Covid-19. Solo el 11% de los mayores de 60 accedió a la vacuna
En el país, son 7,3 millones los adultos mayores; representan el 85,5% de los más de 54.000 argentinos fallecidos
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Son el grupo en el que más vidas se perdieron por Covid-19 en este año de pandemia: el 85,5% de los más de 54.000 argentinos fallecidos tenía más de 60 años. Aun así, solo se vacunó desde diciembre pasado al 11% de los 7,3 millones de los adultos mayores en el país. Y eso es con por lo menos una dosis de las vacunas autorizadas de emergencia justamente para reducir el riesgo de muerte o complicaciones graves por el nuevo coronavirus en los grupos con mayor vulnerabilidad.
“Cada vacunado indebidamente, sin respetar el orden de prevalencia con criterios epidemiológicos aceptados en el mundo, el día que se vacunó firmó una sentencia de muerte para un mayor”, sostiene Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo porteña.
Día a día, sigue el avance de la campaña nacional de inmunización y recibe consultas desde cualquier punto del país sobre el acceso a la vacunación, en especial en las residencias geriátricas o para los mayores que están recibiendo cuidados domiciliarios.
“Nos dejaron parados en el peor de los mundos: no tenemos vacunas suficientes ni vacunación avanzada al día de hoy, después de más de dos meses de campaña, y las autoridades de Salud siguen con una estrategia como si hubieran 20 millones de dosis –continúa Semino–. Debería estar todo el esfuerzo orientado a completar las etapas definidas en el plan nacional de vacunación de acuerdo con el riesgo que tiene cada grupo priorizado, más aún sabiendo que llegan pocas dosis y azarosamente, por lo que la curva de vacunación no se puede sostener en el tiempo ante una posible segunda ola de contagios y la cercanía del invierno.”
“Cambiar urgente” la estrategia
En ese sentido, viene proponiendo desde hace semanas “cambiar urgente” la estrategia de modo que se pueda “vacunar exclusivamente” con las dosis disponibles y que pudieran ir llegando en las próximas semanas a los grupos de riesgo establecidos en acuerdo entre los ministros de Salud del país en las reuniones del Consejo Federal de Salud (Cofesa).
En esas reuniones, según se pudo saber, hubo 13 provincias que proponían completar la vacunación del personal de salud y adultos mayores antes de que Nación definiera avanzar con la inmunización de los docentes al autorizar las dosis de Sinopharm para menores de 59 años.
“Los días pasan y necesitamos que estén vacunados los mayores y las personas con comorbilidades, como los pacientes oncológicos, insulinodependientes, cardíacos y con problemas respiratorios severos, entre otro, insiste el defensor, que adhiere a la convocatoria a un “ruidazo” este sábado, a las 20, en el país, para que se acelere la vacunación de los mayores. Este grupo, en promedio, espera más de un mes la asignación de un turno.
“Seguimos teniendo una curva muy alta para el descenso que se debió haber logrado ante la posibilidad de una segunda ola, como se vio en el hemisferio norte. Y eso va a ocurrir con un rebrote fuerte de Covid-19 en Brasil al lado, las mutaciones del virus circulando y una gran cantidad de mayores sin la protección extra de la vacunación. Son, hoy, el 90% de la ocupación de las terapias intensivas y más del 80% de los fallecidos por Covid-19. No se puede seguir repartiendo vacunas escasas por cantidad de habitantes con este escenario”, afirma Semino.
Mientras que en un pueblo a 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba se recibieron dos vacunas para un geriátrico con 11 residentes, a dos localidades bonaerenses vecinas, una de 25.000 habitantes y otra de 2500, se asignaron 450 dosis. “Ni siquiera termina siendo la distribución por proporción de habitantes –sostiene el defensor–. Hay que vacunar donde hay grupos de riesgo. No importa la cantidad de población. Y, también, hay que multiplicar los testeos porque con las vacunas solamente no alcanza para cuidar a los más vulnerables.”
Hasta ahora, el Ministerio de Salud de la Nación logró hacerse de 4.050.000 dosis de las vacunas Sputnik, Covishield y Sinopharm. El domingo pasado, desde la cartera sanitaria se evitó hablar de fechas para la llegada de próximos embarques. En diálogo con LA NACION, Sonia Tarragona, jefa de Gabinete del ministerio, respondió que se estaban distribuyendo las últimas 399.000 unidades disponibles en las cámaras de frío de las plantas de la firma Andreani.
Esas dosis eran del último vuelo a Moscú, que aterrizó en Ezeiza el 1° de marzo pasado. A bordo habían llegado 732.500 vacunas (702.400 de la primera dosis (Ad26) y 30.100 de la segunda (Ad5)).
Sin certezas
“En las próximas semanas podrían llegar más dosis, pero aún sin certeza alguna”, insistió Tarragona. Al día siguiente, hizo lo mismo la ministra Carla Vizzotti en una reunión con periodistas invitados y agenda de temas restringida, como publicó LA NACION.
A la noche, el propio presidente Alberto Fernández dijo en una entrevista en Canal 9: “Esta semana vamos a recibir una importante cantidad de vacunas rusas y la siguiente estaríamos recibiendo vacunas chinas, 3 millones. Está claro que hay que agilizar la vacunación”.
Tarragona ya había señalado el faltante de dosis como el único factor que estaba demorando la vacunación en las provincias. “No identificamos ningún otro obstáculo”, sostuvo en diálogo con este medio.
En detalle del Plan Estratégico de Vacunación para Covid-19 que elaboró el Ministerio de Salud en acuerdo con los ministerios provinciales definió ya en enero que en el país había que vacunar a 7.375.000 mayores de 60 en dos etapas y empezando por los mayores de 70 y los residentes de los geriátricos, para completar seguidamente ese grupo priorizado con los de entre 60 y 70 años. A medida que en cada localidad se iba completando la población objetivo de cada grupo con prioridad, y de acuerdo con las vacunas que estuvieran disponibles, se podría definir con quienes seguir con las unidades asignadas para lograr la mejor cobertura posible en cada comunidad.
Pero, según los datos oficiales, hay recién 805.545 personas de 60 años o más que recibieron por lo menos una de las dos dosis del esquema recomendado por los laboratorios productores, de acuerdo con los resultados de los ensayos clínicos en curso, para lograr la mayor protección ante el virus de Covid-19.
Eso quiere decir que, hasta las 6 de hoy, apenas 1 de cada 10 mayores había recibido una o dos dosis (la información no está desagregada en el Monitor Público de Vacunación online del Ministerio de Salud).
Si la estimación se quiere hacer por cantidad de dosis aplicadas, las personas de más de 60 son el 30% de los casi 2,7 millones de aplicaciones totales a la fecha y sin precisar si se trata de primera o segunda dosis.
O, también, se puede decir que a esa población se destinó tan solo el 19,9% de todas las vacunas que llegaron al aeropuerto de Ezeiza en nueve vuelos desde diciembre pasado.
“Hay que buscar una solución –insiste Semino–. Cada día que pasa, es un día menos que tenemos. Los viejos no queremos morir en silencio. Todos deciden por nosotros cuando, en realidad, la información es falaz y queremos, simplemente, vacunas y vacunación después de un año tan difícil.”
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