Crisis educativa. Los estudiantes de la Escuela Normal N°5 decidieron levantar la toma del edificio
Habían iniciado la medida de fuerza el martes por “malas condiciones edilicias”; desde el ministerio porteño aseguraron que avanzarán con las denuncias a los padres por la ocupación de las instalaciones públicas
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Tras una asamblea realizada esta tarde, los alumnos de la Escuela Normal Superior Nº5 General Don Martín Miguel de Güemes, que se encuentra en Arcamendia 743, en el barrio porteño de Barracas, decidieron levantar la toma del establecimiento que habían comenzado el martes pasado para reclamarle al Ministerio de Educación porteño principalmente “graves problemas edilicios”.
Así lo confirmaron a LA NACIÓN desde el centro de estudiantes y explicaron que la decisión se tomó tras una charla con representantes del ministerio, la promesa de diálogo y el compromiso de realizar una desratización durante el fin de semana. “El centro de estudiantes se mantendrá en asamblea permanente y alerta ante cualquier incumplimiento de este compromiso”, dijeron en un comunicado difundido a las 19.
Entre los motivos de la toma, el centro de estudiantes había esgrimido: “Viandas poco nutritivas y podridas, malas condiciones edilicias, cartas presentadas al Ministerio de Educación que fueron ignoradas, cancelación del plan Sarmiento, persecución política de lxs alumnxs manifestadas por parte de la policía y el ministerio, cambio de estatuto docente no beneficioso hacia docentes y alumnxs y bajo presupuesto de la ciudad hacia la educación”.
Y además, en las últimas horas habían difundido dos videos en los que se observaban roedores caminando por las paredes del colegio.
Según el Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, que conduce Soledad Acuña, se trató de una toma “por cuestiones políticas” ya que, dijeron, cuando se sentaron a dialogar los estudiantes no plantearon reclamos concretos.
“El colegio se desratizó el 23 de agosto tras la circulación de un video. Si ahora volvieron a haber ratas es porque o hubo un mal mantenimiento o hay que ver qué es lo que estuvo pasando adentro de la escuela. Están buscando motivos para justificar una toma que no tiene ningún motivo”, aseguraron. Y además, informaron que serán inflexibles con con las denuncias a los padres que avalaron la toma así como la recuperación de los días de clase perdidos.
Con respecto a la cuestión edilicia, voceros de Acuña dijeron que personal del ministerio se acercó al establecimiento y corroboraron que “de ninguna manera corre riesgo la vida de un chico”.
Desde que se inició la toma, los estudiantes compartieron a través de su cuenta de Instagram todas las actividades que fueron realizando dentro del colegio: limpieza del patio, cine debate e intervenciones artísticas. Ayer, realizaron una jornada especial por el día de la diversidad cultural que incluyó la pintada de carteles.
Además, denunciaron la desaparición de los carteles que se encontraban exhibidos en la puerta del colegio. “Esto es una falta de respeto. Nuestros carteles no son simples afiches pegados, son nuestras voces en pequeñas frases pegadas a las afueras de nuestra institución, esto es la no tolerancia a nuestra palabra, a nuestra protesta”, escribieron.
El conflicto entre diferentes escuelas públicas de la ciudad y el Ministerio de Educación porteño comenzó su etapa más radical el viernes 23 de septiembre cuando el centro de estudiantes de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas N°2 Mariano Acosta anunció la primera de las tomas. En los días siguientes más de 20 establecimientos, entre los que figuraron la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg conocida como “Lenguitas” y la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini (dependiente de la Universidad de Buenos Airess), se plegaron a la toma y otros tantos, entre ellos el Colegio Nacional de Buenos Aires, se sumaron con medidas “anteriores” como pernoctes y asambleas permanentes en señal de “solidaridad” con los colegios afectados.
En todos los casos, los reclamos se focalizaron en la calidad y cantidad de viandas, estado edilicio de las escuelas, la implementación de las Actividades de Aproximación al mundo del trabajo (ACAP) que el gobierno de la ciudad lanzó a principios de año y la “persecución política” a los centros de estudiantes.
El miércoles Acuña anunció que en las instituciones afectadas por las medidas de fuerza se extenderá el período de clases regulares de manera obligatoria para todos los estudiantes en función de los días perdidos en cada una de ellas.
“Nuestra obligación como adultos es enseñarles a los chicos a dialogar y a participar, pero entendiendo siempre que hay otros derechos que deben respetarse y que todas esas diferencias deben poder convivir en una misma sociedad. Vamos a seguir dialogando con los estudiantes como lo hicimos durante todos estos años de gestión. Sin embargo, también vamos a seguir siendo firmes respecto de los límites que supone la convivencia democrática; los espacios de diálogo están abiertos, pero siempre que las escuelas estén abiertas”, expresó la ministra.
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