Covid-19. En Mendoza suspenden clases presenciales por falta de estufas en las aulas
En varios establecimientos la calefacción no funciona; varios alumnos se sintieron mal por el frío; las autoridades provinciales habilitaron la virtualidad hasta que estén dadas las condiciones en los edificios
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MENDOZA.- El frío empieza a inquietar en Mendoza, donde las temperaturas descienden considerablemente en invierno. Bajo este escenario climático, hay algo que preocupa por estos días porque no se actuó a tiempo: la calefacción de las escuelas. Por tal motivo, aunque las clases presenciales se mantienen y son el objetivo oficial a sostener en pie durante este segundo año de pandemia, la realidad muestra que aún hay escuelas que se ven obligadas a suspender las actividades, al menos por unos días, debido a la falta de previsión y mantenimiento de los artefactos, ya sean estufas o calderas.
Son cada vez más los padres y alumnos mendocinos que advierten esta situación, reclamando mayor acción oficial y compromiso de los directivos de los colegios, más allá de la importancia de respetar los protocolos vigentes de “ventilación cruzada”. De hecho, las redes sociales también se convirtieron en la caja de resonancia de esta situación, con duros cuestionamientos al Poder Ejecutivo local.
“Es increíble, pero hay aulas donde las estufas no funcionan. Tuvieron un año para poder dejar todo funcionando y no hacer todo a las corridas. Los chicos pasan frío con las ventanas o puertas abiertas, y sin la estufa prendida se complica aún más”, expresó a LA NACION Soledad, docente de una escuela de Guaymallén, que prefirió reservar su identidad. “Pasamos frío esta semana y recién hoy pudieron hacer funcionar la estufa de mi curso. Es muy difícil estudiar con frío. Queremos estar en las escuelas, pero se demoran en arreglar las cosas; además hay docentes que tienen criterios diferentes: algunos abren todas las ventanas y otros las cierran a todas”, se quejó Francisco, alumno de un colegio público de la comuna de Las Heras.
Desde la Dirección General de Escuelas (DGE) reconocieron a este diario las dificultades y atrasos en los fondos para que los directores puedan hacer las tareas pertinentes, como llamar a gasistas matriculados para efectuar la reparación o puesta a punto de los equipos.
Una de los establecimientos que evidenció problemas este viernes es la reconocida escuela del microcentro provincial Patricias Mendocinas, la cual se vio obligada a suspender las clases por no haber activado las calderas, y luego de que algunos alumnos se descompusieran por el frío, según dio a conocer Radio Mitre Mendoza. “Las clases presenciales han sido suspendidas por falta de calefacción. Hace mucho frío y hemos tenido a alumnas descompuestas el miércoles por eso se tomó esta decisión”, indicó Viviana Aldejo, vicedirectora del establecimiento, quien aclaró que la medida se tomó por dificultades en conseguir un técnico matriculado para activar la caldera, ya que hace un mes falleció la persona que realizaba estas tareas. En tanto, desde la DGE, Eduardo Andrades, delegado de la Regional Norte, señaló que cuesta ubicar a calderistas y admitió que en el grueso de las escuelas de la provincia hubo demoras con la entrega del “Fondo Calefacción”, el cual se depositó esta semana, al tiempo que aseguró que en los próximos días la situación debería normalizarse. De todos modos, dejó en claro que aquellos establecimientos que tengan inconvenientes están autorizados a suspender la presencialidad y retomar la virtualidad.
“Mientras José Thomas (titular de la DGE) se pasea como mediático por los canales para decir conceptos absurdos como “los padres y chicos están felices en las aulas”, una chica se descompone de frío porque él no controla”, se quejó el senador justicialista Lucas Ilardo.
Por su parte, desde el Ministerio de Infraestructura indicaron a LA NACION que es una situación compleja la que se vive por estos días, ya que “las bajas temperaturas se adelantaron” aunque hay escuelas “que se han dejado estar o no dieron aviso a tiempo para asistirlas”, ya que existe una cuadrilla especial de especialistas en estufas y calderas para solucionar las urgencias, más allá de los fondos que destina el gobierno para mantener en forma los artefactos.
En esta provincia son más de 1200 los edificios escolares por lo que la mayoría se encuentra por estos días intentando poner a punto las estufas. Las principales críticas tienen que ver con las demoras en realizar estas tareas así como la falta de controles oficiales, y más aún cuando desde el Poder Ejecutivo local se busca que las escuelas sean lo último que se cierre en medio de la pandemia de coronavirus, que no deja de reportar crecimiento en los contagios, con una tasa de positividad por encima del 30%. En la provincia cuyana, desde que la enfermedad llegó, a mediados de marzo del año pasado, se produjeron 96.087 transmisiones de Covid-19 y 1974 fallecimientos.
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