Crece la venta ilegal ambulante en las inmediaciones de Retiro
Hay más de 100 puestos a lo largo de la avenida Ramos Mejía; denuncias de robos
Después de la polémica surgida en agosto pasado por la instalación de una feria bautizada "La Saladita", en el barrio porteño de Palermo, esta vez, todo indica que el fenómeno se repite en Retiro, en la vía pública, sobre la avenida Ramos Mejía.
En el lugar donde miles de usuarios de trenes y ómnibus transitan a diario, en un tramo de casi 300 metros, en las entradas y salidas de las terminales de las líneas Mitre, Belgrano Norte y San Martín, funcionan más de un centenar de puestos callejeros donde lo que prima es la venta ilegal.
LA NACION realizó un recorrido por la zona y comprobó la comercialización irregular de una gran variedad de productos. Desde juguetes a batería y artículos electrónicos, pasando por anteojos, ropa y calzado, hasta comidas regionales como "humita en chala" listas para calentar.
"Todo a precio regalado", según comentaron a LA NACION dos mujeres de la localidad bonaerense de Carapachay, quienes antes de tomar el tren compraron -regateo mediante- tres prendas íntimas femeninas por un valor de $ 15 pesos.
"Está a la vista que lo ilícito se adueñó de esta zona de Retiro", dijo un pasajero de la línea 152, que prefirió no ser identificado. El hombre, de 47 años, contó que hace tres meses, cuando esperaba para cruzar desde la avenida Ramos Mejía hasta el bulevar donde funciona la parada de colectivo, dos jóvenes le arrebataron el celular y una bolsa que llevaba en la mano.
"Fue cuando regresaba de trabajar, en medio del tumulto de gente", dijo este usuario de transporte público, y explicó que el pasillo que se forma entre las dos hileras enfrentadas de puestos obstruye la circulación en la vereda y propicia el "carterismo".
Ante la consulta de LA NACION a los vendedores, la mayoría evitó dar respuestas concretas en referencia a los requisitos para comercializar en la zona, aunque admitieron que abonan un monto por estar allí.
Algunos mencionaron un alquiler de entre 150 y 200 pesos diarios, según la ubicación del puesto. "La vereda de paso obligado cotiza en alza", dijo un encargado de una tienda ambulante de productos electrónicos que permanece abierta las 24 horas y emplea a cuatro personas.
El hombre, de nacionalidad boliviana, enumeró varios artículos para la venta: desde pilas, auriculares y fundas de celulares, a $ 15 pesos, hasta parlantes para home theatre , a $ 200.
Por su parte, el titular de la Organización de Vecinos Defendamos Buenos Aires, Javier Miglino, indicó: "La Salada de Retiro crece en tamaño, peligrosidad e impunidad".
Miglino informó que la entidad que preside presentó ayer una denuncia ante el gobierno de la ciudad por la expansión del paseo informal en toda la avenida Ramos Mejía junto a la estación Retiro.
Entre las actividades ilegales denunciadas se encontraban la venta de "anteojos de aumento sin control ni receta" y la venta de comida preparada en la calle y cocida con gas envasado, lo que -en opinión de los denunciantes- acarrea riesgos sanitarios y la posibilidad de una explosión.
LA NACION intentó ayer conocer la opinión del gobierno porteño sobre los cuestionamientos vecinales, pero las autoridades declinaron hacer declaraciones al respecto.