Covid-19. Por ahora, ni embarazadas ni menores de 18: cuándo aconsejan usar el plasma y el suero equino
Se publicaron las primeras recomendaciones oficiales para el uso de ambas terapias de acuerdo con la evidencia disponible
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El Ministerio de Salud definió en qué casos se puede administrar el plasma de convalecientes y el suero equino hiperinmune para lograr los mejores resultados durante el tratamiento de Covid-19, de acuerdo con los resultados obtenidos en ensayos clínicos.
En ambos casos, siguen siendo tratamientos experimentales y, por ahora, se desaconseja su uso en embarazadas y menores de 18 años que hayan contraído la enfermedad, entre otros criterios clínicos, hasta contar con más evidencia que permita ampliar la indicación.
Las nuevas recomendaciones oficiales, que ordenan en la práctica el uso de ambas terapias que fueron recientemente estudiadas en el país, se publicaron esta mañana en el Boletín Oficial, como anticipó ayer LA NACION.
“Se decidió recomendar el uso de estos tratamientos con menos de 10 días desde el inicio de los síntomas porque es el período en el que puede actuar la inmunoterapia. Estos son los dos tratamientos que cuentan con algún grado de evidencia. En el suero equino, tenemos indicios, y en el plasma, evidencia más robusta”, habían anticipado fuentes de la cartera sanitaria.
En las últimas semanas, desde la Secretaría de Calidad en Salud se habían convocado reuniones con representantes de distintas sociedades científicas. Hoy, las dos resoluciones publicadas con la firma del titular del área, Arnaldo Medina, incluyen los acuerdos técnicos con siete sociedades científicas e investigadores sobre la etapa de la enfermedad en la que se recomienda usar el plasma de pacientes recuperados y el suero equino en esta enfermedad pandémica.
“La pandemia por el virus SARS-CoV-2, causante de Covid-19, representa un desafío para la medicina debido a que se desconocen con certeza los mecanismos para su prevención y tratamiento. Todas y cada una de las estrategias que se llevan a cabo para limitar la propagación de la infección y la cura de la enfermedad son alternativas basadas en experiencias de epidemias o pandemias anteriores de origen viral”, afirma la Dirección de Sangre y Medicina Transfusional del Ministerio de Salud en uno de los dos consensos.
El texto advierte que “aún queda mucho por investigar” sobre cómo se produce la enfermedad y la efectividad de los tratamientos en evaluación. “Hasta el momento, se han llevado a cabo tratamientos que no cuentan con la suficiente evidencia clínica y ninguno de ellos son 100% efectivos”, sostienen.
En mayores de 75
El acuerdo técnico sobre el “uso apropiado” del plasma de convalecientes aconseja su aplicación en los pacientes mayores de 75 años con menos de 72 horas desde el inicio de los síntomas, sin criterios de gravedad (casos leves) y con diagnóstico confirmado de Covid-19.
En esta definición participaron la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular, la Sociedad Argentina de Infectología, el Grupo Cooperativo Iberoamericano de Medicina Transfusional, la Fundación Infant y el Consorcio de Instituciones que coordina el Hospital Italiano, además de la Dirección de Sangre y Medicina Transfusional.
La administración del tratamiento quedará a cargo de los médicos tratantes en consulta con el Servicio de Medicina Transfusional de cada institución. Se aplicará una unidad de plasma de entre 200 y 300 ml, “con títulos de IgG anti-SARS- CoV-2 superiores a 1:1000”, es decir, con altos niveles de anticuerpos contra el virus de Covid-19.
Con ese valor de defensas contra Covid-19, la eficacia es del 48% y se evita “la evolución desfavorable de la enfermedad”, mientras que se detalla que con la transfusión de unidades de plasma con títulos de IgG de más de 1:3200, la eficacia pasa a ser del 73% (la concentración de anticuerpos debe aparecer en la etiqueta de cada unidad).
Hasta contar con más datos (el tratamiento con plasma se sigue considerando experimental), oficialmente se recomienda “no administrar plasma de convalecientes” a pacientes con más de tres días desde que empezaron los síntomas y una o más de las siguientes condiciones: estén cursando un embarazo, sean menores de 18, tengan una frecuencia respiratoria de más de 30 respiraciones por minuto, una saturación de oxígeno por debajo del 93% en aire ambiente o hayan desarrollado la forma grave de la enfermedad.
Bajo condiciones especiales
En el caso del suero equino, el consenso con la Sociedad Argentina de Infectología, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, la Sociedad Argentina de Medicina e investigadores habilita su uso en los pacientes con Covid-19 grave (saturación de oxígeno por debajo del 94% sin asistencia respiratoria, más de 30 respiraciones por minuto o infiltración pulmonar de más del 50%) y sin que hayan pasado más de 10 días desde el inicio de los síntomas.
Se indica “no considerar” su uso en embarazadas, en mujeres que estén amamantando y en menores de 18 con Covid-19, además de casos leves o moderados o que hayan recibido plasma de pacientes recuperados.
Las sociedades científicas y el Ministerio de Salud también desaconsejan el uso del suero hiperinmune en los pacientes internados en terapia intensiva (casos críticos) o que necesiten asistencia respiratoria mecánica u oxigenación por ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) o con reacciones alérgicas graves (anafilaxia) o que ya hayan recibido algún otro suero equino (antitetánico, antiofídico o antitoxina arácnida) o tenido reacciones alérgicas por contacto o exposición a caballos.
La administración se reserva exclusivamente al ámbito hospitalario y con supervisión médica en dos dosis (de 4 mg/kg de peso) por vía intravenosa con un intervalo de 48 horas. Son, según se aclara, “consideraciones de uso en revisión permanente y sujetas a actualizaciones según la evidencia científica disponible”.
Aunque el ensayo clínico sobre el producto desarrollado en el país por la empresa Inmunova no tuvo los resultados esperados, la Anmat lo aprobó en diciembre pasado con un registro bajo condiciones especiales para el tratamiento de los casos de Covid-19 moderados y graves, pero que no estén recibiendo cuidados intensivos, ante “terapéuticas escasas y necesidades médicas insatisfechas” en la atención de esos pacientes. Es decir que se administrará con el consentimiento informado al paciente y el estudio deberá continuar con un Plan de Monitoreo de Eficacia y Seguridad del producto y “evaluar la posibilidad” de hacer un ensayo clínico controlado aleatorizado de fase III.
Eso es porque, como se precisa en el consenso, el reciente estudio en 19 hospitales y sanatorios del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Neuquén y Tucumán sobre 242 pacientes, de entre 18 y 79 años, con enfermedad moderada a grave para analizar la seguridad y la eficacia del suero tuvo “algunos efectos clínicos favorables, aunque no estadísticamente significativos en la enfermedad severa”.
El 65% de los participantes era hombre, con una edad promedio de 54 años. “Si bien el objetivo primario del estudio resultó negativo, los objetivos secundarios demostraron resultados con tendencia favorable”, afirma el consenso publicado hoy.
Hay disponibles 60.000 unidades del producto en el Instituto Biológico de la provincia de Buenos Aires, lo que equivale a tratamientos para unos 10.000 pacientes (se usan entre cinco y seis viales por caso).
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