Crisis educativa. Está en suspenso el aprendizaje de 640.000 estudiantes
Por medio de la Encuesta de Continuidad Pedagógica, el Ministerio de Educación de la Nación pudo confirmar que el cierre de las escuelas por la pandemia perjudicó a un millón de chicos y adolescentes
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La Encuesta de Continuidad Pedagógica, que es un relevamiento nacional en el que participaron docentes, directivos y familias para obtener información sobre la respuesta del sistema educativo argentino durante pandemia de coronavirus, señaló el año pasado que, dentro del universo representado en la muestra, 1.000.000 de alumnos tuvo escaso o nulo contacto con la escuela. Hasta el miércoles pasado, de ese número de alumnos solo entraron en contacto con el programa de revinculación 361.961 estudiantes.
La encuesta se realizó a 5387 directores (909 de nivel inicial, 2451 de nivel primario y 2027 de nivel secundario) y en 2658 hogares (2658 adultos y 965 estudiantes) y 21.471 docentes (2137 de jardín de infantes, 10.217 de primario y 9117 de secundario). Los principales resultados indicaron que todas las escuelas llevaron adelante un programa educativo y el 95% de los hogares recibió algún tipo de propuesta pedagógica. Pero, para los que perdieron contacto con la escuela durante la pandemia, se desarrolló el programa “Acompañar, puentes para la igualdad”, que es una política educativa destinada específicamente para esos estudiantes y, como se mencionó, este programa, por ahora, solo alcanzó, dentro del universo de 1.000.000, a 361.961 alumnos.
“La evaluación muestra una estadística. Los revinculados son chicos con los que cada una de las jurisdicciones pudo establecer un vínculo con las familias. Y esa instancia continúa. Respecto del resto de los chicos de esta muestra (638.039 estudiantes aún no alcanzados), se cree que están escolarizados. No hay una relación directa entre los chicos que tuvieron escaso o nulo contacto con la escuela y el abandono escolar. Ahora con el inicio de la presencialidad se está trabajando en la nominalización de los estudiantes para poder supervisar y determinar cuál es la trayectoria educativa de cada uno de ellos”, explica Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación.
Gabriela Diker, secretaria de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, señala que ese 1.000.000 de estudiantes (600.000 de secundaria y 400.000 del primario) es una estimación a la que se llegó a través de la encuesta que realizaron. De ese total, 550.000 tuvo nulo contacto con la escuela y el resto, una escolarización de baja intensidad.
“Lo que estamos haciendo desde fin del año pasado es la nominalización de alumnos que quedó al margen de la escuela. Vamos a tener esta información a partir de los datos que nos envíen las provincias. Otra fuente de información para saber cuántos chicos abandonaron la escuela será la que obtengamos de comparar la matrícula de 2020 con la inscripción actual, eso lo tendremos en unos meses. Pero no se puede inferir del dato de vinculación baja o nula con la escuela que esos chicos abandonaron la escuela, sobre todo los del nivel primario en donde hay tasas muy bajas de abandono escolar. Además, el problema principal fue la falta de conectividad, por eso se estima que, con el regreso de las clases presenciales, esos chicos vuelvan al aula”, detalla Diker.
Por su parte, Delia Méndez, coordinadora nacional del programa Acompañar, indica que, junto con los 22 referentes que trabajan en las provincias del país, intentan reincorporar a los alumnos en base a los datos que les brindaron las escuelas, pero también se apoyan en las organizaciones que tienen más territorialidad para que los ayuden a encontrar a los estudiantes que quedaron al margen del sistema educativo.
“El programa continuará en la búsqueda de estos chicos, se ha hecho un gran esfuerzo junto con nuestros referentes y organizaciones para revincular a los estudiantes. Aunque el programa no solo se basa en la búsqueda, sino que también se sigue de cerca su trayectoria educativa e, incluso, se hacen actividades fuera de la escuela. Vamos a seguir trabajando para buscar a estos estudiantes y que vuelvan a la escuela”, describe Méndez.
Tal como argumentó Diker, uno de los problemas que más interferencias generó en la educación de esos alumnos fue la falta de conectividad. En ese sentido, la Argentina muestra cifras preocupantes. Según estimaciones de la Encuesta de la Deuda Social Argentina del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia (UCA), en el tercer trimestre de 2019, meses antes de que comenzara la pandemia de Covid-19, el 48,7% de los chicos de entre cinco y 17 años, no contaba con una computadora en su hogar, y el 47,1% no tenía servicio de internet fijo en la vivienda. El 78% del déficit en el número de computadoras impacta en el 25% más pobre de la población.
Las pruebas Aprender 2018 sobre los chicos en el nivel primario muestran que, en los sectores con mayor poder adquisitivo, el 99,45% tiene internet en la casa, mientras que, en los sectores vulnerables, el 61% no tiene conexión. Según esa misma evaluación, el 90,55% de los alumnos de escuelas privadas tiene una computadora en la casa, mientras que en las públicas esa cifra desciende hasta el 70%.
