animales malheridos escapando del fuego–, se convirtieron en íconos sombríos de esta época de perturbaciones en el vínculo entre el ser humano y la naturaleza.
“El calentamiento del planeta convierte los bosques en cajas de fósforos”, dice el informe, publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El reporte fue elaborado por más de 50 investigadores de seis continentes y concluye que el riesgo de incendios devastadores alrededor del mundo podría aumentar hasta en un 57% antes de fin de siglo, básicamente debido al cambio climático. Y la distribución de ese riesgo no es pareja: es probable que algunas regiones vean más actividad de fuego y que otras sufran menos.
La responsabilidad de las naciones
El dato es un crudo recordatorio de los efectos del calentamiento global causado por la actividad humana sobre el aumento del calor y la sequedad ambiente. Naciones y pueblos, dicen los autores del informe, deben prepararse mejor para enfrentar ese peligro.
“Los gobiernos no prestan suficiente atención a los incendios”, dice Glynis Humphrey, experta en incendios de la Universidad de Ciudad del Cabo y una de las autoras del nuevo informe. Aunque la gente es cada vez más consciente de los beneficios de las quemas programadas y otros métodos para evitar que los fuegos se salgan de control, Humphrey dice que en los países desarrollados el gasto público sigue enfocado en la extinción de los incendios, y no en la gestión forestal.
En algunas regiones con un largo historial de incendios forestales, como el este de Australia y el oeste de Estados Unidos y Canadá, durante las últimas décadas los fuegos se han vuelto más voraces y arrasan con superficies cada vez más grandes, señala el informe de la ONU. Pero también han comenzado a producirse fuegos descontrolados en lugares donde antes eran infrecuentes, como Rusia, el norte de la India y el Tíbet. En la sabana del África subsahariana, por el contrario, la actividad de los incendios ha disminuido en las últimas dos décadas, en parte porque la persistente sequía se adelantó y acabó con los pastizales.
Si bien el cambio climático está causando niveles de temperatura y sequedad sin precedentes que agravaron los fuegos recientes, su efecto general sobre los riesgos de incendio es complejo y puede variar de un lugar a otro.
El cambio climático
Los investigadores han determinado que la ola de calor extremo del año pasado en el noroeste del Pacífico casi con certeza no habría ocurrido sin el calentamiento planetario causado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Los científicos también han encontrado las huellas dactilares del cambio climático en los incendios forestales de Australia y el calor extremo y los fuegos en Siberia.
En algunos lugares, por ejemplo, el calor y la escasa lluvia también pueden disminuir la cantidad de vegetación que alimenta los incendios. En otros, la disminución de la humedad puede hacer que la vegetación sea más inflamable, haciendo que el fuego se propague más fácilmente.
Después de evaluar todos estos factores, el informe igual augura un aumento significativo del riesgo de incendios forestales imprevisibles, por más que los países logren limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
El trabajo estima que en un escenario de calentamiento global intermedio, la probabilidad de incendios catastróficos podría aumentar hasta 30% para 2050 y hasta un 52% para fin de siglo. En el peor escenario evaluado, si no se reducen las emisiones y el planeta se calienta aún más, los riesgos de incendios forestales podrían aumentar hasta en un 57% para fines de siglo.
Se cree que el aumento de los incendios será especialmente grande en lugares como el Ártico, dice Douglas I. Kelley, investigador del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido, que realizó el análisis de datos para el informe de la ONU. De hecho, los confines del norte de Rusia y América del Norte se están calentando mucho más rápido que el resto del mundo. Durante los intensos incendios en el Ártico de junio de 2020 se liberaron a la atmósfera más gases contaminantes que en cualquier otro mes de los 18 años de los que se tienen datos.
En las regiones más templadas de Estados Unidos y Asia, dice Kelley, los incendios forestales podrían aumentar a medida que aumentan las emisiones, porque una mayor cantidad de dióxido de carbono en el aire potencia el crecimiento de las plantas, y por lo tanto hay más vegetación para alimentar las llamas.
La interminable sequía en el oeste de Estados Unidos –la peor que sufre la región en al menos 1200 años, dicen los científicos–, contribuyó a que se desataran los incendios forestales de principios de año. Y los meteorólogos creen que el calor y la sequedad ambiente se prolongará durante la primavera y el verano del hemisferio norte.
El informe de la ONU insta a los gobiernos a ser más proactivos en la prevención de los incendios.
Peter Moore, consultor de manejo de incendios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y otro de los autores del trabajo, dice que muchos países podrían seguir el ejemplo de Portugal, que elaboró un ambicioso plan nacional contra incendios después de los dos feroces focos de 2017 donde murieron más de 100 personas.
Humphrey señala que los gobiernos tienen que descubrir, o redescubrir, lo que realmente son los incendios: “algo realmente crítico para nuestro planeta, pero también algo que tiene que ser manejado.”
Por Raymond Zhong
(Traducción de Jaime Arrambide)
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