Covid-19: si soy el único con barbijo, ¿estoy protegido?
Distintas investigaciones confirman la efectividad del tapaboca para frenar la propagación de los virus
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NUEVA YORK.– Si estoy en un negocio o en cualquier lugar cerrado y soy el único con barbijo, ¿realmente estoy protegido del contagio?
Por un lado, es cierto que esta prenda es más efectiva cuando la usan todos los presentes, porque cuando una persona contagiada tiene la boca y la nariz tapadas, un gran porcentaje de las partículas infecciosas que exhalan quedan atrapados en el tapaboca, y eso frena la propagación del virus desde su origen. Y cuando hay menos partículas virales flotante en el ambiente, el barbijo que tienen puesto los demás probablemente alcance para frenar los virus que hayan podido escapar y estén dando vueltas.
Pero hay copiosa evidencia de que el tapaboca también protege al usuario aunque los demás anden a cara descubierta. Y la cantidad de protección depende de la calidad del barbijo y de su buen calce en la cara. Como la variante ómicron es mucho más contagiosa que las demás, los expertos en salud recomiendan pasarse a mascarillas médicas de alta calidad, como las N95, KN95 o KF94. Pero hay otras variables que influyen en el nivel de riesgo, como la cantidad de tiempo que estamos expuestos a la cercanía de un contagiado y la buena o mala ventilación del ambiente en cuestión.
En un brote que se produjo en un hotel de Suiza, por ejemplo, varios empleados y uno de los huéspedes que dieron positivo solo estaban usando viseras de plástico (sin barbijo ni tapaboca): los que usaban barbijo no se contagiaron. Y un estudio realizado en el estado de Tennessee reveló que los distritos donde el uso de esta prenda es obligatorio tienen tasas de hospitalización más bajas que los lugares donde es optativo.
“El personal de salud, los científicos que están en contacto con patógenos peligrosos, y los trabajadores que en su trabajo pueden quedar expuestos a partículas peligrosas que se transmiten por aire, se protegen con barbijos de tipo N95, que son mascarillas altamente eficaces que se ajustan bien a la cara”, dice Linsey Marr, profesora de ingeniería del Instituto Tecnológico de Virginia y una de las mayores expertas mundiales en transmisión viral.
La protección que brinda el barbijo a quienes lo usan también está documentada por una serie de estudios de laboratorio, aunque el nivel de protección varía en función del tipo de barbijo, el material del que está hecho, el tipo de experimento de laboratorio al que fue sometido, y el modo en que fue medida la exposición a las partículas virales.
Pero la conclusión de todos los estudios es que reduce la potencial exposición al virus de quien lo tiene puesto.
Trabajos
Un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), por ejemplo, descubrió que un barbijo médico estándar solo protege al usuario de aproximadamente el 7,5% de las partículas exhaladas en una tos simulada. Pero si ese mismo barbijo común está bien ajustada al contorno de la cara sin dejar intersticios, el nivel de exposición se reduce casi un 65%. Y si es barbijo médico común se cubre con un segundo barbijo, en este caso de tela, la exposición a las partículas exhaladas en una tos simulada se reduce en un 83%.
Un estudio del Instituto Tecnológico de Virginia analizó el grado de protección que tienen los usuarios de tapabocas caseros, barbijos médicos comunes, y viseras plásticas, en función del tamaño de las partículas exhaladas. La investigación demostró que casi cualquier tapaboca bloquea el ingreso de partículas muy grandes, como las exhaladas en un estornudo. Pero cuando los investigadores analizaron los “aerosoles” –como se conoce a las partículas más pequeñas, más difíciles de bloquear–, descubrieron que la protección que brinda una visera de plástico es casi nula, y que la protección de los barbijos comunes araña el 30%. (Este estudio no puede compararse con el de los CDC porque se utilizaron metodologías diferentes.) En base a esos hallazgos, Linsey Marr, una de las principales expertas en trasmisión y sus colegas de la Universidad de Virginia concluyeron que un barbijo de dos capas hecho de un tejido apretado y flexible, combinado con un material filtrante –como un filtro de café o un barbijo común–, brindan una buena protección, reducen un 70% de las partículas más invasivas y atrapan más del 90% de las partículas grandes. También concluyeron que las tiras de ajuste detrás de la cabeza son mejores que las bandas elásticas que se calzan en las orejas.
Un estudio realizado en Tokio analizó los diferentes tipos de barbijo y su grado de protección frente a partículas reales de coronavirus. El estudio demostró que hasta una simple máscara de algodón brinda cierta protección (de un 17% a un 27%). Los médicos funcionaron mejor, incluida la mascarilla quirúrgica común (47% a 50% de protección), la N95 de ajuste holgado (57% a 86% de protección) y una N95 ajustada sin dejar resquicios (79% a 90% de protección).
Si bien muchos estudios de laboratorio prueban los barbijos en cabezas de maniquí, un estudio de 2008 usó personas reales para medir el grado de protección de los barbijos contra los virus respiratorios. Los sujetos del estudio usaron diferentes tipos de barbijos equipados con receptores especiales que podían medir la concentración de partículas en ambos lados de las máscaras, el externo y el interno. En este trabajo, los barbijos de tela redujeron la exposición en un 60%, los quirúrgicos comunes, en un 76%, y las mascarillas N95, en un 99%.
Variables
Si bien todos los estudios de laboratorio muestran que cualquier barbijo ofrece algún grado de protección, su efectividad en el mundo real depende de muchas variables, incluida la frecuencia de uso, la situación de riesgo concreta, y nivel de circulación comunitaria del virus en ese determinado momento.
Los estudios de laboratorio demostraron que un barbijo médico de alta calidad, como los N95, KN95 o KF94, funcionan mucho mejor. Si bien la vacunación y las dosis de refuerzo son la mejor protección contra el Covid-19, se recomienda que incluso las personas vacunadas eviten las aglomeraciones o los grupos grandes en interiores cerrados cuando se desconoce el estado de vacunación de las demás personas. La doctora Marr también recomienda usar el barbijo de mejor calidad posible, sobre todo cuando no es posible mantener distancia o estar al aire libre, o cuando todos a nuestro alrededor están a cara descubierta.
“En situaciones en las que para protegerme dependo exclusivamente de mi barbijo –cuando el lugar está abarrotado o mal ventilado, o cuando no conozco el estado de inmunización de los presentes–, hay que usar el mejor barbijo que disponible, o sea un N95″, dice Marr.
“En situaciones de alto riesgo, no hay que escatimar precauciones.”
Por Tara Parker-Pope
(Traducción de Jaime Arrambide)