Covid. Preocupa el acceso desigual a las vacunas en el mundo
En un seminario del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales se llamó a la cooperación y al multilateralismo para mejorar el equilibrio entre los países más ricos y más pobres
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El desigual acceso a las vacunas contra el Covid-19 es una preocupación en el mundo. Bajo el título de “Vacunas como bien público global: multilateralismo, cooperación e integración regional”, el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) realizó un seminario, que organizó junto con el Valdai Discussion Club –el think thank más famoso de Rusia- y la Fundación Mundo Sano, vinculada con el grupo farmacéutico Insud, que fabrica el principio activo de la vacuna de Oxford/AstraZeneca en la Argentina.
El seminario fue abierto por José Octavio Bordón, titular del Comité Ejecutivo 2020-2023 del CARI, quien manifestó preocupación por América Latina. “No es la región más pobre del mundo, pero sí la más inequitativa –dijo-. Cuando se lanzó el Covax [Fondo Global para Acceso a Vacunas] la frase central fue que ‘nadie estará a salvo a menos que todo el mundo lo esté’. Pero hay planteos de nacionalismo excesivos y de xenofobia en favor de los mismos países que hablan de este approach global. Las vacunas son un gran logro solidario de la ciencia que contrasta con esta debilidad cultural frente a este desafío global”.
Con las dificultades que impone la traducción simultánea, Andrey Bystrtskiy, de la Junta para la Fundación para el Desarrollo y Apoyo del Club Valdai, dijo que la palabra “global” es clave en la necesidad de crear un modelo más justo.
Silvia Gold, titular de la Fundación Mundo Sano, marcó la importancia de haber contado, en tiempo récord, con herramientas para hacer frente a la pandemia. “Pero el acceso equitativo y universal a la vacuna es primordial”, afirmó.
Carlos Regazzoni, director del Comité de Salud Global y Seguridad Humana del CARI, señaló: “Esta poderosa herramienta médica debe estar desligada de cuestiones ideológicas, religiosas y de nacionalidad. La distribución de las vacunas logra muy poca relación con la distribución de la pandemia. Si la gobernanza mundial no toma el principio de universalismo científico, la ciencia se volverá un objeto de poder.”
Disparidad
En este sentido, Regazzoni dijo: “Hacen falta 14.000 millones de dosis para transformar la pandemia en un problema controlado. Pero hay una gran disparidad de precios de la vacuna, en promedio cinco veces más caras que cualquiera conocida. Por cada mil millones de dosis adicionales se ahorra una cifra comparable a un PBI completo de Brasil. La alternativa es la cuarentena, y la cuarentena es la ruina”.
Oleg Barabanov, director de Programas del Club Valdai, afirmó que, independientemente, de los niveles de inmunizados que tenga un país “la vacuna, aislada de las restricciones de circulación, no reemplaza al confinamiento”. Y también dijo que en Europa se discute sobre los pasaportes certificados de vacunación, que algunos consideran segregatorios.
Ana Pereira, responsable del área médica de la Fundación Mundo Sano, abogó por acuerdos regionales. “Hasta el momento los resultados no son los esperables. Muchos países se han limitado a asegurar su provisión. Pero 9 de cada 10 países pobres no tendrán acceso a las vacunas este año”, alertó.
Victor Jeifets, director del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Estatal de San Petersburgo, indicó que el virus terminará tarde o temprano, pero la memoria de la discrepancia en la integración causará un trauma de largo plazo. “La guerra fría sigue. Países de alto poder adquisitivo se centraron en salvar a su propia población. Un país vacunado no se va a salvar solo. ¿Qué van a hacer si surge una nueva cepa de este virus?”, se preguntó.
Enrique Pérez, representante de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la Argentina mostró que hasta el momento 113 millones de personas recibieron alguna vacuna contra el Covid-19 en las Américas, donde la población supera los mil millones. “Hace más de 40 años que la OPS tiene un Fondo Rotatorio de Vacunas, que representa a las Américas en el mecanismo Covax, con el que tratamos de evitar la desigualdad, independientemente de los mecanismos bilaterales que algunos países hicieron. El objetivo, siempre, es salvar vidas.”
El cierre del seminario quedó en manos del embajador Ricardo Lagorio, integrante del Consejo Consultivo de CARI, quien abogó por una “nueva cultura multilateral que facilite el acceso a los bienes públicos globales.”