Un informe del Observatorio Argentinos por la Educación, con la autoría de Alejandro Artopoulos, director del centro de innovación tecnológica de la Universidad de San Andrés, señala que en los últimos años el país ha mejorado el acceso a internet en los hogares. Según datos del Ente Nacional de Comunicaciones, en el primer trimestre del año 2014 el 49,6% de los hogares contaba con acceso a internet fijo. Los datos más recientes, del tercer trimestre de 2019, muestran que el porcentaje pasó a 62,8%. La velocidad de esa conexión también mejoró: pasó de 3,6 mbps en 2014 a 28,3 en 2019.
Siete provincias
Pero, actualmente, hay siete provincias donde un tercio o más de los estudiantes no cuenta con conexión en su casa: Santiago del Estero (40,7%), Formosa (37,7%), San Juan (36,1%), Catamarca (35,0%), Misiones (35,0%), Chaco (33,5%) y Corrientes (33,3%).
En comparación con la región, el porcentaje de estudiantes que asisten al nivel secundario y cuentan con internet en la Argentina (84,1%), es inferior al observado en Brasil (91%), Chile (90%) y Uruguay (88%), pero supera los valores de México (72%), Colombia (72%) y Perú (58,0%).
La situación es compleja para los alumnos, pero también lo es para los docentes, que, en gran parte, por los salarios que cobran, tampoco cuentan con las herramientas para llevar adelante las clases a distancia. Un informe dirigido por Claudia Romero, profesora e investigadora de la Universidad Torcuato Di Tella, en donde se estudiaron 150 escuelas de la ciudad y provincia de Buenos Aires, determinó que el 21% de los docentes de las escuelas desfavorables (es decir que el 25% de su población es vulnerable), no tienen internet en la casa.
Mariano Narodowski, académico, docente de la Universidad Torcuato Di Tella, investigador y ministro de Educación porteño entre 2007 y 2009, propuso en abril del año pasado el concepto de “desconectados y abandonados” para comprender cómo la desescolarización producto de la pandemia acelera los procesos de exclusión educativa que ya existían antes pero que ahora se vuelven evidentes.
“Me parece muy bien que el ministerio esté construyendo seriamente un sistema nominal para saber quiénes se quedaron afuera de la escuela en 2021: es un proyecto iniciado hace nueve años y que nunca se había concretado. Sin información nominal es más difícil avanzar. Es posible que estemos frente a un drama silencioso y contundente: la exclusión de la educación de una parte importante de toda una generación. Es importantísimo generar propuestas para incluir a la mayor cantidad de chicos posible, pasando de la preocupación por la logística de la prespecialidad a la decisión pedagógica de rescatar a estos chicos con una propuesta educativa acorde a lo que ellos necesitan en función de las carencias durante 2020. Un millar de docentes y especialistas en educación de todas las posiciones ideológicas propusimos en 2020 12 claves concretas para una política pública de la vuelta a la presencialidad en el documento de Concertación Educativa. El documento está allí para ser discutido y aplicado”, argumenta el especialista.
Juan María Segura, educador y fundador de Circus.edu, también describe un panorama preocupante: “Es cierto que la escuela perdió contacto con una cantidad inusual de alumnos. La gran mayoría de esos alumnos, en especial los de inicial y primaria, volverán a la escuela de base presencial en busca de su vianda y vaso de leche. Con los chicos mayores de 15 años el problema subsistirá, acentuando un desgrane de alumnos que el sistema escolar viene mostrado desde hace casi 20 años en la mayoría de los países de la región”.
Si bien el Ministerio de Educación estimó que el universo de alumnos que tuvo poco o nulo contacto con el sistema educativo durante el año de la pandemia fue de 1.000.000 de estudiantes de primaria y secundaria, Agustín Claus, investigador de Flacso, realizó una estimación integral incorporando el nivel el superior no universitario y llegó a la, aún más alarmante, cifra de 1.500.000 de estudiantes. Según Claus, ese sería el número de estudiantes que se habrían desvinculado del nivel inicial, primaria, secundaria y el nivel superior no universitario.
“Para hacerlo, consideré la tendencia del abandono interanual por nivel y los resultados que el ministerio recabó en la Evaluación Nacional de Continuidad Pedagógica. Ponderé el abandono interanual de 2017 y 2018 y el porcentaje de desvinculación en 2020 para todos los niveles, aplicando a la matrícula como base de 2019, y el impacto estimado del abandono sería de al menos de 1.500.000 estudiantes que tienen en riesgo su continuidad. Es una proyección basada en el total de matrícula 2019, abandono interanual 2018 y desvinculación 2020 para intentar complejizar el impacto contemplando las limitaciones de las fuentes de información disponible. La diferencia con la manera de medir del ministerio, es que yo incluí el nivel superior no universitario y el nivel inicial en la proyección e intente matizar el comportamiento tendencial”, señala Claus.
De este modo, la Argentina acumula cifras que hablan de una debacle y despiertan gran incertidumbre respecto del futuro del país. El miércoles se conocieron los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, en donde se informó que la pobreza en la Argentina alcanza a 19 millones personas. De ese total de personas por debajo de la línea de pobreza, 6,3 millones son chicos menores de 14 años que, muy posiblemente, muchos sean parte del universo de estudiantes cuya formación aun está en suspenso.
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