"Creo en él", dijo la novia del acusado de matar a su hermano
Julián Ramón, imputado del crimen, acusó a los funcionarios judiciales: "Son unos inútiles"
MAR DEL PLATA.- Dejó apenas un par de respuestas al pasar cuando ayer, bien temprano, ingresaba en la alcaidía de los tribunales. "Soy inocente", dijo Julián Ezequiel Ramón, único imputado por el crimen de su cuñado, Gastón Bustamante, de 12 años, ocurrido el pasado 21 en Miramar.
Y ya al pie de la escalera, cuesta abajo, acusó a los investigadores por su detención: "Son unos inútiles", afirmó.
Mientras el acusado mantenía el primer contacto con su flamante abogado y lograba que la declaración indagatoria se postergara hasta hoy, su novia y además hermana de la víctima, Rocío, también salió ayer a defenderlo: "Confío ciegamente en él", afirmó.
Carlos Bustamante, padre de la joven, fue más cauto: "Estamos sorprendidos, pero está actuando la Justicia", dijo sobre el inesperado giro que tuvo la investigación.
Ramón quedó detenido anteayer, imputado de robo seguido de homicidio criminis causa , a partir de una huella digital hallada en un televisor que lo ubicaría en la escena del crimen aquella mañana en que el niño fue golpeado y estrangulado.
"Lo que tengo acreditado es que la misma persona que trasladó el televisor es quien mató a Gastón Bustamante", aseguró ayer el fiscal Rodolfo Moure, que días atrás había citado a Ramón en condición de testigo y hoy lo tendrá frente a frente, ahora como principal sospechoso.
Este peritaje es uno de 27 indicios en los que Moure respalda la acusación. Pero el fiscal hace particular hincapié en los sucesivos intentos de Ramón para aportar datos a la causa que, en la mayoría de los casos, intentaba ubicar a la madre de la víctima como la posible asesina de Gastón. "Estuvo todos estos días con nosotros, no sé qué pensar", dijo ayer la mujer, Verónica González, sorprendida por la acusación de su virtual yerno.
Carlos Bustamante recordó ayer que el novio de su hija es una persona que tenía buena relación con la familia y se mostró desconcertado por las acusaciones que hizo contra su esposa. "Espero que en todo esto haya un error, lo digo por el bien de todos", afirmó. Pero también admitió que estos cargos contra el detenido tienen entidad: "Los sostiene la Justicia", afirmó.
Gastón Bustamante fue asesinado en su casa de 27 y 48 cuando estaba solo. Quien lo mató había ingresado con fines de robo y, según el fiscal, era conocido de la familia. Se llevó 500 pesos, pero buscaba otros 5000 que Carlos Bustamante y Rocío iban a depositar ese mismo día en un plazo fijo. Para los investigadores, Ramón sabía de la existencia de ese dinero y la operación a realizar. Y también aseguran que el acusado afrontaba problemas económicos que debía resolver en lo inmediato.
El abogado Alejandro Borawsky asumió ayer la defensa de Ramón. El fiscal le entregó la causa para que tome conocimiento de lo actuado y prepare su estrategia para hoy, a las 9, cuando su cliente deba afrontar la declaración indagatoria. No confirmó si le recomendará que se niegue a declarar, pero sí anticipó que el acusado deberá despejar las dudas que existan sobre él. "Sólo lo vi unos pocos minutos y lo noté compungido, conmovido por la situación que afronta", dijo.
Los padres de Ramón y su novia se acercaron hasta los tribunales. Miguel, el padre, dijo que la relación con la familia Bustamante es excelente. "Estuvieron anoche (por anteanoche) con nosotros y están de nuestro lado", aseguró. Y dijo que su hijo "adoraba a Gastón".
Pesadilla
Rocío señaló que tras la muerte de Gastón la detención de su novio "es otra pesadilla". Recordó que lo conoce desde hace cuatro años por compartir trabajo en una parrilla. Y que desde hace diez meses formaron pareja. "No tiene nada que ver con esto", insistió.
Si Ramón acepta declarar, Moure intentará develar algunas dudas. En principio, mediante la grabación de una cámara de seguridad de un supermercado, tiene registrado al acusado muy cerca de la casa de los Bustamante y a diez minutos del horario en que se habría cometido el crimen. Si bien estaba haciendo compras, quiere saber en detalle el recorrido que hizo aquella mañana.
También buscará respuestas a la persistencia de Ramón, tanto en sede policial como judicial, para conocer a diario el avance de la investigación y aportar pistas que, casi siempre, ubicaban como responsable del crimen a la madre de Gastón.
El acusado habría fundamentado esas sospechas a partir de algunos conflictos familiares que advirtió en la casa de su novia. Habría asegurado que la mujer denunciaba falsas amenazas telefónicas. Y en tal sentido él mismo habría aportado a la causa un teléfono con doble chip desde el que ella habría hecho esas llamadas.